Las agresiones a profesionales sanitarios aumentan cada año: 515 médicos sufrieron algún tipo a incidente según los últimos datos de la Organización Médico Colegial (OMC). Una muestra de ello, fue lo ocurrido hace dos semana en el municipio toledano de Camarena donde un médico de Urgencias fue golpeado por el familiar de un paciente cuando el facultativo se disponía a atenderlo al padre del agresor en su domicilio.
La indefensión que sufre los sanitarios cuando ejercen fuera del ámbito hospitalario se ha vuelto a poner de manifiesto este fin de semana tras una nueva agresión en Zaragoza: una médica fue amenazada con un cuchillo y retenida durante 45 minutos en la casa de un paciente cuando acudió para atender.
Estos casos ponen de sobre la mesa la indefensión a la que están sometidos los profesionales cuando ejercen fuera del centro de salud o del hospital. En la actualidad, existen protocolos de actuación y normativas como el reconocimiento de los sanitarios como autoridades y la figura del Interlocutor Policial Sanitario implantada en 2017.
El registro de las agresiones es fundamental para conocer el contexto y buscar soluciones
A pesar de estos mecanismos las agresiones aumentan, ¿qué medidas hacen falta para prevenirlas en el caso de atención domiciliaria? “Teníamos programada una reunión con el Interlocutor Policial para plantear que mecanismos de defensa tienen los profesionales, encuentro que se ha acelerados tras los acontecimientos, y una de las ideas era la creación de un enlace a través del móvil en el cuál el sanitario pudiese avisar ante una situación de emergencias”, explica a ConSalud Concha Ferrer, presidenta del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza (COMZ).
En este sentido, Ferrer destaca la importancia de valorar cómo deben ser las visitas domiciliarias dado que los sanitarios suelen ir solos y que el 70 por ciento de los médicos menores de 45 años son mujeres.
La feminización de la profesión como factor de riesgo es más visible en Enfermería: 55 enfermeras son agredidas cada día según el Sindicato de Enfermería (Satse). “La sensación de vulnerabilidad es absoluta en el domicilio y cualquier tipo de agresión verbal o física es más difícil de atajar”, señala a ConSalud Mar Rocha, portavoz de Satse. A su juicio, es necesaria una ley nacional para combatir esta problemática tanto dentro como fuera de los centros sanitarios.
El riesgo de agresión y la indefensión aumentan para los sanitarios que realizan atención domiciliaria
Además, Rocha insiste en la necesidad “concienciar a los ciudadanos de que la relación de respeto y confianza con los profesionales en consulta tiene que mantenerse en el domicilio”. En este punto, tanto Rocha como Ferrer apuntar que la educación social es un pilar fundamental para prevenir las agresiones.
Por otra parte, ambas expertas advierten de que la labor de concienciación tiene que extenderse a los médicos y los enfermeros porque tanto para la detección de los posibles casos como para notificar cuando éstos ocurran. “Pedimos a nuestros colegiados que, aunque no denunciar ante la policía, nos informen porque conociendo las causas y el contexto del problema se podrán buscar solucionar, además, muchas veces los agresores son reincidentes”, comenta Ferrer.
Por su parte, Rocha apoya la idea de creación de dispositivos de alerta para las visitas a domicilio y añade: “Lo principal es la prevención a nivel nacional, la sensibilización y la formación de los sanitarios para detectar los casos”.