La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha anunciado, en las últimas fechas, la inclusión en su Clasificación Internacional de Enfermedades el síndrome del trabajador quemado, también conocido como 'burnout', como un problema asociado al empleo o al desempleo.
Esta dolencia se refiere a un estado de agotamiento y fatiga constante que implica una falta de eficacia y rendimiento en el trabajador poco motivado, según explicó Tarik Jaserevic, portavoz de la institución. Se caracteriza por tres elementos: un sentimiento de agotamiento, pensamientos negativos y menor rendimiento profesional.
Satse insiste en el hecho de que los enfermeros y enfermeras de nuestro país soportan a diario una continua sobrecarga asistencial y unos niveles muy altos de responsabilidad
Por este motivo, el Sindicato de Enfermería (Satse) reclama al Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social y al Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social que se incluya el síndrome del trabajador quemado en el listado de enfermedades profesionales que contempla la Seguridad Social.
A través de una carta, el presidente de la organización sindical, Manuel Cascos, insta a las ministras de Trabajo y Sanidad en funciones a que "propicien la modificación legislativa pertinente" para que esta patología sea considerada como enfermedad profesional.
Satse insiste en el hecho de que los enfermeros y enfermeras de nuestro país soportan a diario una continua sobrecarga asistencial y unos niveles muy altos de responsabilidad, que conllevan la aparición de un estrés crónico en un porcentaje muy alto de casos.
FÁRMACOS PELIGROSOS
Otro de los aspectos clave es la utilización de medicamentos peligrosos por parte de los profesionales sanitarios. Desde el sindicato recuerdan que el manipulado de estos fármacos conlleva graves riesgos para su salud, como el desarrollar algún tipo de cáncer o sufrir malformaciones o abortos en caso de que la profesional se encuentre embarazada, además de riesgos para la reproducción tanto de mujeres como de hombres en edad fértil.
Satse recuerda que el manipulado de estos fármacos conlleva graves riesgos para su salud, como el desarrollar algún tipo de cáncer o sufrir malformaciones o abortos en caso de que la profesional se encuentre embarazada
Junto a una norma de obligado cumplimiento a nivel estatal, Satse considera imprescindible la elaboración de un protocolo que la complemente y que sea implementado necesariamente en todos los centros sanitarios y socio-sanitarios españoles para la prevención de la exposición a medicamentos peligrosos, y que se establezcan las medidas de prevención y los dispositivos cerrados de transferencia de medicamentos que garanticen la seguridad del personal sanitario y de los pacientes.
Además de presentar a finales del pasado año a los diferentes partidos políticos con representación parlamentaria su propuesta de norma estatal, Satse está manteniendo reuniones y participando en foros en la Unión Europea (UE) al objeto de sensibilizar a todos los representantes públicos y políticos sobre la urgente necesidad de regular también a nivel europeo el uso de los medicamentos peligrosos.