Las agresiones a sanitarios siguen siendo una lacra sin resolver, con un aumento de casos en los últimos años. Según los últimos datos del Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial, en 2016 se produjo un aumento del 37%. Por su parte, el último informe del Consejo General de Enfermería muestra que un 33% del personal de Enfermería ha sufrido una agresión en el último año.
Estas cifras generales tienen nombre y apellido. Así, hace unos días se conocía la condena a tres años de cárcel a un hombre de 50 años por intentar ahogar a su médico de Familia en el Centro de Salud de Lardero (Logroño).
Este nuevo caso de violencia por parte de un paciente hacia su médico vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de más recursos para lograr prevenir y proteger a los sanitarios ante este tipo de situaciones. Con el objetivo de frenar estas agresiones ha nacido este último año la figura del interlocutor policial sanitario. De este modo, la policía se suma de manera más colaborativa con los colegios profesionales en la lucha de este tipo de agresiones.
Bajo el mando de un interlocutor nacional, se han nombrado un total de 55 interlocutores territoriales, que tendrán como objetivo dar respuesta a una demanda de seguridad, que no solo consista en reducir a una persona alterada o que haya agredido ya al sanitario, sino que vaya más allá. Según explicaba para EFE el jefe de la Brigada Central de Inspección e Investigación e Interlocutor Nacional Sanitario, Javier Galván, “la solución no es poner un policía en la puerta de cada centro, sino llevar a cabo una planificación, una estrategia y una actuación concertada”.
Más allá de estas acciones preventivas y de seguridad por parte de los intercolutores policiales, la concienciación a la hora de denunciar por parte del sanitario es otro aspecto de gran importancia para los colegios profesionales
Más allá de estas acciones preventivas y de seguridad por parte de estas nuevas figuras, la concienciación a la hora de denunciar por parte del sanitario es otro aspecto de gran importancia para los colegios profesionales, que llevan a cabo charlas para informar sobre las herramientas con las que cuentan los sanitarios para actuar contra esta lacra.
En la actualidad, la agresión a sanitarios está considerada como atentado y eso obliga a denunciarlo, ya que se estaría hablando de la comisión de un delito. Según manifiestan desde el Colegio Oficial de Médicos de Huesca, que recientemente ofrecieron a sus colegiados una charla sobre agresiones, “los propios trabajadores no podemos ser cómplices silenciosos, y tampoco tenemos la potestad de elegir si denunciamos o no”.
De esta manera, señalaban que, además de comunicar “a nuestro superior jerárquico cualquier acto violento, sea indulto, amenaza o coacción, si se ha producido agresión hay que poner la correspondiente denuncia en la Policía Nacional, Guardia Civil, Fiscalía o Juzgado”. En cualquiera de los casos citados, a su vez, hay que notificarlo a la entidad colegial.