Los productos químicos son agentes esenciales para nuestro bienestar y para el progreso de las sociedades, pues se utilizan en los sectores de la salud, la energía, la movilidad… No obstante, son productos que no están exentos de riesgo, pues contienen sustanciaspeligrosas que pueden dañar el medioambiente y la salud. Es por ello que la Unión Europea ha desarrollado una normativa específica para estas sustancias que proteja la salud y evite la contaminación.
En este sentido, no sólo los países se preocupan por este impacto en nuestra salud. Y es que la ciudadanía en general cada vez está más concienciada con los efectos que estas sustancias pueden tener en nuestras vidas, y es por ello que demandan medidas específicas y planes contra este impacto. De hecho, tal y como revelaba la encuesta que lanzó Eurostat en el año 2017, el 65% de los ciudadanos de la UE estaba al menos “un poco” preocupado por su exposición a las sustancias químicas. Pese a ello, tan solo el 45%, menos de la mitad, se sentía bien informado sobre los posibles peligros. En nuestro país en concreto, este porcentaje bajaba al 34%.
Con este contexto, la OCDE ha realizado una serie de encuestas para conocer la actitud actual de la población al respecto de su exposición a sustancias químicas nocivas y la necesidad de que los gobiernos y la industria adopten medidas para reducirla. En general, vemos que la conciencia sobre estas sustancias es alta, pues la mayoría de los encuestados conocen sus riesgos, y que de hecho los usuarios están ya tomando medidas en su vidacotidiana para reducir la exposición. Además, el apoyo a la adopción de medidas más restrictivas, también parece ser mayoritario.
Tres de cada cuatro encuestados (73,3%) aseguran estar concienciados con los riesgos para la salud asociados a estas sustancias
Si acudimos a los datos podemos observar que hasta tres de cada cuatro encuestados (73,3%) aseguran estar concienciados con los riesgos para la salud asociados a estas sustancias. De hecho, sólo el 8,8% afirma que no es consciente de los riesgos. La valoración es bastante general, aunque en algunos países vemos porcentajes más altos de concienciación, como puede ser Sudáfrica (84,3%), Portugal (83%) y Chile (80%).
La población también está interesada en la manera en que pueden estar en contacto con estas sustancias nocivas. Por ejemplo, el 62% de todos ellos consideran que son conscientes de cómo exponerse a ello. En este caso los países con mayor grado de conocimiento serían nuevamente Sudáfrica (76,1%), Portugal (73,3%) y Chile (71,8%). Por el lado contrario en este caso tendríamos Noruega (48,3%) y Corea (35,9%).
No sólo encontramos diferencias entre países, pues los datos apuntan a que las diferencias sociales o demográficas también juegan aquí un papel importante. Por ejemplo, vemos que la conciencia sobre los riesgos para la salud asociados con las sustancias químicas nocivas aumenta con la edad: el 81,6% de los encuestados de 60 años o más están de acuerdo, en comparación con el 66,5% de los encuestados de 18 a 29 años.
Por otro lado, al preguntar a los encuestados con qué frecuencia piensan que están expuestos a productos que contienen sustancias químicas, la mayoría coincide en que esto se produce “ocasionalmente”. Más concretamente, 42,4% de los encuestados cree que está expuesto ocasionalmente dentro de su hogar, más de una cuarta parte de los encuestados (25,7%) cree que la exposición es frecuente y más del 10% cree que está constantemente expuesto a sustancias químicas nocivas en su propia casa. Pero la preocupación por esta exposición crece al trasladarnos fuera del hogar: el 15,8% de la población cree que está expuesta a químicos constantemente cuando salen de casa, y el 31,5% cree que esta exposición es frecuente. En este caso serían los jóvenes los más concienciados con este tipo de exposición.
Esta preocupación lleva a la población a tomar sus propias medidas de protección. De hecho, más de dos tercios de los usuarios afirman que toman medidas diarias en este sentido. Esto se da especialmente en los mayores, pues en su mayoría (80%) están de acuerdo con que tienen la obligación hacia las generaciones futuras de reducir su exposición.
En cuanto a las medidas que toman los gobiernos de cada país, lo cierto es que las opiniones en este sentido no coinciden con el grado de concienciación de la población. Así, vemos que la población está preocupada por este asunto, pero muchos de ellos aseguran que no conocen bien la regulación de su país y que tampoco confían mucho en la misma. Lo que sí tienen claro es que quieren medidas más duras para proteger el medio ambiente: un 82% está de acuerdo con reducir la presencia de estas sustancias y un 84% apoyaría medidas más firmes para la industria.