Donald Trump sigue batallando en su cruzada personal contra el Obamacare. La última medida adoptada por el presidente estadounidense para socavar la reforma sanitaria impulsada por el ex presidente Barack Obama es la reducción del 90% de los fondos destinados a publicidad y ayuda para las inscripciones en los planes de seguro médico. Tal y como ha indicado el Departamento de Salud (HHS, por las siglas en inglés), la financiación para la difusión caerá de los 100 millones de dólares presupuestados el año pasado a diez millones en 2017.
La portavoz del Departamento de Salud, Caitlin Oakley, justifica la medida en un comunicado afirmando que “un sistema de salud que ha causado que las primas se dupliquen y que dejó a casi la mitad de nuestros condados con una sola opción de cobertura no está funcionando”. Para el HHS, “la Administración Trump está decidido a servir al pueblo estadounidense en lugar de trata de vender un mal negocio”.
Pese a controlar la Casa Blanca y las dos facciones de la Cámara de Representantes de EE.UU., los republicanos fracasaron este verano al intentar cumplir con una de las promesas electorales más significativas para Trump, la de derogar y reemplazar la ley de la reforma sanitaria, ante la falta de consenso entre las propias filas del partido. Fue el primer gran fracaso legislativo del presidente, quien amenazó entonces con dejar que el Obamacare “implosione” por sí misma para obligar a los demócratas a negociar un reemplazo. La alternativa a la ley presentada por la Casa Blanca hubiera dejado sin cobertura médica a 20 millones de personas, según estimaciones del Capitolio.
A principios de este año, la Administración Trump anunció también que rechazaría la aplicación del llamado mandato individual, el requisito de que todos los ciudadanos adquieran un seguro sanitario o paguen una multa, lo que ha generado preocupación entre las aseguradoras estadounidenses, también alimentada por la amenaza del mandatario de recortar los pagos garantizados por ley a este mercado.
“SABOTEAR” EL SISTEMA
El senador Ron Wyden, el demócrata de más alto rango del Comité de Finanzas de la Cámara Alta, incide en la misma idea. “La Administración Trump debería estar haciendo todo lo que esté a su alcance para mejorar el acceso de los estadounidenses a la atención médica, sin recortar los esfuerzos que les ayudan a obtener cobertura”,
Durante el último periodo de inscripciones alrededor de 12,2 millones de personas accedieron a los planes de salud
Además, los republicanos reducirán las ayudas a las inscripciones en los planes de seguro médico del Obamacare en un 41%, lo que supone 36,8 millones de dólares (casi 40 millones de euros) menos, y ha informado de que está planeando establecer un número objetivo para dichas inscripciones, como lo hizo el Gobierno de Obama, pero aún no ha determinado la cifra. Durante el último periodo de inscripciones, a principios de este año, alrededor de 12,2 millones de personas accedieron a los planes de salud. La portavoz del Departamento de Salud, Caitlin Oakley, justifica la medida en un comunicado afirmando que “un sistema de salud que ha causado que las primas se dupliquen y que dejó a casi la mitad de nuestros condados con una sola opción de cobertura no está funcionando”. Para el HHS, “la Administración Trump está decidido a servir al pueblo estadounidense en lugar de trata de vender un mal negocio”.
Pese a controlar la Casa Blanca y las dos facciones de la Cámara de Representantes de EE.UU., los republicanos fracasaron este verano al intentar cumplir con una de las promesas electorales más significativas para Trump, la de derogar y reemplazar la ley de la reforma sanitaria, ante la falta de consenso entre las propias filas del partido. Fue el primer gran fracaso legislativo del presidente, quien amenazó entonces con dejar que el Obamacare “implosione” por sí misma para obligar a los demócratas a negociar un reemplazo. La alternativa a la ley presentada por la Casa Blanca hubiera dejado sin cobertura médica a 20 millones de personas, según estimaciones del Capitolio.
A principios de este año, la Administración Trump anunció también que rechazaría la aplicación del llamado mandato individual, el requisito de que todos los ciudadanos adquieran un seguro sanitario o paguen una multa, lo que ha generado preocupación entre las aseguradoras estadounidenses, también alimentada por la amenaza del mandatario de recortar los pagos garantizados por ley a este mercado.
“SABOTEAR” EL SISTEMA
Trump está tratando deliberadamente de sabotear el sistema de atención a la salud de los estadounidenses
La oposición demócrata, por su parte, ha criticado lanueva medida del Ejecutivo de recortar en la inversión del Obamacare. Alegan que está intentando por todos los medios que la ley del anterior presidente fracase, y “deliberadamente tratando sabotear el sistema de atención a la salud”, como sostiene el líder de la minoría del Senado, Chuck Schummer, en un comunicado. “Cuando el número de personas con seguro médico disminuya, y los costos se disparan, el pueblo estadounidense sabrá a quien culpar”, insiste. El senador Ron Wyden, el demócrata de más alto rango del Comité de Finanzas de la Cámara Alta, incide en la misma idea. “La Administración Trump debería estar haciendo todo lo que esté a su alcance para mejorar el acceso de los estadounidenses a la atención médica, sin recortar los esfuerzos que les ayudan a obtener cobertura”,