“Estamos muy desanimados”. Con voz de cansancio y hastío, así se ha mostrado Juan Carlos Bermúdez Iglesias, secretario general del Sindicato Profesional de Sanidad Penitenciaria en conversaciones conConSalud.es. Este médico tinerfeño de Prisiones ha decidido poner fin a su etapa sindical al frente de esta organización que nació con el objetivo de ejercer presión para que desde Instituciones Penitenciarias (II.PP) se cambiase la actual política sanitaria.
"El Sindicato Profesional de Sanidad Penitenciaria ha dejado de existir. Se lo comuniqué a los afiliados porque mentalmente estoy agotado. Mi lucha ha acabado", afirma el responsable de este colectivo.
"Propuse en su momento una plataforma joven y dinámica para aportar nuevas ideas, pero el desánimo que existe entre los sanitarios que trabajamos en Prisiones es tal, que este proyecto se termina aquí", prosigue en su explicación el líder de esta organización sindical.
“Los sanitarios de Prisiones somos un colectivo de segunda clase”
Entre sus prioridades siempre estuvo que se culminase la transferencia de las competencias de la Sanidad Penitenciaria a las comunidades autónomas, un incremento de las plantillas y una mejora de las condiciones laborales de los profesionales que allí ejercen.
La falta de personal en Prisiones es un problema que se arrastra desde hace una década, si bien, cada año que pasa la situación empeora pese a los esfuerzos de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias por salvar el déficit de sanitarios.
“Los sanitarios de Prisiones somos un colectivo de segunda clase”, llega a aseverar Juan Carlos Bermúdez, que habla de "desmoralización absoluta" en los centros penitenciarios y donde se trabaja a modo de "sálvese quien pueda".
En este momento, las plazas vacantes en la Sanidad Penitenciaria superan a las ofertadas en las últimas Ofertas Públicas de Empleo (OPE) por parte del Ministerio del Interior, y el Sindicato Profesional de Sanidad Penitenciaria ya adelanta que no se cubrirán. Además, critica que II.PP no esté exigiendo el título de especialistas en Medicina Familiar y Comunitaria o Medicina Interna en los nuevos procesos selectivos.
"No hay repuesto en esta lucha. No hay relevo generacional. La ratio de personal sanitario por centro está muy por debajo de lo que oficialmente dice Instituciones Penitenciarias y las condiciones laborales son muy precarias", denuncia Bermúdez Iglesias.
En esta línea, advierte de que el personal de Enfermería sufrirá la misma suerte y señala que en la actualidad los enfermeros asumen cada día tareas que no les competen.