De acuerdo con los cálculos de la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) una de cada ocho españolas tendrá un cáncer de mama en algún momento de su vida. A pesar del descenso de la tasa de mortalidad por esta patología, gracias a programas de cribado y mejora de tratamientos, esta sigue siendo la primera causa de muerte por cáncer en España entre la población femenina: Según datos de la SEOM, 6.572 mujeres de nuestro país fallecieron en el año 2020 por este motivo.
En este marco, la Agencia Estatal de Investigación (AEI) ha contribuido con el progreso en investigación de la enfermedad donando más de ocho millones de euros, y con motivo de la celebración del Día Mundial de Cáncer de Mama, la AEI ha querido informar y recordar que durante los últimos cinco años ha financiado 43 proyectos de investigación que buscan alternativas terapéuticas, estudian fórmulas para mejorar el abordaje de los tratamientos, así como el diagnóstico precoz y la supervivencia de las pacientes contra la que es la enfermedad oncológica más frecuente entre la población femenina de nuestro país.
El director de la AEI, Domènec Espriu, destaca que “combatir una enfermedad que afecta a un número muy elevado de mujeres, y a algunos hombres, requiere un ataque desde muchos flancos. Desde la AEI financiamos buena parte de la investigación más fundamental en el ámbito biomédico. Colaboramos también activamente en las convocatorias de la Asociación Española contra el Cáncer y con otras organizaciones e instituciones especializadas. Avances recientes en tratamientos de base genética nos animan a reforzar y proseguir por ese camino”.
CÉLULAS RESISTENTES A TRATAMIENTOS
El caso de la investigación que dirige Roger Gomis, del instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB) es uno de los que se enmarca dentro de los 43 proyectos financiados por la AEI. Bajo el título de “Identifación de las células decáncer de mama persistentes y tolerantes a fármacos y responsables de mediar la recidiva posterior a la quimioterapia” se ha desarollado un proyecto que se enfoca en el empleo de la genética como un “arma” en la lucha contra la enfermedad.
“Las mujeres con cáncer de mama que desarrollan metástasis disponen de pocas opciones terapéuticas, y estas suelen ser ineficaces, por lo que por lo general el desenlace es fatal. Uno de los principales problemas a la hora de diseñar nuevas estrategias de tratamiento es el desconocimiento acerca de cómo las células de CaM se vuelven resistentes a las terapias convencionales (por ejemplo, a la quimioterapia), persisten en estado latente durante décadas y, finalmente, progresan para originar la metástasis”, explica Gomis.
"Creemos que tenemos muchas posibilidades de éxito para abordar este ambicioso objetivo”
“Con esta propuesta proponemos identificar las células persistentes y tolerantes a los fármacos en células de cáncer de mama, que se originan durante el tratamiento y pueden persistir en estado latente hasta que finalmente metastatizan. En resumen, proponemos resolver un problema recurrente, identificando y definiendo en detalle las células resistentes en cáncer de mama. Creemos que tenemos muchas posibilidades de éxito para abordar este ambicioso objetivo”, concluye el investigador responsable del proyecto.
REGULACIÓN EPIGENÉTICA
Desde el departamento de Genética, Antropología Física y Fisiología Animal de la Universidad del País Vasco (UPV), Amaia Arruabarrena-Aristorena coordina el proyecto ‘Función de la regulación epigenética del metiloma de histonas en el desarrollo del cáncer de mama’. El objetivo de esta investigación, que también recibe ayudas de la convocatoria de ‘Proyectos de Generación de Conocimiento’ 2022 de la AEI, es “sentar las bases de la regulación epigenética en el cáncer de mama con el fin último de obtener potenciales terapias combinatorias personalizadas para los pacientes”, tal y como especifica la investigadora responsable del estudio.
Respecto a los beneficios para las pacientes que aportará este proyecto, Arruabarrena-Aristorena defiende que “nuestra investigación es principalmente básica. Por lo tanto, creamos el conocimiento y sentamos las bases necesarias para que se puedan llevar a cabo estudios clínicos que den lugar a alternativas terapéuticas para la clínica. Es una inversión a medio-largo plazo, pero totalmente necesaria para avanzar en el tratamiento de las pacientes”.