La Unión Europea de la Salud pincha: las estrategias no le dan prioridad

El empuje de los últimos años de la Unión Europea de la Salud presenta un futuro incierto con una agenda estratégica de la UE para 2024-2029 que no la prioriza

Banderas de la Unión Europea (Foto. Eduardo Parra   Europa Press)
Banderas de la Unión Europea (Foto. Eduardo Parra Europa Press)
Paola de Francisco
11 agosto 2024 | 11:00 h
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"Creo que uno de nuestros mayores retos en esta década es proteger la salud mental de nuestros niños y jóvenes”. Así de tajante se mostraba Ursula von der Leyen tras recibir de nuevo el apoyo del Parlamento Europeo para ser reelegida presidenta de la Comisión Europea el pasado mes de julio. La salud ha sido y es uno de los ejes sobre los pivota en los últimos años la Unión Europea, siendo “una prioridad” la construcción de la Unión Europea de la Salud, como señaló la comisaria europea de Salud y Seguridad, Stella Kyriakides, tras la Reunión Informal de ministros de Sanidad de la UE que se celebró en julio de 2023. Sin embargo, esta voluntad no se está reflejando en las estrategias para los próximos años del organismo europeo.

Así lo recoge un editorial publicado en The Lancet Regional Health Europe, que señala que, pese a la mostrada voluntad de los comisarios y diputados europeos de fomentar la Unión Europea de la Salud, “la agenda estratégica de la UE para 2024-29, en la que se describen las prioridades de la UE para los próximos 5 años, que no da prioridad a la salud”. De hecho, en dicho documento la salud se menciona solo tres veces en referencia al fortalecimiento de la resiliencia y preparación para las emergencias sanitarias, desarrollo tecnológico y farmacéutico y cooperación para mejorar el acceso a los medicamentos.

“La agenda para 2024-2029 pasa por alto cuestiones cruciales como la creciente inequidad sanitaria o el aumento de las enfermedades no transmisibles"

Según reflejó hace un año el entonces ministro de Sanidad en funciones, José Miñones, los Estados miembros coinciden en armar una base sólida de los diferentes sistemas de salud "para ser capaces de coordinarnos para poder hacer frente a todos los retos que tengamos de aquí en adelante”.  En este último año, concretamente, la UE ha puesto en marcha distintas normativas en el ámbito sanitario para dar respuesta a los principales problemas de salud pública o prevenir patologías.

Así se ha dado luz al esperado Espacio Europeo de Datos Sanitarios, que facilitará las consultas entre profesionales, la investigación, la atención de los pacientes fuera de sus países o la interoperabilidad; se está perfilano la Estrategia Farmacéutica para la región; se han revisados los estándares de calidad del aire para conseguir una contaminación cero en 2050 o publicado normativas de prohibición de sustancia como los PFAS, compuestos químicos muy utilizados en la industria y que tienen graves consecuencias para la salud y el medioambiente, y ha legislado sobre inteligencia artificial y su uso en ámbitos concretos como el sector salud. Y no hay que olvidar el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer;

Con todo, y pese a la voluntad mostrada, la realidad es que de cara a los próximos años el Consejo Europeo no parece preocuparse por la salud. “La agenda para 2024-2029 pasa por alto cuestiones cruciales como la creciente inequidad sanitaria, el aumento de las enfermedades no transmisibles (la principal causa de muerte en la UE), exacerbada por una población que envejece rápidamente, la creciente prevalencia de las enfermedades mentales y la alarmante escasez de trabajadores sanitarios”, señala el editorial de The Lancet.

El cambio climático y la neutralidad climática parecen ser los focos en los que se centrará la Unión Europea en el sector salud. Sin embargo, no responden a la necesidad de una UE de la Salud. “Es imperativo que se comprometan a desarrollar una estrategia integral para prevenir y abordar las enfermedades no transmisibles, fomentar la creación de entornos saludables y sistemas alimentarios sostenibles, y abordar los determinantes comerciales y socioeconómicos de la salud”, señala el editorial.

“Establecer una verdadera Unión Europea de la Salud es esencial para salvaguardar la salud de todos los europeos y debería ser un objetivo fundamental a largo plazo"

Además, añade, “deben defender el avance de la alfabetización sanitaria digital, las herramientas sanitarias digitales y el uso ético de los datos sanitarios y la inteligencia artificial en la atención sanitaria”. La salud mental, la salud física y el bienestar también han de tenerse en cuenta a la hora de desarrollar diferentes políticas, para que dichas normativas y estrategias aseguren un impacto favorable en esos ámbitos.

LA LLAVE  DEL NUEVO PARLAMENTO

En julio se compuso el nuevo Parlamento Europeo resultante de las elecciones del pasado mes de mayo. Sus diputados son los que tienen la llave para seguir avanzando hacia agendas sanitarias integrales europeas, y se espera que sigan manteniendo y mejorando iniciativas como el Plan Europeo de Lucha contra el Cáncer, la Estrategia Farmacéutica para Europa y la Estrategia Sanitaria Mundial de la UE. Sin embargo, vista la estrategia a futuro, hay dudas sobre el futuro de una UE de la Salud.

“Establecer una verdadera Unión Europea de la Salud es esencial para salvaguardar la salud de todos los europeos y debería ser un objetivo fundamental a largo plazo de esta legislatura”, indica el documento. “Los comisarios y los diputados al Parlamento Europeo deben dar prioridad a la salud junto con todas las demás agendas, reconociendo que el gasto en atención sanitaria es una inversión y no un coste”, concluye.

Los contenidos de ConSalud están elaborados por periodistas especializados en salud y avalados por un comité de expertos de primer nivel. No obstante, recomendamos al lector que cualquier duda relacionada con la salud sea consultada con un profesional del ámbito sanitario.
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