Una investigación del Hospital 12 de Octubre de la Comunidad de Madrid y la Universidad Francisco de Vitoria ha demostrado que es posible adelgazar la membrana de la célula tumoral del cáncer de páncreas,haciéndola más permeable y permitiendo que la quimioterapia penetre de manera mucho más efectiva. El estudio, publicado en la revista ‘Nature Communications’, ha demostrado que inhibiendo una proteína clave, la ELOVL6, es posible adelgazar la membrana de las células tumorales, haciéndolas más permeables y permitiendo que la quimioterapia actúe con mayor eficacia.
La clave está en la función de la enzima ELOVL6, responsable del alargamiento de las cadenas de ácidos grasos en las membranas celulares. Víctor Sánchez-Arévalo, jefe del Grupo de Oncología Molecular de la Universidad Francisco de Vitoria y el Hospital 12 de Octubre (UFV-H12O) e investigador principal del estudio, explica que “la enzima ELOVL6 es responsable del alargamiento de las cadenas de ácidos grasos presentes, entre otros, en las membranas plasmáticas de las células. Su inhibición o silenciamiento, tanto por métodos químicos como genéticos, altera las propiedades físico-químicas de la membrana celular, haciéndola menos rígida y más permeable. Como resultado, la quimioterapia la atraviesa con mayor facilidad potenciando su acción”.
Este descubrimiento no solo mejora la eficacia del tratamiento, sino que también permite reducir la dosis de quimioterapia necesaria, disminuyendo con ello la toxicidad del tratamiento. Sánchez-Arévalo destaca que este mecanismo actúa de forma selectiva sobre las células tumorales, gracias a la regulación de la ELOVL6 por parte del oncogén c-MYC. “Hemos observado que la expresión de la ELOVL6 está regulada por el oncogén c-MYC. Y como el c-MYC suele estar alterado y sobreexpresado en el cáncer de páncreas, eso implica que también hay altos niveles de ELOVL6. De esta forma, cuando aplicamos un inhibidor de la ELOVL6, afectamos principalmente a las células tumorales sin comprometer significativamente a las sanas. En estas, con niveles normales de expresión del c-MYC, la membrana mantiene su estructura y es más resistente a la quimioterapia", enfatiza.
"Esta estrategia permite obtener el mismo efecto sobre las células cancerosas con una dosis menor de quimioterapia, reduciendo también su toxicidad"
El efecto es prometedor en tratamientos con quimioterapias basadas en nanopartículas, como el paclitaxel, un medicamento ya usado en cáncer de páncreas. Según los investigadores, esta estrategia permite “obtener el mismo efecto sobre las células cancerosas con una dosis menor de quimioterapia, reduciendo también su toxicidad”.
DÉCADAS SIN AVANCES EN CÁNCER DE PÁNCREAS
La tasa de supervivencia no supera el 12% y en las últimas décadas apenas se han logrado avances significativos. A menudo se detecta en fases avanzadas y presenta una gran resistencia a los tratamientos convencionales, incluida la inmunoterapia, que en otros tipos de cáncer ha revolucionado los resultados clínicos.
“El impacto del cáncer de páncreas sigue en aumento y se proyecta que será la tercera causa de muerte por cáncer en 2025 y la segunda en 2030 en el mundo occidental”, advierte Sánchez-Arévalo. “Existe, por tanto, una necesidad urgente de profundizar en la comprensión de los mecanismos moleculares que subyacen a este tumor para desarrollar opciones terapéuticas más efectivas. Este hallazgo es uno de los más prometedores de los últimos años, y esperamos avanzar en la investigación para validarlo en ensayos clínicos”, concluye.
“Existe, por tanto, una necesidad urgente de profundizar en la comprensión de los mecanismos moleculares que subyacen a este tumor para desarrollar opciones terapéuticas más efectivas"
El estudio ha sido realizado en líneas celulares y modelos animales, especialmente en ratones, donde se ha conseguido eliminar los tumores sin que se observe recurrencia. Los científicos destacan que esta técnica no solo potencia la acción de la quimioterapia, sino que también impide la migración de células tumorales, un paso crucial para evitar metástasis.
El siguiente paso será probar esta estrategia en modelos preclínicos avanzados, como avatares tumorales derivados de pacientes, y optimizar el inhibidor químico para desarrollar una versión más específica que pueda ser utilizada en ensayos clínicos con pacientes.