Cerca de 1,2 millones de personas mueren cada año en todo el mundo debido a las bacterias resistentes a los antibióticos. De todos estos fallecimientos, alrededor de 133.000 se registran en Europa de los que 4.000 se producen en España. Pese a ser reconocido como un problema de magnitud y a la lucha de los Estados miembros por reducir el uso de antibióticos y sus posibles resistencias, todavía siguen siendo un riesgo para la salud humana.
Este riesgo aumenta si hablamos más concretamente de la resistencia de bacterias como salmonela y campylobacter. De hecho, tal y como alerta el último informe publicado por el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), son dos bacterias resistentes a una larga lista de antibióticos. Para llegar a esta conclusion, el estudio ha recopilado datos entre 2022 y 2023 en 27 Estados miembros, el Reino Unido (Irlanda del Norte) y cinco países no pertenecientes a la UE.
"La resistencia a la ampicilina, sulfonamidas y tetraciclinas sigue siendo alta en una proporción significativa de los aislamientos de salmonela en humanos"
El documento afirma que "la resistencia a la ampicilina, sulfonamidas y tetraciclinas sigue siendo alta en una proporción significativa de los aislamientos de salmonela en humanos". No obstante, también se han identificado algunas mejoras, como "una disminución estadísticamente significativa de la resistencia a la ampicilina y la tetraciclina en 14 y 12 países, respectivamente, entre 2014 y 2023".
Uno de los hallazgos más preocupantes de este informe es el aumento de la resistencia a la ciprofloxacina en la bacteria salmonela, especialmente en el serovar S. Kentucky, donde "la proporción de aislamientos resistentes alcanzó un alarmante 80,5% en 2023". Esta tendencia también se ha observado en S. Enteritidis, un serovar estrechamente vinculado a la avicultura, con aumentos en la resistencia notificados en 13 países desde 2014.
En lo que respecta a los aislamientos de 'salmonella'y 'Escherichia coli' obtenidos de animales productores de alimentos, se ha observado que "la resistencia a la ampicilina, las tetraciclinas y las sulfonamidas varió de moderada a muy alta en la mayoría de los Estados miembros". En cambio, la resistencia a las cefalosporinas de tercera generación, como la cefotaxima y la ceftazidima, fue baja en general, con algunas excepciones en carne importada.
"Los niveles de resistencia a las fluoroquinolonas en campylobacter siguen siendo extremadamente altos", advierte el informe. En concreto, el ECDC asegura que "las fluoroquinolonas ya no pueden recomendarse para el tratamiento de infecciones por campylobacter en humanos" debido a su ineficacia frente a la bacteria. En particular, los niveles de resistencia en C. jejuni y C. coli fueron más elevados en aves de corral que en cerdos.
BUENAS NOTICIAS PARA OTROS GRUPOS DE ANTIBIÓTICOS
A pesar de estas cifras, hay que celebrar algunas buenas noticias. "La resistencia a los antimicrobianos de última línea, como la azitromicina y la tigeciclina, sigue siendo baja en general en salmonela aislada de humanos", indica el informe. Sin embargo, en aislamientos de animales de producción, las autoridades detectaron niveles moderados de resistencia a la tigeciclina en pavos y altos en pollos de engorde.
En cuanto a la colistina, un antimicrobiano considerado de última línea, el informe señala que "la resistencia sigue siendo poco común en salmonela y 'E. coli' en animales destinados a la producción de alimentos". No obstante, ciertas variantes como 'S. Enteritidis' y 'S. Dublin' mostraron niveles moderados a altos de resistencia, lo que podría deberse a una menor susceptibilidad natural y no a resistencia adquirida.
"Los datos sobre carne importada para consumo humano en la UE muestran niveles muy altos de resistencia a las cefalosporinas de tercera generación"
En la carne importada en la UE, los datos sugieren que "la resistencia fue más común en carne de aves de corral que en carne de cerdos o ganado vacuno". En concreto, la carne de pollos de engorde y pavos importada presentó "niveles muy altos de resistencia a las cefalosporinas de tercera generación", un fenómeno preocupante para la seguridad alimentaria.
El informe concluye que, si bien hay avances en la reducción de resistencia a ciertos antimicrobianos, "siguen existiendo desafíos críticos en la lucha contra la resistencia a los antimicrobianos en bacterias zoonóticas". "Es muy recomendable seguir implementando medidas estrictas para controlar el uso de antibóticos en la producción animal y reforzar la vigilancia epidemiológica para evitar que la situación empeore en el futuro".