El Parlamento Europeo ha solicitado un cambio contra el diseño adictivo de la tecnología. En un informe publicado el martes, los eurodiputados han reconocido el poder de los juegos en línea, las redes sociales, los servicios de emisión en continuo de películas, series o música, y los mercados y tiendas en línea, que atraen la atención de los usuarios, los mantienen conectados el máximo tiempo posible y monetizan sus datos. En concreto, el informe ha sido aprobado con 545 votos a favor, 12 en contra y 61 abstenciones.
A través de este documento, el parlamento solicita la protección de los consumidores a través de alternativas éticas y seguras, aunque comprometan la rentabilidad de las plataformas. Según la autoridad europea, estas herramientas precisan de transparencia sobre el funcionamiento de los servicios en línea y complican la experiencia de uso de los consumidores. En este sentido, las compañías deben desarrollar servicios digitales éticos “por defecto”, sin patrones ni diseños adictivos o engañosos.
El parlamento propone que, para proteger a los consumidores, la Comisión Europea establezca el “derecho digital a no ser molestado”. Asimismo, los eurodiputados solicitan una lista de buenas prácticas, como “pensar antes de compartir”, desactivar las notificaciones por defecto, unas recomendaciones en línea más neutras, como las basadas en el orden cronológico, la elección de aplicaciones en escala de grises, el bloqueo automático del servicio tras un tiempo de uso predeterminado, y los resúmenes semanales del tiempo total de pantalla, entre otros.
Entre otros riesgos de la adicción a los servicios digitales están la pérdida de concentración, el estrés, la depresión y la menor actividad física
Aunque las redes sociales tienen efectos positivos en los consumidores, como indica el informe, los eurodiputados aseguran que el diseño adictivo afecta a la salud física y psicológica, y puede generar daños materiales a los consumidores. Entre otros riesgos están la pérdida de concentración, el estrés, la depresión y la menor actividad física. En concreto, les preocupa el impacto en la salud mental de los menores y solicitan más investigación sobre los riesgos vinculados al uso de servicios digitales.
La ponente de Países Bajos, Kim Van Sparrentak, explicó: “No hay autodisciplina que pueda vencer frente a los trucos de las grandes tecnológicas, impulsadas por ejércitos de diseñadores y psicólogos para mantenerte pegado a la pantalla. Si no actuamos ahora, esto tendrá un impacto en la salud mental y el desarrollo del cerebro de las generaciones venideras. Hoy, el Parlamento Europeo envía una señal contundente: la UE tiene que ser la primera del mundo en abordar el diseño adictivo de los servicios en línea”.
Por ahora, la CE está estudiando la legislación sobre la protección de los consumidores para ampararlos en el entorno digital. Está previsto que haya propuestas en 2024 para actualizar las leyes. Este informe es una forma de contribuir ante el aumento de los problemas de salud mental relacionados con el consumo de la tecnología, que reflejan una clara adicción entre los más jóvenes.