El colectivo enfermero, como toda la población española, estará muy pendiente de conocer los resultados electorales de este 23 de julio. No en vano, del próximo Gobierno entrante dependerá dar respuesta a las necesidades y desafíos que aguardan a la Sanidad en nuestro país, así como a los retos y reivindicaciones específicas de la profesión enfermera. De esta manera, la nueva legislatura abre el camino a cuatro años en los que estos sanitarios esperan ver mejoradas sus condiciones laborales y desencallar históricas reclamaciones que la Enfermería ha venido sosteniendo en los últimos tiempos.
Con vistas a la entrada de un nuevo ciclo político ha decidido atender a ConSalud.es, José Luis Cobos, vicepresidente tercero del Consejo General de Enfermería (CGE) para hacer un repaso de la radiografía de sus sector y las demandas a las que les gustaría poder encontrar una respuesta en este nuevo periodo que está por comenzar. Una etapa en la que se haría necesario “un cambio en nuestro actual modelo sanitario”, pues tras la pandemia es “inestable y tiene muchas deficiencias a las que hay que poner soluciones urgentes”, remarca. Un Sistema Nacional de Salud que ha estado en el foco de numerosas protestas y huelgas de profesionales durante esta última etapa de la legislatura.
“Los responsables sanitarios tendrán que adecuar las ratios de enfermera-paciente a las cifras que hay en otros países de nuestro entorno”
Esta reestructuración pasaría en primera instancia por una política eficiente de los recursos humanos, de los que las enfermeras son el “pilar fundamental” y el colectivo más numeroso, con unos 330.000 efectivos en nuestro país. Una cifra que, por otro lado, continúa siendo insuficiente para cubrir las necesidades de toda la población. “Los responsables sanitarios tendrán que adecuar las ratios de enfermera-paciente a las cifras que hay en otros países de nuestro entorno”, advierte el responsable del CGE. No en vano España dispone de alrededor de 6 profesionales de Enfermería por cada 1.000 habitantes, lejos de la media europea de 9 efectivos.
Las medidas a tomar por el próximo Gobierno no sólo han de pasar por la creación de más plazas para el SNS, sino también por una mejora cualitativa para el colectivo. En esta línea, desde el Consejo General de Enfermería invitan a que los nuevos dirigentes se pongan manos a la obra en el “desarrollo de las especialidades de Enfermería”. Si bien en nuestro país existen 7 especializaciones diferentes en el catálogo, a efectos prácticos “no se están implementando actualmente en el sistema de salud como se debería”, alerta Cobos, quien también destaca que la formación de las enfermeras españolas está considerada como “una de las mejores del mundo”.
Se trata de una formación que, sin ser una especialidad, “permitiría una preparación más cualificada de la de cuidados generales”
En la actualidad un profesional de Enfermería completa 4 años de grado, pudiendo añadir otros 2 de especialización. En concreto 50.000 enfermeras están especializadas, pero en realidad “sólo en matronas y, en algunos casos, en la salud mental y la Pediatría se reconocen estas especialidades”. Ante esta realidad, el representante del colectivo demanda a los nuevos encargados de la gestión pública que “aprovechen plenamente el potencial que tienen las enfermeras” y se den los pasos necesarios para adecuar la formación de los trabajadores a las labores asistenciales que desarrollan.
Ahondando en esto, José Luis Cobos, denuncia la necesidad de desarrollar los “diplomas de acreditación avanzada”. Se trata de una formación que, sin ser una especialidad, “permitiría una preparación más cualificada que la de cuidados generales”. Estos diplomas vienen recogidos en una normativa ya aprobada desde el año 2015, pero que “no se está desarrollando”, lamenta. Una implementación que desde el CGE consideran esencial para dar respuesta a los futuros desafíos que traerá la Sanidad en los próximos años.
“Tenemos que dar calidad de vida durante estos años de más que vamos a poder vivir, por ello creemos que se deben desarrollar políticas donde apostemos por la cronicidad"
La inercia de la sociedad está llevando al país a un escenario en el que la población vive más y se hace necesario un servicio asistencial preparado para atender a una ciudadanía más envejecida. “Tenemos que dar calidad de vida durante estos años de más que vamos a poder vivir, por ello creemos que se deben desarrollar políticas donde apostemos por la cronicidad y la atención a estos pacientes desde Enfermería”, avanza. Así, insta al nuevo Gobierno a desarrollar normativas para adaptarse a este nuevo panorama como la Ley de Ordenación de Las Profesiones Sanitarias, la Ley del Medicamento y el Estatuto Marco en Sanidad, así como el hecho de que la prescripción enfermera sea “una realidad en todo el sistema sanitario por igual y en todas las comunidades autónomas”.
Un último marco de actuación en el que el CGE espera lograr avances en los próximos años es el reconocimiento de la categoría profesionalenfermera en el grupo A1 -ahora A2-. “Nos limita a determinados puestos de gestión. Lo que pedimos es que nos equiparen al resto de profesionales con grado universitario y que podamos acceder a los mismos puestos gestores que ellos”, reclama. Una demanda histórica del colectivo que ha quedado recurrentemente aparcada por los diferentes responsables políticos y para la que ahora, como para el resto de las reivindicaciones enfermeras, se abre un nuevo horizonte de esperanza.