El verano toca a su fin en España. Unos meses que han puesto de relieve nuevamente la alarmante problemática de las agresiones a trabajadores de centros sanitarios. La concentración de grandes grupos de población –muchos turistas- en localidades costeras ha llevado a que se multipliquen estos lamentables episodios. El recorte de plantillas en los centros de asistencia por las vacaciones, el cierre o reducción de horario en puntos de atención y las mayores esperas han supuesto que algunos ciudadanos –con poco civismo- hayan protagonizado actos agresivos contra los profesionales que les atienden.
Un especial foco de atracción turística es Málaga, lugar donde se ha producido el último caso. El pasado 5 de septiembre un paciente agredió a una trabajadora del centro de salud de Carlinda, causándole lesiones leves. El individuo, que estaba siendo atendido, mostró una actitud agresiva hacía la profesional y terminó golpeando la mampara del mostrador. La funcionaria afectada requirió de asistencia sanitaria y le tuvieron que aplicar varios puntos de sutura en una ceja. De esta manera, los profesionales de estos puntos turísticos han de afrontar, no sólo un aumento asistencial en verano, sino también la menor paciencia de los pacientes ante este hecho.
Reclama a las empresas sanitarias que “sean siempre cómplices de sus profesionales y se sitúen en la primera línea de defensa, aplicando de forma diligente las medidas de protección y prevención
Previamente a este último caso, ya se habían desarrollado varias protestas en centros sanitarios malagueños para reivindicar más medios contra esta problemática. Una circunstancia que llevó la semana pasada a la consejera de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía, Catalina García, ha anunciar la convocatoria de la mesa constituida contra las agresiones a sanitarios para hacer una radiografía de la situación y tratar de aportar medidas que lo solucionen. "Nunca la agresividad puede ser la solución de un problema, pero ni en el mundo sanitario, ni en nuestra sociedad. Vamos a volver a sentarnos para tomar medidas y evitar que nuestros profesionales, esos que nos cuidan desde que nacemos hasta que morimos, tengan que padecer estos casos”.
Desde Cataluña, otro de los rincones favoritos de españoles y extranjeros para disfrutar de las vacaciones, el sindicato Metges ha querido trasladar a ConSalud.es su preocupación ante esta “inaceptable” circunstancia que han de afrontar muchos facultativos, especialmente en los meses estivales, y reclama a las empresas sanitarias que “sean siempre cómplices de sus profesionales y se sitúen en la primera línea de defensa, aplicando de forma diligente las medidas de protección y prevención de las agresiones que fijen los protocolos y personándose como acusación en los casos en que los hechos violentos lleguen a instancias judiciales”.
"Hemos de perder el miedo y la vergüenza. Se debe comunicar a los servicios de prevención de riesgos laborales todos los actos que hayan provocado inseguridad"
De la misma manera, la organización sindical insta a los profesionales a "no dejar pasar ni una" y denunciar cualquier situación violenta, agresión, amenaza o falta de respeto por parte de los usuarios de los servicios de salud. "Hemos de perder el miedo y la vergüenza. Se debe comunicar a los servicios de prevención de riesgos laborales todos los actos que hayan provocado inseguridad, indefensión o vulnerabilidad aunque parezcan menores o anecdóticos", remarcan.
MÁS POBLACIÓN Y MENOS SERVICIOS
El secretario general de CCOO Sanidad en Granada, Félix Alonso, indica a nuestro medio que las agresiones son “actos intolerables y sin justificación alguna”, pero que vienen acrecentados por la “falta de recursos que se vive en los centros de salud”, especialmente con la llegada masiva de ciudadanos que multiplican la población de estas localidades turísticas. Todo esto lleva a que muchas personas no entiendan las largas listas de espera para ser atendidos y terminan “pagando su frustración con los propios empleados –sanitarios y no sanitarios-”. Ante lo cual, el portavoz sindical también remarca la importancia de que “los responsables políticos pierdan el miedo a trasladar a la población las carencias que vive la Sanidad”, para hacerles conscientes de ello.
Las carencias asistenciales están detrás de que muchos pacientes de manera injustificada violenten a los profesionales que “están ahí para ayudarles"
La Comunidad Valenciana es otro de los territorios favoritos para un descanso estival e imán poblacional de muchos españoles y foráneos. Desde allí, el presidente del sindicato CSIF en Valencia, Fernando García, comparte plenamente el diagnóstico de que “la falta de recursos en plantilla lleva a que los profesionales se encuentren prácticamente desbordados y esta saturación genera que no se pueda facilitar a los pacientes la atención de la manera que sería deseable”. De este modo, el colectivo médico parece coincidir en la idea de que las carencias asistenciales están detrás de que muchos pacientes de manera injustificada violenten a los profesionales que “están ahí para ayudarles”.
En la búsqueda de soluciones, el dirigente valenciano de CSIF considera clave desarrollar una labor de información a la sociedad. “Al ciudadano no se le puede mentir, porque luego llama a una ambulancia del SAMU y se encuentra que no lleva médico; o en verano se da de bruces con centros de salud cerrados”. Con todo, para evitar que estos casos de agresiones terminen normalizándose como otra ‘tradición veraniega’ las medidas deben ir en diferentes líneas, como “informar a los pacientes”, crear “equipos de prevención de agresiones” o facilitar el tiempo necesario para una “oportuna atención médico-paciente”, concluye García.