Hace cuarenta años, concretamente el 14 de junio de 1984, vio la luz en España una Orden Ministerial muy esperada por miles y miles de personas en nuestro país: la que regulaba, de manera oficial, a los técnicos superiores sanitarios, estableciendo sus competencias y funciones en los distintos ámbitos de actuación. Cuatro décadas después, la situación ha cambiado enormemente, y los interesados en esta Formación Profesional (FP) ya disponen de hasta once especialidades entre las que pueden elegir para enfocar su futuro profesional.
Al principio, recuerda a ConSalud.es José Joaquín Durán, presidente de la Sociedad Española de Técnicos Superiores Sanitarios (SETSS), solo eran cinco las que reflejaba aquella Orden Ministerial: Laboratorio Clínico y Biomédico, Anatomía Patológica y Citodiagnóstico, Radioterapia y Dosimetría, Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear y Prótesis Dentales. “Las titulaciones ya existían, pero no estaban reguladas, y hasta que salió la Orden fueron años muy duros para los técnicos especialistas, porque no podían trabajar en los hospitales al no tener habilitación. Además, teníamos la resistencia de los ayudantes técnicos sanitarios, los ATS, que entonces eran todos los enfermeros y los que hacían esos trabajos”.
“Los compañeros que consiguieron que la norma saliese adelante lo hicieron a base de presión, movilizaciones y manifestaciones"
Tampoco fueron sencillos los años posteriores a la Orden, que pretendía, a raíz del surgimiento de nuevas titulaciones universitarias, como la de Enfermería, “ir cambiando a unos profesionales por otros más especialistas en esas áreas”. “Los compañeros que consiguieron que la norma saliese adelante lo hicieron a base de presión, movilizaciones y manifestaciones, y con el posicionamiento en contra de los ATS, que incluso llegaron a hacer huelga en ese momento. Pero nosotros contamos en ese momento con la complicidad del Ministerio de Sanidad, que veían que nuestra figura era claramente necesaria”, insiste Durán.
Y es que la clave de su figura -“que ya existía en todos los países de nuestro entorno desde los años 40”-, apunta, es la especialización: “España necesitaba un profesional dedicado a las tareas de diagnóstico y de tratamiento específicas, como había en prácticamente todo el mundo”. Desde entonces, a las cinco especialidades originales antes citadas, se han ido sumando otras seis: Audiología Protésica, Dietética, Documentación y Administración Sanitarias, Higiene Bucodental, Ortoprótesis y Productos de Apoyo y Prótesis Dentales.
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce, y los técnicos superiores sanitarios también tienen sus demandas, que no son pocas. Empezando por el hecho de que algunas de estas especialidades todavía no están reconocidas en el Sistema Nacional de Salud, como la de Documentación y Administración Sanitarias. “Queremos que sea realmente el administrativo sanitario, porque a día de hoy tenemos los hospitales llenos de administrativos y de auxiliares administrativos que no son sanitarios, cuando esta figura existe desde el 2014”, demanda.
“Nuestra formación actual es deficiente, y se nos sigue regulando con las normas de 1984, pero el problema es que hay varios grupos de interés a los que creemos que no les interesa que cambiemos"
“También pedimos que en las consultas de Otorrinolatringología haya un técnico superior en Audiología, o que los servicios de Traumatología y Rehabilitación deberían tener una unidad de Ortoprótesis para dar una primera asistencia, algo que solo hay actualmente en dos hospitales de Granada y Oviedo. O que haya un higienista bucodental en cada centro de Atención Primaria de España. Pasa igual con los dietéticos, que a día de hoy brillan por su ausencia en los hospitales”, denuncia el presidente de la SETTS, quien remarca, para dar pie a otro de los problemas que enfrentan actualmente, a un “caso anacrónico” que ocurre con estos últimos.
“Pasado el tiempo, nació la carrera de Nutrición Humana y Dietética, y ahora mismo conviven ambas especialidades, la universitaria y la de FP, realizando muchas veces las mismas tareas”. Así, reivindica José Joaquín Durán, desde la SETSS piden “equipararse al resto del mundo” y que Laboratorio Clínico y Biomédico, Anatomía Patológica y Citodiagnóstico, Radioterapia y Dosimetría e Imagen para el Diagnóstico y Medicina Nuclear estén unificadas y sean consideradas de ámbito universitario. “Nuestra formación actual es deficiente, y se nos sigue regulando con las normas de 1984. El problema es que hay varios grupos de interés a los que creemos que no les interesa que cambiemos”, denuncia el experto.
PROBLEMAS SIN SOLUCIÓN A LA VISTA
Además de contar con unos planes muy anticuados -“son profesiones eminentemente prácticas pero con muy pocas prácticas reales”-, los técnicos superiores sanitarios también se enfrentan a otra problemática relacionada directamente con el aspecto de la formación: muchos títulos son utilizados por los estudiantes para acceder a grados universitarios.
"Lo saben de primera mano, pero no hemos visto ni un gesto hacia las organizaciones de técnicos superiores sanitarios”
“Últimamente se ha agravado con la aparición de las academias online, que están regalando los títulos para que la gente saque nota. Llegan a los centros de trabajo con una formación muy deficiente, realizando las prácticas para trabajar en Laboratorio Clínico en centros veterinarios o incluso directamente sin prácticas. Eso va en contra de la profesión, del sistema sanitario y de la correcta asistencia que merecen los paciente”, critica Durán, a quien, máximo representante de unos profesionales a los que, asegura, no les va a temblar la mano “si no hay cambios por parte del actual Ministerio de Sanidad”: “Vaticino un otoño complicado”.
“Me temo que llegaremos a la presión, y que, como hicimos en la huelga de Cataluña, pararemos los hospitales de España. Lo saben de primera mano, al secretario de Estado se le ha informado, pero no hemos visto ni un gesto hacia las organizaciones de técnicos superiores sanitarios”, alerta Durán, quien también recuerda que les “deben”, desde el año 2007, pertenecer al grupo B del personal funcionario. “La ciudadanía merece que nuestro trabajo sea de calidad, porque repercute directamente en su salud”, sentencia el presidente de SETSS.