El consejero de Sanidad de Castilla y León, Alejandro Vázquez, pedía a finales del mes de septiembre una "mayor coordinación, mejor acceso de los pacientes a la innovación y eficacia a la hora de manejar correctamente la cronicidad”, en el Sistema Nacional de Salud.
Dada esta petición, desde el grupo del Partido Popular en el Congreso de los Diputados, se cuestionó al Gobierno de España sobre sus previsiones de impulsar "en algún momento alguna medida de utilidad real para atender la solicitud realizada por el consejero de Sanidad de Castilla y León y posibilitar en todo el Sistema Nacional de Salud una mayor coordinación, mejor acceso de los pacientes a la innovación y eficacia a la hora de manejar correctamente la cronicidad".
Igualmente, los diputados populares interpelaban al Ejecutivo sobre qué medidas se pensaban tomar para llevar a cabo esta coordinación en el sistema y sobre cómo se podría consensuar todas esas medidas con las comunidades autónomas y representantes de pacientes, profesionales sanitarios, industria farmacéutica, empresa y sanidad privada.
Los diputados populares interpelaban al Ejecutivo sobre qué medidas se pensaban tomar para llevar a cabo e abordaje de la cronicidad
El Gobierno, por su parte, ha contestado a estas peticiones asegurando que estas cuestiones ya se están abordando a través de una de las estrategias del Ministerio de Sanidad. "La Estrategia de Abordaje a la Cronicidad (EAC) en el Sistema Nacional de Salud (SNS) se mantiene plenamente vigente e implantándose en coordinación con otras estrategias del SNS. Aprobada en junio de 2021, fue evaluada en el año 2021 y en cuya publicación incorporó la actualización de las líneas prioritarias a trabajar en los próximos años".
Entre estas líneas del plan, podemos encontrar seis estrategias en las que el ministerio estaría trabajando para dar respuesta a los retos de la cronicidad en España. Estas serían la promoción de estilos de vida saludables y prevención primaria; la prevención de las condiciones de salud y limitaciones en la actividad de carácter crónico; la continuidad asistencial; la reorientación de la atención sanitaria; la equidad en salud e igualdad de trato; y la investigación e Innovación.
Tras evaluar los principales indicadores y conclusiones de esta estrategia en el año 2021, el ministerio planteó una serie de líneas prioritarias de actuación a reforzar o implementar. Se destaca por ejemplo la historia clínica compartida. "En especial debe fomentarse el acceso, desde cualquier nivel asistencial, a la información completa de la medicación activa, y en este caso primordialmente desde un entorno único y compartido. Son igualmente importantes las conexiones con recursos sociosanitarios". Desde el ministerio ya se han dado pasos en la implementación completa de esta herramienta.
El Gobierno destaca la Estrategia de Abordaje a la Cronicidad como herramienta para este abordaje
Por otro lado, se destaca también la importancia de coordinar la asistencia sanitaria y sociosanitaria. "Los resultados confirman que los determinantes sociales de salud son factores de gran peso para la adquisición de enfermedades crónicas, y en especial plantean la necesidad de priorizar intervenciones desde AP en las mujeres de bajo y muy bajo nivel de renta, así como en personas en situación de desempleo". Por ello, las actuaciones del ministerio van encaminadas a mejorar la vinculación o comunicación mutua de información entre el sistema sanitario y el ámbito social.
También se destaca la importancia de la colaboración entre distintos niveles asistenciales. "Se debe profundizar en la cultura de trabajo en equipo multidisciplinar y entre todos los profesionales de la salud que atienden a un paciente crónico, sobre el cual todos tienen responsabilidades concretas, pivotando esta atención en los equipos de AP, incluyendo al trabajador social sanitario, así como a los profesionales de psicología clínica que realicen valoraciones neuropsicológicas de la persona y apoyo psicológico a tanto al paciente como a la familia, e incorporando el referente hospitalario generalista, internista, pediatra o geriatra, en los casos de mayor complejidad". Igualmente, se ponía en valor la importancia de la visita domiciliaria en las personas en situación compleja, clínica o social, como uno de los objetivos a conseguir por cada equipo de AP.
Una de las grandes medidas que se plantearon en el análisis de esta estrategia, es la de "la mejora de la capacidad resolutiva y la gestión clínica de la demanda". De esta línea emanan cuestiones concretas como el ajuste de los ratios de personas asignadas a profesionales, el acceso a pruebas diagnósticas, el fomento del papel de los profesionales de enfermería de AP en la valoración integral de personas con enfermedades crónicas, o el acceso al servicio de fisioterapia. Finalmente, se pone también en valor la necesidad de fomentar la participación y empoderamiento del paciente en su proceso asistencial.