AEDV: "El programa MIR de Dermatología ya recoge formación complementaria en cirugía estética"

Preguntamos a la Academia Española de Dermatología y Venereología por la última Orden del Ministerio de Sanidad, que exige tener un apartado de cirugía estética en los programas formativos de las especialidades para poder hacer estas intervenciones

Juan García Gavín, dermatólogo y director de Comunicación de la Academia Española de Dermatología y Venereología (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
Juan García Gavín, dermatólogo y director de Comunicación de la Academia Española de Dermatología y Venereología (FOTOMONTAJE: ConSalud.es)
Manuel Gamarra
24 septiembre 2024 | 16:55 h
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La última Orden promulgada por el Ministerio de Sanidad, que tiene por objetivo evitar el intrusismo laboral dentro del campo de la cirugía estética y “avanzar” hacia un sistema sanitario más seguro protegiendo a los pacientes, limita la capacidad para realizar este tipo de intervenciones a los médicos especialistas vía MIR en Cirugía Plástica, Estética y Reparadora o en otra especialidad médico quirúrgica “que incluya competencias en cirugía estética dentro de su programa formativo”. Dermatología y Venereología es una de esas especialidades que cubre ambos terrenos y a la que, por ende, toca directamente la nueva normativa, pero sus profesionales están tranquilos en ese sentido: la formación que reciben, en caso de que algún dermatólogo quiera dedicar su carrera a la cirugía estética, es la que Sanidad exige.

“Precisamente, la excepción que incluye el Real Decreto es para poder incorporar todas aquellas especialidades en las que existen competencias en procedimientos de cirugía estética que, en nuestro caso, los dermatólogos realizan con normalidad, sin entrar en otros órganos que no sean la piel”, afirma a ConSalud.es el doctor Juan García Gavín, dermatólogo y director de Comunicación de la Academia Española de Dermatología y Venereología (AEDV). “Así lo define claramente nuestro programa formativo, actualizado por última vez en 2007: la Dermatología se encarga del cuidado de la piel, tanto enferma como sana, y para ello incorpora formación en tratamientos puramente médico quirúrgicos por un lado y en otros que son de sentido común y vox populi entre los dermatólogos por otro”, añade.

"El programa también incluye que la formación se puede ampliar por otras vías"

Tratamientos con láser, con otras fuentes de luz, con sustancias químicas (como los exfoliantes)… son algunos de los que cita el experto, y que, recuerda, “se incorporan dentro de los tratamientos invasivos”. “La mayoría se ven durante el periodo de residencia, y no solo en el ámbito hospitalario, donde sí que es cierto que igual no se obtiene formación en determinadas competencias críticas. Pero es que la residencia también incluye cursos, congresos, rotaciones externas donde el residente puede solicitar información incluso en la medicina privada, que sí tiene esa naturaleza más estética…”, apunta García Gavín.

Y es que ese es, precisamente, el principal punto que genera más polémica y que no especifica el citado Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios: no indica de qué manera ha de adquirirse esta formación en cirugía estética, únicamente que tiene que ser durante el periodo de residencia, lo que genera cierto recelo entre los cirujanos plásticos.

De hecho, desde la Sociedad Española de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (SECPRE) señalan a este periódico que el programa formativo de Dermatología y Venereología solo recoge que durante el cuarto año de residencia se deben adquirir, entre otros, “conocimientos de dermatología cosmética y estética”, así como competencias suficientes “para desarrollar la dermatología quirúrgica”; pero ni rastro de la cirugía estética.

"Los residentes pueden generar su itinerario formativo personalizado, dentro de un campo de conocimiento que cada vez tiende más a la hiperespecialización"

“El programa formativo en sí mismo recoge la formación complementaria. Hace referencia expresa a que todas las competencias para poder tratar la piel sana y la piel enferma, incluidas las quirúrgicas y estéticas, se van a adquirir durante las rotaciones hospitalarias, pero también que, como el hospital está limitado por las superespecialidades o por los intereses del propio residente, que podrían no verse satisfechos con la formación hospitalaria, dicha formación también se puede ampliar por otras vías”,  insiste García Gavín, quien afirma que, en definitiva, el problema es que no nos podemos ceñir “a la literalidad más absoluta” al analizar los programas formativos del MIR: “La Medicina evoluciona, las especialidades evolucionan… tanto, que a día de hoy hay tratamientos dermatológicos que en 2007 ni existían”.

No es un programa rígido ni exigente, sino todo lo contrario: abre la posibilidad a que te formes en todas aquellas áreas de la especialidad en las que quieras hacerlo. Los residentes pueden generar su itinerario formativo personalizado, dentro de un campo de conocimiento que, además, cada vez tiende más a la hiperespecialización: unos en dermatitis de contacto, otros en alergia cutánea, otros en cirugía dermatológica, otros en fotobiología, otros en dermatología pediátrica… y otros en cirugía estética dermatológica. Incluso les anima a que realicen los estudios de formación universitaria necesarios para poder presentarse a la tesis doctoral y convertirse en doctores en Medicina sobre algo relacionado con la especialidad”.

CUANTOS MÁS, MEJOR

Por todo ello, aunque desde la Academia Española de Dermatología y Venereología reconocen en un comunicado que esta actualización normativa “supone un importante logro social y un avance en la protección de los derechos de la ciudadanía”, también consideran “esencial” destacar que, como ha manifestado en reiteradas ocasiones el doctor García Gavín, la Dermatología  incluye entre sus competencias naturales la realización de intervenciones de cirugía estética en la piel, por lo que están tan capacitados como los cirujanos plásticos.

“Nosotros no vemos conflicto, y el Real Decreto tiene esa adenda que dice que la cirugía estética no es algo exclusivo de la Cirugía Plástica. Es beneficioso para el paciente que sea así, y, aunque la Medicina tiende a la superespecialización, no debemos olvidar que la riqueza muchas veces radica en la colaboración entre especialistas. Nosotros no queremos tener en exclusiva la piel, porque entendemos que hay otras áreas de conocimiento que también se las tienen que ver con ella. Y la realidad es que a nadie por la calle le extraña que un dermatólogo haga intervenciones de cirugía estética u otro tipo de intervenciones”, sentencia el experto.

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