El lanzamiento de ChatGPT ha despertado diversas opiniones en la sociedad y, particularmente, en la comunidad científica. Sin embargo, para los hepatólogos españoles, el avance de la tecnología del lenguaje basada en inteligencia artificial (IA), suscita más interés que miedo. Por ello, la Asociación Española para el Estudio del Hígado (AEEH), se ha convertido en la primera sociedad científica en incorporar dentro de sus herramientas informáticas de estudios clínicos y comunicación esta tecnología con el objetivo de convertirla en un instrumento de apoyo para todos sus asociados. Bajo el nombre de LiverAI, han puesto a disposición de los dos mil especialistas que forman parte de esta sociedad científica este asistente de IA que les ayuda en tareas relacionadas con su actividad investigadora como apoyo en la redacción de textos científicos, catalogación y comprobación de datos, formación y apoyo en toda su labor investigadora.
El presidente de la AEEH y jefe de Servicio de Gastroenterología y Hepatología en el Hospital Universitario Puerta de Hierro, José Luis Calleja, explica que la idea inicial es especializar a LiverAI para que aprenda a procesar la información y llegar a pensar como un hepatólogo. Para ello, recalcan la importancia de la preparación a través del entrenamiento intensivo de los miles de textos científicos y estudios clínicos de los hepatólogos, que en una fase más avanzada del proyecto marcarán las pautas, corrigiendo sus errores, enseñándole en definitiva a mejorar el procesamiento de datos y extracción de conclusiones.
"Lo que pretendemos es sumarnos al futuro para poder liderar el cambio, evitando que el ritmo de los tiempos nos supere y nos devore”
“No percibimos la IA como una interrupción de la sociedad del conocimiento humano, sino como un hito disruptivo en su evolución, que puede liberar de tiempo a los especialistas, para que lo dediquen a las tareas más inteligentes y al trato humano y atención personalizada a los pacientes”, señala Calleja.
Desde la Junta Directiva de la AEEH han explicado que están convencidos de que las tecnologías del lenguaje basadas en IA no son ningún peligro profesional ni amenaza para los pacientes, sino que, liderada y conducida por los especialistas, puede ser un instrumento de enorme valor.
“Ni se le puede poner vallas al campo ni nosotros queremos ponerlas: lo que pretendemos es sumarnos al futuro para poder liderar el cambio, evitando que el ritmo de los tiempos nos supere y nos devore”, concluye José Luis Calleja.