Coincidiendo con el Día Mundial del Alzhéimer, que se celebra cada 21 de septiembre, Sanitas publica el estudio “La percepción de la población española sobre el alzhéimer”. El 97% de la población mundial considera que los profesionales de salud mental deben estar involucrados en el cuidado de personas con esta patología y siete de cada diez considera que es necesario poner el foco en la investigación de dicha enfermedad. En España, y según datos de la Sociedad Española de Neurología (SEN), actualmente la padecen unas 800.000 personas y es, además, el tipo de demencia neurodegenerativa más común.
El 42,9% de los encuestados señala que no conoce los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer, esto provoca que muchas personas sean diagnosticadas ya en fases avanzadas, cuando la ralentización de la enfermedad se hace más compleja. Entre los primeros signos del alzhéimer se encuentran la pérdida de memoria y la desorientación temporoespacial. En una fase más avanzada pueden aparecer otros síntomas como la incontinencia urinaria, la depresión, el temblor de manos, el insomnio o alteraciones visuales.
“Hay que poner el foco en diagnosticar prematuramente el alzhéimer, ya que va a dar muchas más posibilidades de ralentizar el curso de la enfermedad, tanto a través de terapias no farmacológicas como con tratamientos farmacológicos. Además, va a permitir aprovechar al máximo la reserva cognitiva y a estimular la plasticidad neuronal. Es fundamental, por ello, que poco a poco se vaya concienciando a la sociedad de mejorar este diagnóstico precoz”, explica David Curto, director Médico y de Calidad de Sanitas Mayores.
Nueve de cada diez españoles cree que es posible ralentizar el alzhéimer a través de ejercicio mental (70,7%), medicación (61,4%), y ejercicio físico (38,9%). No obstante, hay un 9,6% de la población que considera que es imposible ralentizar la enfermedad. Por ello, es importante promover una mayor formación e información sobre esta patología. Cualquier persona con alteraciones en la atención, la memoria, el lenguaje y la motricidad puede beneficiarse de una terapia con música, ya que ayuda a reforzar las habilidades cognitivas. Además, las terapias asistidas con animales también tienen efectos terapéuticos que favorecen el estado emocional. A través de este tipo de actividades, las personas mayores pueden mejorar distintos aspectos como las funciones cognitivas, las capacidades psicomotrices o los reflejos posturales. El objetivo de estas terapias es conseguir que las personas con demencia sigan siendo personas autónomas, libres y con capacidad de decisión. Para eso debemos prestarles atención, conocer sus gustos y a partir de sus prioridades establecer las actividades y los programas que más les ayuden a vivir una vejez digna y feliz.
“La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Conocer bien el alzhéimer permite estar preparado para afrontar de la mejor manera posible la enfermedad de un familiar y a cuidarlo mejor en cada fase”
Asimismo, se deben adaptar los espacios a las necesidades de las personas que viven con demencia y también recibir asesoramiento externo. “La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Conocer bien el alzhéimer permite estar preparado para afrontar de la mejor manera posible la enfermedad de un familiar y a cuidarlo mejor en cada fase”, señala Curto.
Además, esta enfermedad no sólo afecta a la persona que vive con alzhéimer. El impacto físico, psicológico y social también afecta a los familiares. De hecho, casi la totalidad de los españoles (más del 97%) creen que es necesario el apoyo de profesionales de la salud mental tanto en las personas que padecen esta enfermedad como en sus cuidadores. La ayuda psicológica es cada vez más clave en el cuidado de la patología, el enfoque de la terapia psicológica se adapta a cada persona. Se basa en que las personas con demencia y el profesional de salud mental trabajen juntos para descubrir qué podría estar causando los problemas de la persona, así como las formas de manejar estos problemas. Esta ayuda es fundamental para los cuidadores, es necesario conocer las distintas fases y encontrarse preparado psicológicamente para las distintas situaciones a las que se tendrá que enfrentar.
Actualmente, más de 55 millones de personas tienen demencia en todo el mundo, cada año, hay casi diez millones de casos nuevos. La demencia es el resultado de diversas enfermedades y lesiones que afectan el cerebro. La enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y puede representar entre un 60% y un 70% de los casos. La demencia es, en la actualidad, la séptima causa de defunción y una de las causas principales de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en el mundo entero.