La lucha contra los productos que son perjudiciales para la salud pública ha llevado a algunos países a tomar medidas como la subida de impuestos al alcohol, el tabaco o las bebidas azucaradas. Medidas que se plantean con el objetivo de reducir el consumo, y con ello los impactos negativos para nuestro bienestar. Es el caso, por ejemplo de Reino Unido.
No en vano, a finales del pasado año, la Organización Mundial de la Salud (OMS) hacía un llamamiento a todos los países que no estaban utilizando estos impuestos para “incentivar comportamientos saludables”. Según los datos de la entidad, aunque 108 países gravan algún tipo de bebida azucarada, a nivel mundial, el impuesto especial representa sólo el 6,6% del precio de dichas bebidas.
En cualquier caso, la entidad apunta que estas medidas salvan vidas, movilizan ingresos para los países, abordan las desigualdades en materia de salud, reducen la carga sobre los sistemas de salud y se enfocan en los factores de riesgo de enfermedades no transmisibles para el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Aunque 108 países gravan algún tipo de bebida azucarada, a nivel mundial, el impuesto especial representa sólo el 6,6% del precio de dichas bebidas
Estas son precisamente el tipo de medidas que se han tomado en Reino Unido. Gracias a las mismas, el país ha conseguido reducir la ingesta diaria de azúcar tanto en niños como en adultos. Concretamente, con tan sólo un año en vigor, esta normativa ha bajado el consumo en cinco gramos para los pequeños y en 11 gramos para los mayores.
Así lo ha dado a conocer un estudio de la Unidad de Epidemiología del MRC, de la Facultad de Medicina Clínica de la Universidad de Cambridge en Reino Unido, llevado a cabo por Nina Trivedy Rogers y publicado en 'Journal of Epidemiology & Community Health'. Además, en cuanto al consumo procedente únicamente de los refrescos, la ingesta diaria de azúcar se redujo en unos tres gramos para los niños y otros cinco gramos para los adultos.
Para llevar a cabo este estudio, los investigadores analizaron los cambios absolutos y relativos en la ingesta total de azúcares libres en la dieta de todos los alimentos y refrescos; la leche semidesnatada, entera y desnatada; zumo de fruta; y otras bebidas lácteas. Además, tomaron como muestra la información de 7.999 adultos y 7.656 niños, y cómo cambió su consumo con los impuestos.
Los azúcares consumidos en todos los refrescos se redujeron más o menos a la mitad entre los niños y cayeron un tercio entre los adultos
Como resultado, en el período posterior al anuncio del impuesto al azúcar en 2016, los azúcares consumidos en todos los refrescos se redujeron más o menos a la mitad entre los niños y cayeron un tercio entre los adultos en comparación con el período anterior al anuncio. “Más de la mitad de este total procedía únicamente de refrescos”, recoge estudio, con una reducción del 23,5% en niños y un 40,5% en mayores.
"En los niños, una reducción diaria de 4,8 gramos de azúcar equivale aproximadamente a 19,2 kilocalorías de una ingesta diaria aproximada de 2.000 kilocalorías, lo que equivale aproximadamente a una reducción del 1% en la ingesta energética", afirman los investigadores. Así, se concluye que estas medidas tuvieron un impacto en la población de Reino Unido, haciendo hincapié en la conveniencia de estas medidas para mejorar la salud pública.
En cualquier caso, el país todavía presenta un consumo elevado de azúcares libres. La OMS ha recomendado limitar el consumo de azúcar libre a menos del 5% de la ingesta total de energía para lograr un máximo diario de 30 gramos para adultos, 24 gramos para niños de entre 7 y 10 años, y 19 para niños de 4 a 6 años. Si bien este país está muy por encima del máximo diario, los niveles han disminuido. Ahora mismo encontramos un consumo de 70 gramos al día por parte de los jóvenes.
ESPAÑA, POR ENCIMA DEL CONSUMO RECOMENDADO
Nuestro país también tomó una medida similar en el año 2021. En este momento, el Gobierno de España decidió subir el IVA de las bebidas azucaradas del 10% al 21%. Su impacto más inmediato fue el recaudatorio, pues un año después de su implementación el Estado había ingresado 389 millones de euros.
Pese a que es una medida que también tiene sus efectos positivos en la salud, por el momento no se conoce el impacto que ha tenido en la reducción del consumo de azúcar. No obstante, un reciente estudio del Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INYTA), de la Universidad de Granada, apunta que los niños consumen más del doble de azúcar de lo recomendado por la OMS.