Los farmacéuticos esperan que el nuevo curso sanitario que supone el final del verano acerque a sus oficinas avances en las demandas pendientes del colectivo. El peso de la farmacia en el Sistema Nacional de Salud ha venido ganando fuerza tras su destacado papel durante la reciente pandemia de Covid-19. Sin embargo, perciben que todavía queda un largo camino por recorrer para aprovechar todo su potencial a la hora de velar por la salud de los ciudadanos. Sobre la mesa se encuentran asuntos como la apuesta por la farmacia rural, darles protagonismo en las decisiones políticas o impulsar avances legislativos.
La capacidad de este colectivo para ser un pilar de la Salud se constata en el hecho de que constituyen una red de 22.000 farmacias y cuentan con hasta 55.000 titulados superiores a disposición de la población. Además, una reciente encuesta impulsada desde el Consejo General de Colegios de Farmacéuticos señala que 9 de cada 10 españoles piden que la Farmacia esté más integrada en el sistema sanitario nacional. En esta línea, desean que desde la Administración se siga ahondando en la integración y cohesión farmacéutica dentro del SNS.
ALGUNAS LEYES PENDIENTES
El presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos (CGCOF), Jesús Aguilar, indicaba recientemente a ConSalud.es que en España “tenemos un gran sistema farmacéutico porque tenemos un gran Sistema Nacional de Salud, y todas las modificaciones que se hagan en el mismo afectan también al sistema de prestación farmacéutica”. Por esta razón, la organización colegial aspira a que la toma de decisiones políticas que les conciernen tengan en cuenta “la participación y perspectiva” de su sector profesional.
Entre las necesidades legislativas más urgentes, apuntaba Aguilar, se encontraría “una ley de cohesión en la que todos los ciudadanos españoles tengamos los mismos derechos y no se deje todo a expensas de las distintas CC.AA.”
Entre las necesidades legislativas más urgentes, apuntaba Aguilar, se encontraría “una ley de cohesión en la que todos los ciudadanos españoles tengamos los mismos derechos y no se deje todo a expensas de las distintas CC.AA.”. Una unificación de criterios que perseguiría asegurar la asistencia en Salud y las normativas en el ámbito para toda la sociedad española, independientemente de pertenecer a un territorio u otro. Algo que, como en cualquier normativa, deberá contar con el “compromiso del Ministerio de Sanidad y las distintas consejerías autonómicas”.
De la misma manera, sigue en el tintero la Ley de Garantías y Uso seguro del Medicamento. Una norma que está pendiente desde la última legislatura y, desde el colectivo, tienen esperanzas en que el actual Gobierno pueda llevar a cabo “de manera clara y valiente”. En concreto, explicaba el responsable del CGCOF, se trata de “una ley muy importante, que fija la hoja de ruta y marcará el futuro de la prestación farmacéutica y las áreas en las que los farmacéuticos deberíamos trabajar”. En esta línea, insiste, “tenemos que asegurarnos de que los medicamentos lleguen al paciente siempre a través de un farmacéutico y con sus instrucciones correspondientes".
CRONICIDAD, HISTORIAL ÚNICO Y FARMACIA RURAL
Por otro lado, los farmacéuticos esperan, junto a la Administración, poder avanzar tras el verano en otras líneas de trabajo igualmente importantes: impulsar el actual sistema de recetas electrónicasa disposición de los pacientes; crearun historial farmacoterapeútico único de pública y privada; abordar el reto de la cronicidad, en el que la Farmacia será clave en el seguimiento y la adherencia al tratamiento de los pacientes; o avanzar en el Protocolo Nacional para la Farmacia Rural.
RECONOCIMIENTO DE SU CATEGORÍA
El previsible ascenso de categoría profesional para las enfermeras (de A2 a A1), que el Ministerio de Sanidad anunció que se está planteando, ha supuesto que el colectivo médico saliera al paso reclamando una categoría propia (A+). En este contexto, los farmacéuticos se mantienen expectantes, pero también tienen claro que no pasarán por perder su actual reconocimiento profesional en una futurible modificación de las categorías recogidas en un nuevo Estatuto Marco.
Aguilar considera que, en el caso de crearse el escalón “A+”, los licenciados o graduados en Farmacia que forman parte del SNS “deberían pasar a este grupo, ya que el grado en Farmacia consta de 300 créditos ECTS"
En esta línea, Aguilar considera que, en el caso de crearse el escalón “A+”, los licenciados o graduados en Farmacia que forman parte del SNS “deberían pasar a este grupo, ya que el grado en Farmacia consta de 300 créditos ECTS y la titulación universitaria de Licenciado/Grado en Farmacia se corresponde con el nivel 3 del MECES (nivel de máster); al igual que los médicos, veterinarios y odontólogos”. No en vano, el factor formativo y la duración de los estudios hasta especializarse han sido históricamente los elementos de mayor peso en la división de categorías.