40 años del primer trasplante de corazón en España: “Hubo pocos nervios, estábamos muy convencidos”

Tal día como hoy de 1984 se produjo en España el primer trasplante de corazón con éxito. Hablamos con Josep María Caralps, el cirujano encargado de llevarlo a cabo, quien recuerda con todo lujo de detalles aquel histórico día

Josep María Caralps, primera persona en trasplantar un corazón en España (FOTO: Sociedad Española de Cardiología)
9 mayo 2024 | 07:00 h
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Un 8 de mayo de 1984, a las once de la mañana, el Dr. Josep María Caralps recibió una llamada que le cambiaría la vida. El jefe de Inmunología del Hospital Clínic de Barcelona, que era el que se encargaba de hacer el matching entre donantes y receptores entonces en la ciudad condal, le dijo que en el Hospital de Bellvitge había aparecido un donante óptimo para su paciente, un joven de 29 años que padecía miocardiopatía congestiva en fase terminal y que llevaba un mes en la unidad de cuidados intensivos cardiológicos del Hospital de Sant Pau. Horas más tarde, ya por la noche, el cirujano le trasplantó con éxito el corazón, convirtiéndose en la primera persona en hacerlo en España.

Para ello, uno de sus compañeros de servicio, Oriol Bonnin, viajó al Bellvitge junto con dos enfermeras y otro cirujano para llevarle a Caralps el corazón del donante, un chico de solo 21 años que acababa de sufrir una muerte cerebral. “Al cabo de unas horas, el doctor Bonnin regresó con el corazón, y con la ayuda del doctor Josep María Padrón lo implantamos. Así fue todo”, recuerda el doctor Caralps durante una entrevista telefónica concedida a este medio. “La técnica del trasplante de corazón es muy sencilla, no hay secretos. Y si lo haces bien, como todas las cosas, el resultado tiene muchas posibilidades de ser óptimo”, añade, quitándole hierro al asunto.

 “La técnica del trasplante de corazón es muy sencilla, no hay secretos"

Actualmente, según cifras de la Sociedad Española de Cardiología, en nuestro país se producen alrededor de 300 trasplantes de corazón al año, y José María Cralps acaba de participar, a sus 82 primaveras, en un acto conmemorativo en el Hospital de Sant Pau por aquellas décadas cuatro del primero. Junto a él han estado, entre otros, el Dr. Manel Ballester, director del Programa de Trasplante de Corazón entre 1983 y 1999, así como distintas personas trasplantadas en el hospital barcelonés desde entonces. “Fue un hito muy importante, evidentemente, tanto para los pacientes como para mi carrera”, reconoce ahora sí el experto, quien recuerda al detalle aquel día.

¿Hubo nervios?: “Pocos. Momentos de emoción sí, pero la verdad es que íbamos muy preparados. Estábamos convencidos de que todo iría bien”. Y es que, aunque todo se concretó en la mañana de aquel 8 de mayo de 1984, Josep María Caralps llevaba ya a sus espaldas mucho tiempo de preparación para ese momento. En concreto, el doctor comenzó a hacer trasplantes experimentales en 1965, para después continuar con su formación en Nueva York, donde participó en la selección de donantes para el Maimonoides Medical Center. Allí se hicieron el segundo y cuarto trasplante de corazón del mundo.

“Era el último mono, iba a buscar a los donantes por toda la ciudad”, recuerda Caralps. Sin embargo, gracias a esa experiencia, durante su estancia en Estados Unidos se le puso entre ceja y ceja el objetivo de implementar los trasplantes de corazón en España. Así, en su regreso a Barcelona, ya como cocreador y jefe de la Unidad de Cirugía Cardíaca y del Departamento de Cardiología del Hospital Sant Pau, luchó por ello hasta que en 1981 ingresó en el grupo de trasplantes del centro: “Les dije que lo que teníamos que hacer nosotros era un programa de trasplantes completo, así que mis compañeros y yo nos pusimos a ello”.

"El paciente me preguntó que cuántos trasplantes de corazón habíamos hecho antes del suyo, y yo le tuve que responder que ninguno"

Más cirugía experimental, trasplantes en perros… hasta que, en 1984, poco antes de aquel histórico día para la sanidad de nuestro país, se fue a Cambridge y ayudó al jefe de servicio del hospital a la extracción de un corazón humano. “Fui apuntando todos los pormenores y los detalles que eran importantes para conseguir el éxito en la intervención, y cuando volví elaboré un protocolo y hablé con todos los jefes de servicio del Sant Pau que estarían implicados en el trasplante. Todo el mundo nos apoyaba, sin ningún pero”, afirma el cirujano cardíaco.

Ya para entonces sabía que, en cuanto le comunicasen que había un corazón óptimo, se pondrían manos a la obra con la intervención. “Estábamos todos unidos para hacerlo bien”, insiste Caralps, quien, manteniendo la humildad durante toda la conversación, no quiere dejar de remarcar que su equipo no fue el primero en trasplantar un corazón en España. Sí que fueron los primeros en hacerlo con éxito, después de un intento infructuoso por parte del Dr. Cristóbal Martínez Bordiú, el yerno de Franco, en 1968. Su paciente, no obstante, murió en La Paz a las pocas horas por problemas derivados del procedimiento quirúrgico.

UN TRABAJO EN EQUIPO

El que no las tenía todas consigo era precisamente el paciente del doctor catalán, Juan Alarcón Torres, el citado joven de 29 años con miocardipatía congestiva. “Le dije que era la única solución para su problema y para que siguiera llevando una vida aceptable. Me preguntó que cuántos trasplantes habíamos hecho antes, y yo le fui sincero: le respondí que ninguno, que él suyo sería el primero, pero que estuviera confiado, que todo iría bien. Me dijo que se lo pensaría, pero al día siguiente volvió a su cama de la unidad de cuidados intensivos decidido a ello”, dice el cirujano. Al principio fue bien, y el paciente vivió con total normalidad con su corazón 'nuevo'… pero a los nueve meses todo se volvió a complicar.

“Cada uno de ellos hizo lo que tuvo que hacer en todas las intervenciones, desde el último técnico de quirófano hasta el que estaba arriba del todo”.

“Cuando nos dijeron que había muerto fue el peor momento, claro. Y todavía no sabemos qué es lo que pasó. En uno de los análisis que le hicimos dos semanas antes de su fallecimiento se podía intuir que aparecía un rechazo, pero no supimos verlo”, lamenta Josep María Caralps. Del donante no sabe nada, permanece secreto. “Años más tarde, se me acercó una señora y me dijo que era la tía del donante. Le di las gracias, pero no le pregunté el nombre ni nada más”, matiza. En julio de 1984, el doctor Ramón Arcas realizó en la Clínica Universidad de Navarra el segundo trasplante de corazón de la historia de España, y, en septiembre, Diego Figueroa se estrenó con una niña de 11 años en el Puerta de Hierro.

El equipo de Caralps también realizó el segundo trasplante del Sant Pau a los pocos meses. Esta vezsu paciente vivió 21 años. “Éramos el mismo equipo, salvo el doctor Bonnin, que estaba de vacaciones. Fui yo el que tuvo que ir a por el corazón, traerlo e implantarlo en el hospital”, recuerda el cirujano: “Cada uno de ellos hizo lo que tuvo que hacer en todas las intervenciones, desde el último técnico de quirófano hasta el que estaba arriba del todo”. En la actualidad, la supervivencia de un trasplantado cardiaco en España es del 80% al año, y del 70% a los 5 años.

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