Después de la convocatoria anticipada de elecciones generales para el 23 de julio la actividad política no ha cesado. Con ella, Sumar, la nueva formación de Yolanda Díaz, ha protagonizado en estos últimos días una carrera contrarreloj para constituir la candidatura con la que se concurrirá a los comicios. Según la ley electoral, las coaliciones debían presentarse antes del pasado viernes. Tras intensas negociaciones, hasta 15 partidos, entre los que se encuentra Podemos, acudirán a las urnas bajo el paraguas de Sumar. Concretamente, se trata de Podemos, Izquierda Unida, Catalunya En Comú, Más Madrid, Más País, Compromís, Chunta Aragonesista, AraMés, Verdes Equo, Alianza Verde, Batzarre, Proyecto Drago, Izquierda Asturiana e Iniciativa del Pueblo Andaluz.
Pese a compartir todos ellos un rumbo similar (hacia la izquierda), la mayoría son partidos de corte regionalista. ¿Cómo se configurarán las políticas sanitarias entre tantos partidos y tan diversos? Lo cierto es que si bien se trata de formaciones diferentes, existen algunos puntos de convergencia entre ellas. La más repetida: la desprivatización. Igualmente, todos ellos coinciden en un aumento de las prestaciones del sector sanitario público, incluyendo la salud bucodental, oftalmología, fisioterapia o podología. También la salud mental es uno de los temas más recurrentes de casi todos estos partidos.
Uno de los puntos fuertes y más repetidos entre las propuestas en lo que a materia sanitaria se refiere es la desprivatización. En este sentido, todos ellos abogan por el fin de los conciertos con empresas privadas en materia sanitaria, aunque en distintos grados. Si bien Sumar propone como modelo prioritario el de un sistema sanitario público que "disminuya externalizaciones y conciertos" y "evitar” la externalización, IU, por ejemplo, propone directamente la “supresión” progresiva de los mismos. Verdes Equo, en su anterior programa para el 10N en coalición con Más País, hablaba incluso de derogar la Ley 15/1997 que posibilita las formas privadas de gestión en el Sistema Nacional de Salud. Por ello, a pesar de que la desprivatización sea un punto en común, su ejecución podría ser motivo de fricción en el futuro.
Si bien se trata de formaciones diferentes, existen algunos puntos de convergencia entre ellas. La más repetida: la desprivatización
Otro de los puntos de unión entre esta quincena de partidos es la salud mental. En este sentido, sí que vemos algo más de consenso. Todos los partidos proponen nuevas estrategias y planes en materia de salud mental. Además, la mayoría de ellos se centran en planes específicos para niños y mayores. La mayoría también aboga por ratios de profesionales equiparables a la Unión Europea, en consenso con las recomendaciones de la OCDE, y la inclusión de la psicología clínica en el ámbito de la Atención Primaria.
Como ya se ha hecho referencia, la inclusión de la salud bucodental, oftalmología, fisioterapia o podología será una de las prioridades de este numeroso grupo de coalición. Este es un compromiso que vemos en los programas de la mayoría de los partidos y una de las reclamaciones que todos ellos han venido haciendo. Asimismo, el refuerzo de la Atención Primaria con mayor dotación pública también es uno de los puntos comunes.
La necesidad de dotar de mayor número de profesionales sanitarios a nuestra sanidad pública y mejorar sus condiciones también son algunas de las propuestas que más se repiten. Podemos es la formación que más se centra en este ámbito, contando con un plan de choque y optando por ampliar plazas de los grados y posgrados sanitarios en las universidades públicas y en residencia, ampliar las plazas del sistema sanitario, crear un cupo de acceso a la carrera funcionarial para quienes hayan tenido que emigrar y diseñar un sistema especial de ayudas de repatriación para que los profesionales emigrados puedan volver a trabajar a España si así lo desean.
La necesidad de dotar de mayor número de profesionales sanitarios a nuestra sanidad pública y mejorar sus condiciones son algunas de las propuestas que más se repiten
Por otro lado, también existen puntos en los que estos grupos podrían sufrir discrepancias. Una de ellas podría ser la gestión farmacéutica. Y es que Compromís, por ejemplo, aboga por “crear una farmacia pública”. IU también se ha manifestado en este sentido optando por una empresa pública con la capacidad de actuar en la fabricación y distribución de medicamentos y de productos sanitarios. "Se dedicará a la fabricación de aquellas moléculas cuya patente se haya extinguido", explican. Por su parte, Más País y Verdes Equo también reivindican que “se creará una empresa farmacéutica pública que investigue, desarrolle, fabrique y comercialice medicamentos basándose en principios de interés público y que ayude a generar puestos de trabajo de calidad y que piensen en el futuro”. Sumar, por su parte, opta por potenciar el papel de la Agencia de Evaluación de Medicamentos y Productos Sanitarios. El resto de formaciones sí que hace referencia al cese de los copagos, pero no hablan de una gestión pública de la farmacia.
Por otro lado, todos ellos se manifiestan a favor de una gestión sanitaria más bien descentralizada, similar al modelo existente atendiendo a la homogeneidad. No obstante, el grado de descentralización también podría ser un elemento de fricción. Izquierda Unida propone impulsar una Ley Autonómica de Sanidad y crear en cada comunidad autónoma una ley de equidad, universalidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud que garantice la prestación pública y la gestión directa. La Chunta Aragonesista, por su parte, se expresa de manera similar proponiendo aprobar una nueva Ley de Salud de Aragón. El resto de partidos hacen referencia a leyes de calado más nacional. No obstante, la gestión en materia sanitaria pertenece en su mayoría a las comunidades autónomas, por lo que cada comunidad podrá legislar con bastante libertad en este sentido.
En definitiva, por el momento no se conoce cuál será finalmente la dirección que tomará esta nueva coalición ni qué políticas optarán por llevar a cabo. Tampoco conocemos quién será la persona encargada de llevarlas a cabo. Y es que, desde un principio, la formación Sumar había elegido al exdirector general de Salud Pública en la Consejería de Salud del Principado de Asturias, Rafael Cofiño Fernández, como coordinador de 'Sanidad y Salud Mental’. Cofiño ha abogado por propuestas en la línea de actualizar el SNS, consolidar un sistema universal y público, y contar con un nuevo marco de planificación y una normativa renovada. No obstante, con tantos partidos en la coalición es posible que Yolanda Díaz deba tener en cuenta otros nombres para la gestión sanitaria.