La figura de la enfermera escolarestá implementada de manera muy desigual en España, y su legislación es prácticamente inexistente. El Consejo General de Enfermería (CGE) lleva años luchando contra esta problemática, y ahora se han unido a otras 15 instituciones para reclamar tanto a la ministra de Educación, Pilar Alegría, como a todos los presidentes autonómicos, una coordinación “para lograr que todos los criterios normativos que se establezcan sean homogéneos en relación a las competencias, formación, dependencia y grado de participación e integración de la enfermera escolar”.
Así, han redactado una carta para “exigirles” su implantación en todos los centros educativos, “garantizando que las necesidades de salud y sanitarias de los menores sean atendidas dentro del ámbito escolar y participando activamente en políticas sanitarias, así como realizando promoción y prevención de la salud en los centros escolares desde las edades más tempranas y para toda la Comunidad Educativa”. También han pedido una reunión con todos ellos para explicarles, “de primera mano”, cuál es la evidencia científica que avala el trabajo de esta figura, y la importancia de aprobar una Ley Nacional de Enfermería escolar.
Con ello se elaboraría un plan de integración de las enfermeras en las escuelas, para su incorporación gradual e inmediata en todos los centros escolares, y que daría paso a otras medidas, como la creación de una bolsa de trabajo específica. En ella, la enfermera sería contratada garantizando la estabilidad, “así como la continuidad asistencial más allá del curso académico”. Otra medida que consideran fundamental es la creación de una titulación o acreditación específica “para capacitar a las enfermeras en el ámbito escolar”.
"Más allá de los cuidados a niños y niñas con patologías crónicas, poco frecuentes o discapacitantes, las enfermeras escolares se encargan de la promoción de la salud de los más jóvenes y de toda la comunidad educativa”
“Las posibilidades de actuación de las enfermeras escolares son muy amplias. Van desde abordar de forma sistematizada la educación sanitaria y para la salud, con la adquisición de hábitos de vida saludables, hasta el cuidado y seguimiento de niños y niñas con patologías crónicas que sin una enfermera tendrían complicado su escolarización, minimizando el absentismo escolar y el laboral en sus padres; pasando por la atención de episodios agudos y ser referentes y agentes de salud dirigidos no solo a los alumnos, sino también a profesores y familias”, apunta Diego Ayuso, secretario general del CGE, que, como el resto de asociaciones, proponen trabajar desde una cartera de servicios.
“El trabajar en una cartera de servicios de enfermeras escolares tiene el objetivo de concretar y sintetizar las principales prestaciones que pueden realizar las enfermeras en los centros educativos, y que sirva de referencia para las administraciones públicas y también para los centros privados a la hora de impulsar la implantación de las enfermeras en escuelas e institutos”, comenta Ayuso. “Lo hemos dicho muchas veces y ya se hace imprescindible trabajar de manera urgente para incorporar la enfermera escolar en todo el territorio nacional. Hay que recordar que más allá de los cuidados a niños y niñas con patologías crónicas, poco frecuentes o discapacitantes, las enfermeras escolares se encargan de la promoción de la salud de los más jóvenes y de toda la comunidad educativa”, sentencia Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.