"La crisis de los opiáceos es una emergencia. Y estoy diciendo oficialmente ahora que es una emergencia. Una emergencia nacional", ha afirmado Trump en declaraciones a los profesionales de la comunicación desde su club de golf de Bedminster (Nueva Jersey), donde está pasando sus vacaciones.
"La crisis de los opiáceos es una emergencia. Y estoy diciendo oficialmente ahora que es una emergencia. Una emergencia nacional"
"Esto es una emergencia nacional y estamos redactando documentos para certificarlo", ha insistido el presidente, al hacer hincapié en que se trata de un "problema grave". "Nunca ha habido algo como lo que ha sucedido en este país durante los últimos cuatro o cinco años", ha agregado el mandatario republicano.Trump ha hecho estos comentarios tras abordar el pasado martes con su equipo la crisis generada por la adicción a analgésicos opiáceos con receta como OxyContin o Vicodin, que lleva a muchos estadounidenses a engancharse después a la heroína, más barata en el mercado negro.
Cada día, 91 estadounidenses mueren por sobredosis de opiáceos, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), un problema que se ha disparado desde comienzos de siglo y que está relacionado con el aumento en la venta con receta de analgésicos, que se ha cuadruplicado desde 1999.
El mandatario prometió durante la campaña electoral del pasado año "luchar la batalla" contra los opiáceos, que en 2016 mataron a casi 60.000 estadounidenses, según los datos preliminares del Gobierno de Estados Unidos.