“Más de 40 años después de que se detectaran los primeros casos en nuestro país, el VIH sigue siendo un reto de salud pública de primera magnitud en España”. Así de contundente se muestra Rosario Palacios, presidenta de GESIDA, el Grupo de Estudios del SIDA de la Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas (SEIMC).
Palacios le recuerda al próximo Gobierno de España, a través de ConSalud.es, que en nuestro país se detectan una media de 3.000 casos anuales. “Existe una percepción, creciente entre los más jóvenes, del bajo riesgo que supone contraer el virus. Y es cierto que gracias a los avances en investigación ya no es una enfermedad mortal, las personas que viven con VIH presentan múltiples complicaciones y comorbilidades debidas a un envejecimiento acelerado”, señala.
"En España se detectan una media de 3.000 casos anuales"
Es por ello que, para GESIDA, queda todavía mucho por hacer frente al VIH en España, partiendo de la base de que el nuestro es el único país de la Unión Europea -“y uno de los pocos entre los países desarrollados”- que carece de especialidad médica de Enfermedades Infecciosas, “pese a la realidad tozuda de que el VIH sigue siendo un problema de salud pública de primer nivel, y tras haber vivido la peor crisis sanitaria en un siglo a causa de una enfermedad infecciosa”.
“Esto puede poner en jaque un óptimo relevo generacional entre quienes atienden a las personas que viven con el virus y favorecer que el vasto conocimiento acumulado tras cuatro décadas de lucha contra la infección caiga en saco roto”, denuncia Palacios.
"La no creación de la especialidad de Enfermedades Infecciosas puede poner en jaque un óptimo relevo generacional entre quienes atienden a las personas que viven con el virus"
Misma reivindicación transmite la Sociedad Española Interdisciplinaria del SIDA (SEISIDA), cuyo presidente, José Antonio Pérez Molina, teme que esto pueda afectar a la excelencia en los cuidados de las personas con el virus. Molina considera también muy importante mantener los acuerdos y objetivos planteados en el Plan Estratégico 2021-2030 y el Pacto Social por la no discriminación y la Igualdad, “a lo que habría que sumar el trabajo que hay que seguir haciendo por el respeto y la no discriminación de las personas con VIH en nuestra sociedad y la lucha contra el estigma”.
“Resulta especialmente necesario el desarrollo de estrategias de comunicación impulsadas desde la administración pública, que permitan concienciar a la población -sobre todo, a los más jóvenes- sobre el notable riesgo que representa contraer el VIH y cómo se puede evitar el contagio. Debido al número de nuevos casos que se siguen produciendo anualmente y a la mayor esperanza de vida en las personas que viven con VIH, se hace especialmente necesario contar con profesionales que aseguren continuidad en la investigación y atención de la enfermedad”, añade su homóloga de GESIDA.
“Existe una percepción, creciente entre los más jóvenes, del bajo riesgo que supone contraer el virus"
Pérez Molina, por su parte, también considera “esencial” fomentar el uso de todas las herramientas disponibles para prevenir la infección por el VIH, incluyendo la Profliaxis pre Exposición o PreP, “así como garantizar el acceso a los tratamientos antirretrovirales de forma rápida y sin discriminación, especialmente en colectivos vulnerables como los inmigrantes en situación administrativa irregular.”. “Los principales talones de Aquiles de la lucha contra el virus son hoy día la prevención y el diagnóstico precoz”, concluye Palacios.
LECHE GRATUITA ADAPTADA PARA LOS LACTANTES EXPUESTOS AL VIH
Una de las últimas medidas adoptadas por el Gobierno para combatir el VIH fue publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE) del pasado martes 1 de agosto. Gracias a ella, el Gobierno suministrará leche adaptada para los lactantes expuestos al VIH, a raíz de un convenio entre el Ministerio de Sanidad, la Asociación Nacional de Fabricantes de Productos de Dietética Infantil (ANDI) y la Fundación Española de Pediatría (FEP).
Y es que, como explica el Ministerio de Sanidad, el VIH se transmite por vía sexual, por exposición a sangre infectada y por transmisión de la madre embarazada a su hijo o hija durante el embarazo, el parto y el posparto. Por eso, el concepto de transmisión perinatal abarca todas las posibilidades de transmisión, incluida la exposición a leche materna durante el postparto.
Así, aunque la probabilidad de infección neonatal ha disminuido significativamente gracias al cribado en el embarazo, el tratamiento antirretroviral (TAR) de la gestante y la profilaxis en el recién nacido, debe tenerse en cuenta la lactancia como un momento de riesgo de infección.