La sanidad inglesa sigue sumida en una profunda crisis que se va a prolongar, como mínimo, durante los primeros compases del 2024. Desde las siete de la mañana de este miércoles, 3 de enero, y hasta la misma hora del próximo martes día 9, miles de médicos residentes están en huelga por las malas condiciones laborales que llevan años sufriendo. Y no es asunto baladí: En conjunto, todos ellos representan a casi la mitad del total de médicos del National Health Service (NHS).
Además, se trata de la décima huelga que convocan desde el pasado mes de marzo, lo que supone que, cuando se cumpla la primera de este 2024 el próximo martes, habrán estado 34 días sin acudir a su puesto de trabajo. En total, según informa The Guardian, los 28 días anteriores derivaron en la reprogramación de más de un millón de citas y operaciones. Solo en Londres, ya se han superado las 330.000 cancelaciones.
“Trece meses de huelgas de médicos, enfermeros y otros profesionales están teniendo un enorme impacto en nuestro sistema de salud”
Las últimas negociaciones sobre los salarios de los médicos en formación se produjeron en el pasado mes de diciembre, justo después de la última huelga que duró del 20 al 23, pero finalmente quedaron en punto muerto. En el momento más crítico de aquellos tres días, llegó a haber 4.501 médicos residentes sin trabajar en la capital de Inglaterra.
Así, informa el NHS, durante las últimas tres semanas, solo dos días de la semana no se habrán visto afectados por la huelga o por días festivos… y todo ello en temporada invernal. “Trece meses de huelgas de médicos, enfermeros y otros profesionales están teniendo un enorme impacto en nuestro sistema de salud”, afirmó con preocupación Stephen Powis, director médico nacional del NHS, quien considera que la huelga llega “en el peor momento del año” para el NHS.
"No es de extrañar que la moral nunca haya estado tan baja"
"La acción no sólo tendrá un enorme impacto en la atención planificada, sino que se suma a una serie de problemas estacionales como la covid, la gripe y las ausencias del personal por enfermedad", añadió el dirigente en un comunicado. De hecho, según el citado diario inglés, la Asociación de Pacientes ha instado a los ministros y a la British Medical Association (BMA), principal sindicato del país, a que recurran a mediadores para poder resolver el conflicto, ya que los hospitales carecen del personal suficiente para poder hacer frente a toda la demanda.
Las farmacias y los médicos de cabecera, eso sí, no se ven afectados por la huelga, la más larga entre los médicos residentes de los 75 años de historia del NHS. “Como profesión, estamos agotados, desencantados y nos preguntamos si queremos seguir trabajando en la sanidad. Si a esto añadimos años de erosión salarial, no es de extrañar que la moral nunca haya estado tan baja", afirma el sindicato médico británico.
UN AUMENTO SALARIAL QUE BUSCA RECUPERAR LA PÉRDIDA DE PODER ADQUISITIVO
En concreto, el comité de médicos en formación de la BMA busca un aumento salarial del 35%, porcentaje que consideran necesario para cubrir el impacto de la inflación y lograr una restauración salarial completa después de que su salario haya caído un 26% desde el año 2009. Sin embargo, informa The Guardian, el aumento implementado por la ministra de Sanidad, Victoria Atkins, fue del 8,8% para el periodo 2023/2024, ofreciéndoles después otro 3%.
“Aunque el precio de todas las cosas ha subido mucho, los salarios se mantienen prácticamente igual”
“Aunque el precio de todas las cosas ha subido mucho, los salarios se mantienen prácticamente igual”, confirmó hace unos días a ConSalud.es Sara, enfermera española que trabaja actualmente en Brighton. “A nosotros, con el tema de la inflación, no nos subieron el sueldo, y tuvimos que ir a la huelga”, recordaba también Rodrigo, quien participó de aquella histórica huelga enfermera que arrancó en diciembre del 2022 y que afectó a todo el Reino Unido.
En la actualidad, hay cerca de 46.000 médicos residentes afiliados a la British Medical Association. Otros de los objetivos que se buscan con la huelga, señala la propia BMA en su página web, es acordar un mecanismo con el Gobierno “para evitar futuros descensos en función del coste de la vida y de la inflación” y revisar el DDRB (Órgano de Revisión de Médicos y Dentistas), “para que los aumentos salariales puedan recomendarse de forma independiente y justa a fin de salvaguardar la contratación y la retención de los médicos residentes”.