El Tribunal Supremo inadmite un recurso de casación presentado por la Asociación de Víctimas de la Talidomida de España (Avite) contra el Gobierno por incumplimiento de la Ley 6/2018 de Presupuestos Generales del Estado, que daba un año para que los afectados de talidomida fueran reconocidos medicamente por el Instituto de Salud Carlos III e indemnizados.
Estamos en 2023, y a pesar del incumplimiento de la Ley manifiesto por el Gobierno, el Tribunal Supremo no ha admitido nuestro recurso de casación y el auto es firme.Según el mismo y la anterior sentencia de la Audiencia Nacional, el auto que “lo resuelve”, el poder judicial avala que el Gobierno pueda incumplir de plano la ley.
Estamos en 2023, y a pesar del incumplimiento de la Ley manifiesto por el Gobierno, el Tribunal Supremo no ha admitido nuestro recurso de casación y el auto es firme
Desde Avite se ha enviado un comunicado lamentando que para los tribunales " no cumplir la Ley 6/2018 tras cuatro años y medio "sigue sin ser suficiente"
A LA ESPERA DEL DEFENSOR DEL PUEBLO
El pasdo mes de Diciembre la Asociación de Víctimas de la Talidomida en España (AVITE) anunció una nueva acción con la que esperan obtener una solución definitiva para que el Estado les reconozca y compense económicamente, como así ha ocurrido con el resto de afectados en distintas partes del mundo.
Según han apuntado miembros de este organismo, el Defensor del Pueblo solicitó al actual Gobierno central un “expediente completo” de todos los trámites iniciados para reconocer oficialmente a los afectados y de las partidas contempladas en los diferentes presupuestos, que no han sido ejecutadas. Y con toda esta información y documentación que reciba la institución que lidera Ángel Gabilondo, desde Avite han apuntado que emprenderán “las acciones que correspondan”.
Este anuncio fue publicado por Avite el pasado 25 de diciembre, día en el que se cumplieron 66 años de la primera víctima “oficial” de la talidomida en todo el mundo. Seis décadas después, la gran mayoría de personas afectadas en el mundo han sido reconocidas y compensadas a nivel económico, incluso con pensiones vitalicias.
Así ha ocurrido en todos los países menos en España, donde muchas víctimas aún esperan e incluso mueren mientras se les compensa con ayudas por el todo el sufrimiento acumulado a lo largo de sus vidas. “Nadie quiere saber nada de nosotros. La gente se sigue muriendo. Ellos saben del dinero que hace falta. ¿Por qué no dotan la partida? No sabemos por qué. No lo entendemos”, denunciaba en palabras para ConSalud.es el presidente de Avite, José Riquelme.