Este lunes 20 de enero, Donald Trump será investido como presidente de Estados Unidos en una ceremonia de inauguración que se celebrará en el edificio del Capitolio de Washington D.C. El republicano dará relevo a Joe Biden y arrancará así su segunda legislatura al frente del país norteamericano. Para esta misión tendrá a su lado a Robert F. Kennedy Jr.,quien será el encargado de dirigir el Departamento de Salud y Servicios Humanos. Una elección que ha sido puesta en duda desde algunos sectores mediáticos y sanitarios del país.
La controvertida elección de Kennedy ha llevado hace apenas unos días a que el Comité para la Protección de la Atención Sanitaria, una organización médica sin ánimo de lucro, publicase una carta con más de 18.000 firmantes del ámbito de la salud -médicos, premios Nobel, etc- en contra de esta decisión. Reclaman al Senado de EE.UU. que no ratifique el nombramiento de este abogado ambientalista.
"Sus décadas de difusión de desinformación peligrosa, de socavar los esfuerzos de salud pública y de promover teorías conspirativas lo convierten en alguien totalmente inadecuado"
Detrás de esta reclamación se encuentran las polémicas declaraciones que ha vertido el nuevo responsable acerca de aspectos como la vacunación. "Sus décadas de difusión de desinformación peligrosa, de socavar los esfuerzos de salud pública y de promover teorías conspirativas lo convierten en alguien totalmente inadecuado para dirigir la agencia de salud más importante del país", argumentan los firmantes de este documento contra Kennedy.
El 'elegido' de Trump es conocido por fomentar teorías de la conspiración sobre las vacunas, una postura que se hizo evidente durante la pandemia de la Covid-19. Afirmó que ese virus tenía como objetivo atacar a las personas caucásicas y afroamericanas, y que los chinos y judíos eran más inmunes a la enfermedad. Igualmente, llegó a calificar las vacunas como "un crimen contra la humanidad" que provoca autismo. Tiempo después, la carrera electoral le llevó a suavizar su discurso: “No vamos a quitarle las vacunas a nadie”.
Kennedy ha dejado otras ‘perlas’ verbales como vincular los recurrentes tiroteos que se producen en colegios e institutos americanos al consumo de antidepresivos como el Prozac entre los jóvenes
Además de su postura contraria a la vacunación, Kennedy ha dejado otras ‘perlas’ verbales como vincular los recurrentes tiroteos que se producen en colegios e institutos americanos al consumo de antidepresivos como el Prozac entre los jóvenes; o asegurar que el partido demócrata recibe mucha más financiación de las compañías farmacéuticas que los republicanos.
Finalmente, el político tiene en su bagaje declaraciones en contra delagua fluorada, que catalogó como un “desecho industrial” asociado con artritis, fracturas óseas, cáncer de huesos, pérdida de coeficiente intelectual, trastornos del desarrollo neurológico o tiroides.Unas afirmaciones desmentidas por el propio Centro de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), que señaló que la fluoración de aguas comunitarias es una estrategia fundamental para la prevención de caries.
PRIORIZAR LA CIENCIA
Por todo ello, en la misiva remitida al Senado, los firmantes no ven el encaje de este perfil en un puesto que debe velar por la salud de los norteamericanos. "La salud y bienestar de 336 millones de estadounidenses depende del liderazgo del HHS, que prioriza la ciencia, medicina basada en evidencia y el fortalecimiento de la integridad de nuestro sistema de salud público", indican, asegurando que Kennedy, no solo no está calificado para dirigir esa agencia, sino que es "sumamente peligroso".
A esta misiva se unirán otras estrategias de oposición, como la que llevan a cabo unas 40 organizaciones con el mismo fin de bloquear el nombramiento del previsible responsable del Departamento de Salud
A esta misiva se unirán otras estrategias de oposición, como la que llevan a cabo unas 40 organizaciones con el mismo fin de bloquear el nombramiento del previsible responsable del Departamento de Salud. No en vano, el Senado tendrá la oportunidad de fiscalizar y evaluar todos los candidatos propuestos por Donald Trump para su Gobierno.