Los datos del recientemente publicado Informe Anual del Sistema Nacional de Salud 2022 siguen dando que hablar, ya que sirven para hacer una radiografía de en qué situación se encuentra actualmente la sanidad pública en nuestro país. En particular, la Atención Primaria ha crecido en un 2,8% (968 nuevos profesionales) entre el periodo 2012-2021, una cifra que se antoja muy escasa si se compara con la de los especialistas de los hospitales.
Y es que, según el mencionado informe, estos han crecido un 17,6%, (13.686 médicos), que aumentan hasta el 19,8% (592 profesionales) en el caso de los servicios de urgencias y emergencias 112/061. El crecimiento es, en concreto, de seis veces más especialistas de hospitales y de siete veces más urgenciólogos que médicos de Atención Primaria.
Un escaso crecimiento que, para Juan Simó, médico de familia con amplia experiencia en distintos campos, especialmente en el de la investigación -es autor de más de 100 publicaciones en el ámbito de la Atención Primaria, Medicina de Familia, salud pública, gestión sanitaria y de recursos humanos en diversas revistas especializadas, capítulos de libros, prensa general y especializada-, tiene su razón de ser en la mala planificación llevada a cabo por las administraciones públicas a lo largo de los últimos años y en los recortes derivados de la crisis.
“Cuando el Sistema Nacional de Salud no te contrata, o te contrata en precario, te vas a las múltiples privadas o emigras"
“Durante los peores años de la crisis de 2008, Hacienda impuso un duro recorte a las comunidades autónomas. Se redujeron en miles las plazas MIR, se obligó a jubilarse, por miles también, a los médicos a los 65 años, que hasta entonces podían seguir ejerciendo hasta los 70 años…”, señala Simó a ConSalud.es. Fruto de todo ello, critica, los médicos jubilados fueron sustituidos -“aunque no en todos los casos”- por jóvenes especialistas contratados en precario.
Dicha precariedad se hizo más evidente todavía entre los especialistas de Medicina de Familia: “Cuando el Sistema Nacional de Salud no te contrata, o te contrata en precario, te vas a las múltiples privadas o emigras. Por ejemplo, entre 2010 y 2020, el incremento de médicos en el sector hospitalario privado español duplicó el incremento habido en los hospitales del Sistema Nacional de Salud”. Urgencias, residencias de ancianos, mutuas laborales… son otras de las alternativas que menciona el experto, quien también se muestra muy crítico con la “burocracia informatizada”.
“La cantidad de papeles, la mayoría inútiles, que han de hacer los médicos de familia y otras consultas de ínfimo valor añadido les hace perder un valioso tiempo asistencial. La informatización no ha reducido esto, sino que lo ha ampliado. Las bajas cortas deberían tratarse como se hace en el Reino Unido o, al menos, como se hace en Portugal: autojustificación. Si todo tiene que pasar por el médico de familia, acabaremos necesitando un médico de familia para cada español”, indica.
LA SANIDAD PRIVADA TAMBIÉN CRECE EXPONENCIALMENTE
Esta creciente importancia de la sanidad privada en nuestro país aparece también reflejada tanto en este como en otros muchos informes acerca de la situación de la sanidad española, y no solo en cuanto a profesionales, como citaba Simó. Según el más reciente de Ministerio de Sanidad, las consultas de atención hospitalaria privada fueron en 2021 casi el doble que en 2012, pasando de 13,2 millones a 24,8.
Y es que resulta también especialmente curioso comparar estas cifras de crecimiento de los profesionales de Atención Primaria y de otras especialidades con las de asistencia a los centros sanitarios. Así, a pesar de que la Atención Primaria es la que menos ha aumentado, sus servicios recibieron, solo en 2021, 262,1 millones de consultas (191 millones en el caso de los enfermeros, que crecen casi el doble que los médicos).
“Igual que pasa con los médicos de urgencias hospitalarias, a partir de 2013 se produce un aumento de médicos y enfermeros en los hospitales del Sistema Nacional de Salud que no se produce para nada en los centros de salud"
En el ámbito hospitalario público, en cambio, las consultas médicas fueron 82 millones en ese mismo año. El crecimiento, en su caso, es del 5,7% con respecto al 2012, un porcentaje que está aún así a años luz del mostrado por la sanidad privada. “Igual que pasa con los médicos de urgencias hospitalarias, a partir de 2013 se produce un aumento de médicos y enfermeros en los hospitales del Sistema Nacional de Salud que no se produce para nada en los centros de salud. No se encuentran médicos para los centros de salud, pero sí para los hospitales. No se encuentran médicos de familia para los centros de salud, pero sí para las urgencias hospitalarias”, denuncia Simón, quien insiste en que Sanidad sabía desde hace muchos años, y en base a sus propios estudios, que el colectivo de los médicos de familia figuraba entre los más envejecidos.
“Pese a ello, no se planificó el recambio generacional, y ahora dicho colectivo es el más envejecido”, apunta. Y eso que la población española no aumentó nada entre 2013 y 2020, “e incluso se redujo algo”, y que el nuestro es el quinto país europeo con más médicos en labores asistenciales… “lo cual no es incompatible con que falten en el Sistema Nacional de Salud”.
“La situación terminal de la Atención Primaria española no es fruto directo de la falta de inversión, que también, sino del abandono por inacción continuada de nuestras instituciones políticas, sanitarias y académicas que han hecho bien poco en las últimas dos décadas para empoderar y hacer más atractiva nuestra Atención Primaria para ciudadanos y profesionales, especialmente para médicos de familia”, sentencia Juan Simó.