Durante la semana pasada las agresiones a sanitariosvolvieron a ser protagonistas en nuestro país. En este caso, trabajadores del AGS Sur de Granada de urgencias, consultas externas y del centro de salud de Motril-Este han sido víctimas de intimidaciones físicas y amenazas verbales durante el desempeño de su labor, que no es otra que trabajar por facilitar la mejor atención médica a los ciudadanos. Nuevos episodios de una alarmante realidad que durante el año pasado supusieron un total de 843 denuncias al Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), con un aumento del 38% respecto a 2021. En la misma línea, el Consejo General de Enfermería (CGE) alertaba de que las agresiones a enfermeras aumentaron también en casi un 60% el pasado año.
De este modo, los recientes actos de violencia han llevado a numerosos profesionales en Granada a alzar la voz y mostrar su malestar durante una concentración celebrada este lunes frente a los centros de salud. El secretario general de CCOO Sanidad en la región, Félix Alonso, ha atendido a ConSalud.es para trasladar su preocupación por este goteo de casos protagonizados por “una parte minoritaria de la población que no se siente bien atendida” y, de manera “injustificada y agresiva”, acaba descargando “su impaciencia y su ira” en las personas que les cuidan. Una circunstancia que, aclara, afecta a todos los trabajadores de los centros, no sólo al personal “específicamente sanitario”.
Las agresiones son actos intolerables y sin justificación alguna, pero que vienen acrecentados por la “falta de recursos que se vive en los centros de salud”
Las agresiones son actos intolerables y sin justificación alguna, pero que vienen acrecentados por la “falta de recursos que se vive en los centros de salud”. Esta circunstancia lleva a que los ciudadanos que han de ser atendidos tengan que sufrir “largas listas de espera en Atención Primaria, en Atención Hospitalaria o en la puerta de Urgencia”, algo que muchas personas “no entienden ni saben gestionar” y terminan pagando con los propios empleados, señala el responsable sindical, quien también remarca la importancia de que “los responsables políticos pierdan el miedo a trasladar a la población las carencias que vive la Sanidad”.
El malestar por parte de los ciudadanos respecto a la atención que recibe por parte de la Sanidad pública habría de ser canalizado a través de las “hojas de reclamaciones por escrito” disponibles en cada punto de atención para ponerlo en conocimiento de los servicios de salud, en lugar de “violentar a las personas que durante la pandemia de Covid-19 arriesgaron su salud y su vida para cuidar a la población", lamenta Alonso. Por ello, en el fondo del problema, el facultativo encuentra una falta de “formación” en la ciudadanía e insta a las autoridades a explicarles “cosas tan lógicas” como que cuando acudan a Urgencias se atenderá a los pacientes conforme al “nivel de gravedad del caso”.
La salud resulta un pilar esencial para las personas y lleva a algunos pacientes a “una desesperación que no saben canalizar”, fruto también de lidiar con su dolencia o patología
Del mismo modo, los pacientes han trasladado la mentalidad de inmediatez que reina en la sociedad actual a su atención sanitaria. “El todo tiene que ser aquí y ahora es un problema, ya que es algo que choca con unas largas las listas de espera. Una realidad de la que la ciudadanía debe ser consciente y que en muchos casos las instituciones dejan de publicar al tratarse de cifras desbocadas”, aclara el secretario sindical. Esto se suma al hecho de que la salud resulta un pilar esencial para las personas y lleva a algunos pacientes a “una desesperación que no saben canalizar”, fruto también de lidiar con su dolencia o patología.
Las agresiones al personal de centros sanitarios son fruto de una amplia variedad de factores, pero sobre todos ellos el facultativo granadino destaca la necesidad de más educación ciudadana. “Se hace necesaria una campaña de información para trasladar a las personas que los sanitarios están ahí para ayudarles, se encuentran haciendo su trabajo y han de ser tratados con respeto. Sin embargo, esto no se hace”, lamenta. En esta línea de concienciar a los pacientes, la llegada del verano resulta un buen ejemplo de cómo se podría hacer por parte de los responsables. “No se está contratando a la gente necesaria para atender un centro de salud en verano, pero que los gobernantes se lo trasladasen a la sociedad sería asumir el fallo”, sentencia.
“Al ciudadano no se le puede mentir, porque luego llama a una ambulancia del SAMU y se encuentra que no lleva médico; o llega el verano y se da de bruces con centros de salud cerrados"
Una radiografía respecto a la realidad de las agresiones e intimidaciones a los profesionales que el presidente del sindicato CSIF en Valencia, Fernando García, comparte plenamente: “La falta de recursos en plantilla lleva a que los profesionales se encuentren prácticamente desbordados y esta saturación genera que no se pueda facilitar a los pacientes la atención de la manera que sería deseable”. Una realidad que muchos usuarios de los servicios de salud no comprenden y requeriría, también según su opinión, “campañas de concienciación sobre la labor de los sanitarios y el respeto que merecen” como la desarrollada en su región: “cuida a quien te cuida”.
Una labor de información a la sociedad de la que el facultativo valenciano no exime a las autoridades sanitarias, que “en muchas ocasiones no dicen la verdad”. “Al ciudadano no se le puede mentir, porque luego llama a una ambulancia del SAMU y se encuentra que no lleva médico; o llega el verano y se da de bruces con centros de salud cerrados. Este desconocimiento, a la postre, lo paga el personal que está tratando de atender de la mejor manera posible”, aclara. De este modo, el representante del CSIF concreta las posibles soluciones para esta dolorosa problemática de nuestra sanidad en “informar a los pacientes”, crear “equipos de prevención de agresiones” o facilitar el tiempo necesario para una “oportuna atención médico-paciente”.
Una circunstancia que Fernando García, concluye, se ha acentuado en la sociedad tras la incidencia “física y emocional” que ha supuesto la reciente pandemia
En definitiva, los difíciles retos que afronta la Sanidad en nuestro país como la falta de facultativos, las largas listas de espera y la sobrecarga asistencial son ‘chispas’ que sirven para encender la ‘corta mecha' de pacientes a los que la poca paciencia, la desesperación o la falta de civismo llevan a “intolerables” actitudes de maltrato a los encargados de velar por nuestro bien más preciado: la salud. Una circunstancia que Fernando García, concluye, se ha acentuado en la sociedad tras la incidencia “física y emocional” que ha supuesto la reciente pandemia.