Pese a que los profesionales en el ámbito sanitario son el principal activo del Sistema Nacional de Salud (SNS), son un colectivo que se ve afectado por agresiones de diferente índole en el ejercicio de su actividad profesional. Se trata de situaciones violentas que pueden provocar efectos nocivos en la seguridad y la salud de la persona afectada, así como en el sistema sanitario en su conjunto. Así lo explica el Informe de agresiones a profesionales del Sistema Nacional de Salud (SNS) de 2023, que insta a desarrollar e implantar medidas preventivas y proporcionar protección a los profesionales.
El informe ha sido elaborado a partir de los datos aportados por las comunidades autónomas e INGESA de las agresiones notificadas durante el año 2023. De este modo, el documento muestra que en el año 2023 se notificaron un total de 14.706 agresiones en el conjunto del SNS, lo que supone 24,05 notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales del SNS. Esto son cuatro puntos más con respecto a los datos notificados en el año 2022. Además, las mujeres son las que más violencia sufren: en el 78% de las notificaciones la persona agredida es una mujer. Sin embargo, es importante destacar que el 76% de los profesionales sanitarios del SNS son mujeres.
En cuanto a la edad, la mayoría de las víctimas se encuentran en el rango de 35 a 55 años, una tendencia que se ha mantenido constante en los últimos años. Por otro lado, la distribución de las agresiones varía significativamente entre los distintos niveles asistenciales. En Atención Primaria y extrahospitalaria, se reportaron 46,80 agresiones por cada 1.000 profesionales, mientras que en Atención Hospitalaria la tasa fue de 17,37 por cada 1.000 profesionales.
En el año 2023 se notificaron un total de 14.706 agresiones en el conjunto del SNS, lo que supone 24,05 notificaciones de agresiones por cada 1.000 profesionales del SNS
Esto indica que la probabilidad de sufrir una agresión es 2,7 veces mayor en Primaria y extrahospitalaria que en el ámbito hospitalario. El dato porcentual, corresponde a un 57 % en AP y 43 % en Atención Hospitalaria. Habiéndose producido un aumento de las notificaciones en datos absolutos en Atención Hospitalaria (6.372 en 2023 y 5.390 en 2022) y en AP y extrahospitalaria (8.285 en 2023 y 7.718 en 2022).
En cuanto a categoría profesional, el personal facultativo (34%) y el personal de enfermería (30%) son quienes reportan un mayor porcentaje de agresiones, en comparación con el resto de las categorías profesionales existentes en las instituciones sanitarias. Las causas de las agresiones se corresponden mayoritariamente con agresiones de tipo no físico, como insultos y amenazas. Las agresiones físicas son un dato considerable en términos absolutos, pues se corresponde con 2.335 actos violentos de tipo físico a lo largo de 2023. El documento también expone el lugar de la agresión, y revela que la mayoría tuvieron lugar en las consultas (37%), seguidas de la hospitalización (21%) y los puntos de admisión e información (17%).
En un 3% de las ocasiones, el mismo dato que en 2021 y 2022, las agresiones ocurrieron en el domicilio del paciente o en la vía pública. Pese a que no supone un porcentaje muy elevado, se constituye como una fuente de conflicto a tener en cuenta para establecer medidas preventivas. El valor absoluto de estas agresiones es de 449 en 2023. Las causas de las agresiones se agrupan en cuatro categorías principales: demandas del usuario (31%), atención percibida por el usuario (34%), actos sanitarios o administrativos realizados (17%), y causas ajenas a la organización (18%). La causa más frecuente está relacionada con la atención percibida por el usuario, seguida de las demandas del usuario. Los desacuerdos con los tiempos de espera, la falta de información y los trámites burocráticos son algunas de las razones citadas con mayor frecuencia.
El 17% de los agresores son reincidentes, lo que subraya la necesidad de abordar esta problemática de manera integral y sostenida
EL PERFIL DEL AGRESOR
Por último, el perfil de la persona agresora es también revelador: en un 72% de los casos, el agresor es el propio usuario o paciente, mientras que en un 28% es un familiar o acompañante. En términos de género, el 57% de los agresores son hombres y el 43% mujeres. Además, el 17% de los agresores son reincidentes, lo que subraya la necesidad de abordar esta problemática de manera integral y sostenida.
El documento muestra también una comparativa de los resultados entre los años 2017 y 2023, mostrando una evolución fluctuante. En 2020, las notificaciones disminuyeron, probablemente debido a la pandemia de Covid-19, que limitó la actividad presencial en los centros de salud. Sin embargo, en 2021 y 2022 se registró un aumento significativo en las notificaciones, con un incremento del 29,8% en 2022 y un 11,32% en 2023 respecto al año anterior. El incremento en las agresiones a los profesionales del SNS en 2023 pone de manifiesto una problemática persistente y en aumento. Este informe es un toque de atención y una herramienta para comprender mejor la magnitud de este fenómeno.
Poe ello, el documento no solo se limita a presentar datos, sino que también subraya la importancia de adoptar medidas preventivas y correctivas. Se destaca la necesidad de implementar políticas de seguridad más rigurosas, mejorar la formación del personal en la gestión de conflictos y establecer protocolos claros para la notificación y manejo de agresiones. Las comunidades autónomas y el Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (INGESA) ya han comenzado a tomar medidas, cuyos detalles se recogen en los anexos del informe.