La Unión Europea revisará este lunes sus objetivos climáticos para el año 2040. La lucha contra el Cambio Climático es una de las puntas de lanza de la UE en nuestros días, pues sus consecuencias en la salud de las personas y en los sistemas sanitarios podrían ser devastadores.
De hecho, esta misma semana, la Comisión Europea presentaba en el Parlamento un estudio sobre los graves efectos de la crisis climática para la salud. "Los impactos climáticos ya están aquí y los riesgos seguirán aumentando en las próximas décadas”, expresaban.
Por ello, este lunes tendrá lugar el Consejo de Medio Ambiente, en el que los ministros del ramo debatirán sobre la directiva marco de residuos, la reducción de la contaminación por microplásticos, y sobre las propuestas legislativas para el objetivo climático de la UE para 2040.
Los ministros debatirán sobre la directiva marco de residuos, la reducción de la contaminación por microplásticos, y el objetivo climático de la UE para 2040
Este objetivo busca "un continente con un ecosistema industrial sólido, una energía limpia, hipocarbónica y asequible, donde se produzcan y consuman alimentos y materiales sostenibles, que responderá a las necesidades de los ciudadanos europeos y hará que la UE sea resiliente frente a futuras crisis".
Más concretamente, el principal objetivo climático, que se aprobó el pasado 6 de febrero, es el de reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero del 90% de aquí a 2040 (en comparación con los niveles de 1990), "para mantener a la UE firmemente anclada en una senda que la lleve a la neutralidad climática de aquí a 2050".
Para lograr esta reducción, las energías renovables se convertirán en la "columna vertebral" de esa transición, al igual que la descarbonización de los sectores. Un punto especialmente importante para el sector sanitario, que podría tener que adaptarse a nuevas normativas teniendo en cuenta que es responsable del 4,4% de las emisiones de CO2 del mundo. De hecho, ya se ha planteado que la tarificación del carbono, es decir, los costes por emisiones, sea un "instrumento clave".
El objetivo es reducir las emisiones netas de gases de efecto invernadero del 90% de aquí a 2040
Igualmente, desde el consejo se ha recordado cuál es el precio de la inacción frente al Cambio Climático, que además "es elevado y sigue creciendo". Buen ejemplo de ello son los fenómenos extremos relacionados con el clima, que han ido aumentado entre 1980 y 2022, llegando a causar 220.000 muertes y 650.000 millones de euros en pérdidas económicas (170.000 de ellos en los últimos cinco años). Además, se calcula que en 2022 se perdieron 61.000 vidas sólo por el calor.
Cifras que "podrían aumentar rápidamente", ya que los efectos del cambio climático, el uso del suelo y la degradación del medio ambiente también pueden afectar a la salud de múltiples maneras, creando nuevas posibilidades de transmisión de infecciones víricas entre especies silvestres previamente aisladas geográficamente y la transición de enfermedades de los animales silvestres a los seres humanos.
Finalmente, y al respecto de la reducción de la contaminaciónpor microplásticos, el consejo también avisa de que uno de los grandes efectos de esta contaminación es sobre la salud humana. "Los seres humanos están expuestos a los microplásticos a través del aire y el consumo de alimentos", que pueden llegar a provocar daños físicos o incluso la muerte. Además, "pueden actuar como vector de transmisión de sustancias tóxicas o microorganismos patógenos".