El 2 de febrero de 2022 Rusia iniciaba la invasión de Ucrania dando lugar a una guerra que este lunes 1 de agosto cumple 159 días. De acuerdo con los datos hechos públicos por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en este periodo de tiempo el conflicto bélico ha provocado ya más de 9,9 millones de refugiados de los que más de 6,1 millones ha abandonado Ucrania. De estos, el 49% se ha dirigido a Polonia, mientras que el 18,5% ha traspasado las fronteras de la Federación de Rusia. Hungría ha acogido al 10,4%, Rumanía al 9%, Eslovaquia al 6% y Moldavia al 5,5% del total de refugiados ucranianos.
La última actualización realizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) revela que los desplazados internos superan los 6,3 millones. Hasta el pasado 27 de julio la cifra de civiles heridos se sitúa en los 12.272 y 5.237 han perdido la vida. Unas cifras sobre las que la OMS indica que, seguramente, estén subestimadas.
El Sistema de Vigilancia de Ataques a la Atención de la Salud de la OMS revela que entre el 24 de febrero y el 27 de julio de 2022 se han producido 414 ataques a sistemas e infraestructuras de asistencia sanitaria que han provocado 100 heridos y 85 muertos confirmados. Estos ataques no solo han afectado a hospitales o centros de salud, sino que engloba también ataques a transportes sanitarios o almacenes de suministros.
“Estos ataques privan a las personas de la atención que necesita con urgencia, ponen en peligro a los proveedores de atención médica y socavan los sistemas de salud”, denuncia la OMS, enfatizando en que el acceso a la atención médica se está viendo gravemente afectado debido a problemas de seguridad, movilidad restringida, desplazamiento de ingentes masas de población y la ruptura de las cadenas de suministro.
El informe pone de relieve el desbordamiento de los sistemas de atención sanitaria de emergencia, las áreas quirúrgicas y las unidades de cuidados intensivos como consecuencia del elevado número de pacientes afectados por el conflicto. “El acceso a la atención médica ha sido limitado y los servicios de salud esencial se han interrumpido o colapsado”, advierte la OMS ante un escenario cada vez más crítico y sin vistas a la resolución de la guerra.
“En el entorno de crisis actual este brote de polio representa un riesgo sustancial de propagación internacional debido a las brechas subnacionales en la cobertura de inmunización y vigilancia subóptima en los países limítrofes con Ucrania, así como por el movimiento masivo de población”
El informe de la OMS pone de relieve la denuncia del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA, por sus siglas en inglés), sobre los daños y la destrucción que se han producido en las instalaciones médicas, la escasez de proveedores de servicios médicos y la drástica reducción de suministros. Una situación que afecta de forma preocupante a la salud materna, más si tenemos en cuenta que en el momento en el que estalló la guerra en Ucrania se contabilizaron más de 265.000 mujeres embarazadas.
El manejo de las enfermedades crónicas y las no transmisibles se erige como otro de los grandes retos. Las enfermedades no transmisibles se posicionan como la principal causa de morbilidad y mortalidad en Ucrania, con las enfermedades cardiovasculares, diabetes, cáncer, enfermedades respiratorias crónicas y los problemas de salud mental a la cabeza. Estos cinco grupos representan el 84% del total de muertes registradas en Ucrania.
La OMS denuncia que la interrupción de los tratamientos de las enfermedades cardiovasculares y respiratorias se traduce en un preocupante aumento de la morbilidad que, muy probablemente, aumentará la mortalidad a corto plazo.
La guerra es el caldo de cultivo perfecto para el surgimiento de brotes de enfermedades infecciosas. Entre el 23 de febrero y el 24 de julio de 2022 el número total de camas disponibles y de camas ocupadas por pacientes con Covid-19 disminuyeron un 68 y un 98%, respectivamente. Cifras que ponen de relieve los potenciales desafíos que plantea el acceso a los hospitales, informes elaborados con datos muy limitados que no reflejan la realidad y una disminución de las hospitalizaciones reales.
La OMS recuerda que la Covid-19 continúa siendo una de las grandes amenazas para la salud pública en Ucrania dadas las bajas tasas de cobertura vacunal del país.
Se ha confirmado además la circulación del poliovirus en dos provincias del oeste: Rivne y Zakarpattya. Hasta el momento dos niños han dado positivo con parálisis flácida aguda, mientras que se han detectado 19 casos asintomáticos. “En el entorno de crisis actual este brote de polio representa un riesgo sustancial de propagación internacional debido a las brechas subnacionales en la cobertura de inmunización y vigilancia subóptima en los países limítrofes con Ucrania, así como por el movimiento masivo de población”, alerta la OMS sobre el riesgo real de propagación de la poliomielitis.
El informe incide en el elevado riesgo de resultados adversos en el campo de la salud mental para los afectados por la guerra, reclamando una necesidad urgente de servicios continuos de apoyo psicosocial y de salud mental.