Ocho de cada 10 empleados del Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés National Health Service) de Reino Unido declaran que la presión sobre sus centros de trabajo son igual de preocupantes que en los momentos más duros ocasionados por la pandemia de la COVID-19, tal y como revela una nueva encuesta de YouGov.
Atendiendo a detalles concretos, más del 80% de los 1.000 profesionales del NHS encuestados advirtieron que los problemas continúan creciendo de manera notoria, toda vez que el 96% entiende que persistirán durante varios años, a pesar de una bajada de la incidencia de las enfermedades generadas por el SARS-CoV-2.
"Se espera que el impacto en salud mental dure muchos años, por lo que debemos seguir estando ahí para el personal a largo plazo"
En concreto, los trabajadores están especialmente preocupados porque el sistema se vea afectado por una acumulación récord de pacientes, que puede derivar en unas extensas listas de espera. Asimismo, muestran su inquietud por aquellos pacientes con dolencias que no fueron atendidas durante los picos de la crisis sanitaria.
Con la llegada del frío, tres cuartas partes del personas revelan su temor ante el aumento invernal de enfermedades respiratorias, lo que deriva en una mayor presión asistencial sobre los servicios europeos. A todo ello, lamentan, se suma el "enorme coste mental que la pandemia ha tenido y sigue causando", precisa la directora ejecutiva el NHS Charities Together, Ellie Orton.
"Se espera que el impacto dure muchos años, por lo que debemos seguir estando ahí para el personal a largo plazo", añade Orton. En cifras, casi la mitad de los encuestados señalan que han experimentado ansiedad desde el comienzo de la pandemia, mientras que casi una cuarta parte comunicaron depresión.