El sistema de Atención Primaria en España ha sufrido duramente el impacto de la pandemia de COVID-19. Amnistía Internacional denuncia en su informe 'La otra pandemia entre el abandono y el desmantelamiento: el derecho a la salud y la atención primaria en España', la falta de planificación e inversión suficiente en Atención Primaria y los efectos que está teniendo sobre el sistema sanitario y la atención de los pacientes.
ConSalud.es charla con Marta Mendiola, responsable de Salud de Amnistía Internacional España, sobre cómo ha llegado a este punto la atención primaria y de qué forma se encuentra el primer nivel asistencial en este momento.
¿Qué les motivó a hacer este estudio?
El trabajo de Amnistía Internacional sobre el estudio de situación de la Sanidad viene de bastante lejos. Habíamos hecho informes sobre el acceso de personas migrantes en situación irregular pero ya en el 2018 hicimos un informe sobre el impacto de las medidas de austeridad en el ámbito sanitario y veíamos cómo estaban afectando al sistema sanitario.
En ese momento, vimos muy claramente que la Atención Primaria está muy sobrecargada y que el personal sanitario tenía un cupo excesivo de pacientes, no se cubrían muchas bajas o jubilaciones, por lo que estaba impactando sobre el derecho a la salud de las personas.
En julio del pasado año hicimos un análisis de corte cuantitativo con la publicación de un nuevo informe sobre las políticas sanitarias en España y se detectó nuevamente que la Atención Primaria está marginada en el ámbito de la financiación pública. Todo esto nos ha motivado a hacer una investigación exclusiva sobre Primaria.
A lo largo de la pandemia, hemos tenido contacto con los profesionales sanitarios y nos transmitieron que el primer nivel asistencial sufre una crisis estructural, por eso decimos que se encuentra entre el abandono y el desmantelamiento. Está en un riesgo de colapso muy importante.
Dentro del estudio han incluido testimonios de sanitarios que denuncian esa sobrecarga asistencial que sufren. ¿Se ha llegado al límite?
En el 2018 ya denunciábamos agendas muy sobrecargadas, ahora por ejemplo, hemos recibido testimonios de muchos profesionales sanitarios que atienden a 100 pacientes al día. Son condiciones laborales que atentan contra la labor de estos sanitarios pero también contra el derecho a la salud de las personas.
Son consultas cada vez más cortas y que ahora se ha pasado del modelo presencial al telefónico, sin tener en cuenta la brecha digital que existe entre la población más mayor. España es un país en el que los avances tecnológicos en la atención sanitaria todavía están por implantar. El cambio de modelo sanitario por la pandemia se ha hecho sin los recursos humanos y materiales como para que eso no hubiese constituido una barrera en el acceso.
"El cambio de modelo sanitario por la pandemia se ha hecho sin los recursos humanos y materiales como para que no hubiese constituido una barrera en el acceso"
Hay una sobrecarga asistencial, a los pacientes no Covid ahora se suman los que padecen Covid-19 y las medidas de recursos humanos no han sido suficientes. Tampoco se está garantizando que las consultas telefónicas cubran todas las necesidades de salud. Además, las listas de espera se están alargando y los diagnósticos se están retrasando con lo que esto conlleva.
Denuncian que se han desoído 12 años de recomendaciones internacionales sobre Atención Primaria.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), también el relator especial de Naciones Unidas (ONU) sobre el derecho a la salud, venían instando a los países a que reforzasen la inversión en la atención primaria porque consideraban que este primer nivel asistencial es la piedra angular del sistema sanitario. En 2018, la OMS llega a vaticinar que de no reforzarse esa inversión podrán verse desbordados ante a distintos escenarios, entre ellos, futuras pandemias.
Con esta pandemia hemos visto las consecuencias. La atención primaria en España ha afrontado la crisis sanitaria con mucha debilidad. La OMS recomienda que se invierta el 25% del presupuesto sanitario para Atención Primaria y en nuestro país, lejos de irse aumentando esa inversión se ha reducido en 10 años, de 14,3% en 2009 a 13,9% en 2018. Por tanto, el peso que tiene AP en inversión ha decrecido lejos de incrementarse y en recursos humanos podemos ver que tenemos una ratio de médicos por cada 1.000 habitantes de 0,77.
Estamos muy alejados de ratios como la de Portugal (2,6), Irlanda (1,8), Holanda (1,6), Austria y Francia (1,5). Ha habido una total marginación de la atención primaria en la inversión y el gasto sanitario.
¿Qué ha pasado? ¿No se tomaron en serio en nuestro país estas recomendaciones?
La atención primaria ha estado más presente en los discursos políticos que en las decisiones políticas. La capacidad asistencial de la atención primaria no se ha tenido en cuenta a la hora de diseñar las medidas de salud pública por la pandemia de Covid-19. En el plan del Gobierno de España para la ‘nueva normalidad’ que preveía una serie de medidas de alivio para el desconfinamiento se pedía a las comunidades autónomas información sobre su capacidad hospitalaria pero sin indicadores concretos para poder medir la capacidad de la Primaria. Es más, ese plan es el ejemplo, porque destaca la importancia de AP pero a la hora de concretar los esfuerzos que deben hacer las CC.AA ésta queda relegada.
La propia OMS pide que en las medidas de salud pública se evalúe el riesgo teniendo en cuenta la capacidad asistencial del sistema hospitalario y también de la Primaria. Recordando que es la puerta de acceso a los sistemas de salud.
Hay que tener en cuenta que, como dice la Organización Mundial de la Salud, la atención Primaria cubre el 70% de las necesidades de atención sanitaria que tiene la población a lo largo de nuestra vida.