La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha firmado este jueves un nuevo acuerdo alcanzado en el marco del Diálogo Social, con patronal y sindicatos, centrado en la Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027. En el acto han participado todos los interlocutores sociales y representantes de las diferentes Comunidades Autónomas. “La Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo 2023-2027 se sustenta en dos pilares fundamentales: la prevención y la colaboración, con un enfoque integral, y situando al mismo nivel la protección de la salud física y mental de las personas trabajadoras”, ha destacado la ministra Díaz.
En el acto protocolario de la firma han asistido los secretarios generales de las organizaciones sindicales CCOO y UGT, Unai Sordo y Pepe Álvarez respectivamente, así como el presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Antonio Garamendi, el presidente de la Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa (CEPYME), Gerardo Cuerva, el director de Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), Carlos Arranz, y en representación de las Comunidades Autónomas, la Consejera de Empleo y Políticas de Empleo del Gobierno de Cantabria, Eugenia Gómez de Diego, ya que los regionales también han participado en la elaboración de la Estrategia.
MESA DE DIÁLOGO SOCIAL
La ministra ha anunciado además la próxima apertura de una mesa de diálogo social para actualizar el marco normativo de la Ley de Prevención de Riesgos laborales a fin de mejorar la integración de la actividad preventiva de las empresas, la introducción de la perspectiva de género en la gestión de la prevención de riesgos y el reforzamiento de la protección de las personas trabajadoras frente a los riesgos psicosociales. “Es una expresión de la importancia de nuestros objetivos, que estarán avalados por el Diálogo Social”, ha resaltado Díaz.
“Vamos a hacer entre todas y todos que nuestros trabajos sean cada día más seguros y saludables, en los que se minimicen plenamente los riesgos y el compromiso con la prevención sea firme e inapelable”
Con el objetivo de conseguir la mayor eficacia posible en la mejora de las condiciones de seguridad y salud en el trabajo y anticiparse a las posibles amenazas se han trazado seis objetivos estratégicos con sus correspondientes líneas de trabajo: mejorar la prevención de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales; gestionar los cambios derivados de las nuevas formas de organización del trabajo, la evolución demográfica y el cambio climático; mejorar la gestión de la seguridad y la salud en las PYMES; una apuesta por la integración y la formación en prevención de riesgos laborales; reforzar la protección de las personas trabajadoras en situación de mayor vulnerabilidad; introducir la perspectiva de género en el ámbito de la seguridad y salud en el trabajo; fortalecer el sistema nacional de seguridad y salud en el trabajo para afrontar con éxito futuras crisis
AGENDA PARA LA PREVENCIÓN DEL CÁNCER
Entre las novedades de la estrategia destaca la creación de la Agenda Nacional para la Prevención del Cáncer de Origen Profesional, que permitirá avanzar en la mejora de la identificación de enfermedades profesionales recopilando acciones para conocer la situación actual del cáncer de origen profesional en el país. Ello permitirá adaptar la normativa, a la vez que mejorar la detección temprana y prevención de las enfermedades, entre otros.
TRANSFORMACIÓN DIGITAL Y SALUD MENTAL
Ante la transformación digital, ecológica y el cambio demográfico que se está produciendo, se va a revisar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales y el Reglamento de los Servicios de Prevención, para incorporar la integración de la edad y la diversidad generacional en la gestión preventiva y reforzar la protección de las personas trabajadoras frente a riesgos psicosociales. Asimismo, se va a apoyar a las empresas para identificar y evaluar los riesgos derivados de la digitalización y las nuevas formas de empleo, como por ejemplo vigilar las condiciones de seguridad y salud de las personas que se dedican al reparto o la distribución de todo tipo de mercancías. También se promoverán planes de actuación para mejorar y controlar las condiciones de trabajo en actividades más afectadas por los cambios medioambientales. Además, por primera vez la Estrategia de Seguridad y Salud en el Trabajo dedica una atención especial a la salud mental con planes específicos para la identificación, evaluación y prevención de los riesgos psicosociales en actividades con mayor prevalencia de enfermedades mentales, entre otras actuaciones.
TRABAJADORES EN SITUACIÓN DE VULNERABILIDAD
Con la identificación de colectivos de personas trabajadoras que presentan los peores datos de seguridad y salud, se van a analizar los factores que las hacen vulnerables y se incorporará la prevención de riesgos laborales en otras políticas públicas. Se prestará especial atención a los trabajadores y trabajadoras del sector sociosanitario, como lo son las personas trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), a través de acciones que mejoren el conocimiento de patrones de siniestralidad y las patologías relacionadas con el trabajo.
FACILITAR LA PREVENCIÓN PARA PYMES Y AUTÓNOMOS
A fin de que las pequeñas y medianas empresas puedan mejorar las condiciones de seguridad y salud en el trabajo, se va a revisar la normativa para facilitar su aplicación y se va a promover la formación y capacitación en prevención de riesgos laborales. En el caso de los y las autónomas se analizará la normativa correspondiente para lograr una protección de la salud equiparable a la de las personas trabajadoras por cuenta ajena y, de ser necesario, se modificará.
APLICAR EL ENFOQUE DE GÉNERO
Aunque un análisis global de los accidentes de trabajo demuestra que los hombres se accidentan más que las mujeres, existen determinadas ocupaciones o actividades en los que son las mujeres las que corren el riesgo de sufrir daños asociados a la actividad profesional. Es por ello que, para conseguir una integración de la perspectiva de género en la gestión preventiva, se va a incorporar esa perspectiva en los procesos de evaluación de riesgos y los estudios sobre las condiciones de seguridad laboral. En resumen, “vamos a hacer entre todas y todos, que nuestros trabajos sean cada día más seguros y saludables, en los que se minimicen plenamente los riesgos y el compromiso con la prevención sea firme e inapelable”, ha concluido la ministra.