La falta de recursos asistenciales y profesionales con formación específica retrasa el tiempo de derivación de los pacientes oncológicos que necesitan cuidados paliativos. Esta es una de las principales conclusiones publicadas en el documento de consenso ‘Procesos y tiempo de derivación de pacientes oncológicos a cuidados paliativos. Búsqueda de elementos de mejora’, realizado por la Asociación Española Contra el Cáncer, la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL).
Los cuidados paliativos son una parte esencial de los sistemas de salud en general, y de la asistencia oncólogica, en particular. Así, el objetivo del documento es poner de manifiesto las barreras y áreas de mejora en estos cuidados en España, así como proponer herramientas consensuadas para mejorar la calidad de los procesos de derivación de pacientes oncológicos en la fase final de vida desde los Servicios de Oncología a Unidades de Cuidados Paliativos. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mejoran la calidad de vida de los pacientes, ya sean adultos o niños, y de sus familias, cuando se enfrentan a problemas asociados a enfermedades no curables.
“Es importante la organización de grupos de trabajo o comités multidisciplinares que permitan la identificación de los casos susceptibles de atención paliativa de manera precoz”
El Dr. César A. Rodríguez, presidente de SEOM, ha comentado que “es necesario mejorar los circuitos de derivación de los pacientes desde los Servicios de Oncología Médica, en el proceso de transición del tratamiento activo, a los Cuidados Paliativos, mediante la implementación de protocolos y gestión por procesos que permita que los pacientes tengan un acceso precoz a las Unidades de Cuidados Paliativos y no solo en las etapas de fase final de la vida”.
El Dr. Rodríguez ha añadido que “es importante la organización de grupos de trabajo o comités multidisciplinares que permitan la identificación de los casos susceptibles de atención paliativa de manera precoz, que es una necesidad no cubierta en este momento por el sistema sanitario”.
En cuanto a la formación de los profesionales, el Dr. Rodríguez ha anunciado que SEOM "ha acordado con SECPAL impulsar acciones encaminadas a mejorar la colaboración y el intercambio de conocimientos y experiencias entre los profesionales de la oncología y de los cuidados paliativos para ampliar la comprensión mutua de la visión y los procesos de ambas disciplinas y mejorar el abordaje global del paciente con cáncer en esta era de la Oncología moderna".
Finalmente, ha añadido que “la dotación de recursos humanos y económicos para implementar unidades de Cuidados Paliativos de calidad es un aspecto de especial relevancia”.
En España, se estima que, de los casi 130.000 pacientes que presentan necesidades paliativas complejas cada año, aproximadamente 80.000 fallecen sin recibir atención paliativa de calidad
En el proceso oncológico, los cuidados paliativos son una parte fundamental del tratamiento integral del cáncer, mejorando la calidad de vida desde el diagnóstico, no solo al final de la vida. Su integración temprana permite una mejor gestión de los síntomas y puede mejorar los resultados de los tratamientos oncológicos. En la actualidad, existen desigualdades en el acceso y calidad de los cuidados paliativos en España, asociadas a factores geográficos, socioeconómicos y de diferente formación de los profesionales sanitarios. En España, se estima que, de los casi 130.000 pacientes que presentan necesidades paliativas complejas cada año, aproximadamente 80.000 fallecen sin recibir atención paliativa de calidad.
LAS BARRERAS EN LOS CUIDADOS PALIATIVOS
Una de las barreras que impiden la mejora del proceso de derivación de los cuidados paliativos es que no hay suficientes recursos, detectando principalmente una escasez de recursos humanos, tanto en atención primaria como en atención hospitalaria. Esto se traduce en que los pacientes, en ocasiones, no son derivados a cuidados paliativos hasta que están en fases avanzadas de la enfermedad, o incluso pueden llegar a existir listas de espera para ser valorados por vez primera.
Además, el documento indica que el estigma y los prejuicios asociados a los cuidados paliativos también constituyen una importante barrera, ya que tanto pacientes como familiares pueden retrasar la solicitud de esta atención por miedo o desconocimiento, e incluso por negación de su situación médica.
La insuficiente comunicación y colaboración entre los profesionales de Oncología y los de Cuidados Paliativos impacta negativamente en la continuidad y calidad de la atención que reciben los pacientes
También existen barreras burocráticas que dificultan la provisión de recursos esenciales para las personas afectadas, a veces tan básicos como camas o sillas adaptadas. Estos obstáculos complican la logística y la accesibilidad de los pacientes a los cuidados paliativos necesarios. Además, la falta de recursos económicos en muchas familias puede impedir que los pacientes reciban una atención adecuada en el hogar.
Otras de las barreras identificadas son el insuficiente tiempo de consulta, la ausencia de criterios claros para una correcta identificación y derivación de los pacientes oncológicos, y una falta de coordinación entre los diversos niveles asistenciales. Este déficit de coordinación se refiere tanto a los modelos de atención, que varían en función de las autonomías -o incluso entre hospitales de la misma comunidad-, como a la insuficiente comunicación y colaboración entre los profesionales de Oncología y los de Cuidados Paliativos, lo que impacta negativamente en la continuidad y calidad de la atención que reciben los pacientes.
PROPUESTAS PARA MEJORAR LOS PROCESOS Y TIEMPOS DE DERIVACIÓN
Las tres entidades consideran imprescindible llevar a cabo algunas acciones al respecto, con el objetivo de mejorar los procesos y tiempos de derivación. Por un lado, en relación con el paciente y su entorno los expertos indican la necesidad de dar a conocer los procesos de planificación anticipada de cuidados, en los que se incluyen los documentos de las voluntades anticipadas, realizando campañas de comunicación desde los propios centros asistenciales, ya que tienen un impacto positivo en la toma de decisiones sobre la atención en las fases avanzadas de la enfermedad y al final de la vida.
En cuanto al entorno sanitario, se propone formar grupos de trabajo que incluyan diferentes perfiles profesionales para trabajar específicamente en el desarrollo de criterios consensuados de derivación. Esta acción, destacan los expertos, no requiere de recursos económicos adicionales, aunque sí dotar a los profesionales del tiempo y de la formación adecuada para llevarla a cabo. Todo ello redundaría en una mejora de la atención integral al paciente.
También señalan la importancia de establecer y estandarizar protocolos de actuación, tiempos de atención y seguimiento, desarrollar circuitos de derivación entre los Servicios de Oncología, Cuidados Paliativos y Atención Primaria, así como la creación de unidades funcionales donde los pacientes puedan recibir asistencia por parte de diversos especialistas en una sola visita. Sobre este último punto, los expertos reconocen que “la organización de cada centro hospitalario y la necesidad de financiación hacen que esta propuesta sea difícil de implementar y generalizar a corto plazo.