El Ministerio de Sanidad ha reforzado su compromiso con la eliminación de la hepatitis C en el marco de su día mundial. Esta enfermedad es un problema de salud pública en España, que actualmente trabaja para conseguir el objetivo marcado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) de eliminarla para 2030.
De hecho, según los últimos datos publicados en un estudio en la revista Lancet Regional Health Europe, España va por buen camino. En concreto, la prevalencia del virus en nuestro país ha disminuido hasta el 0,15%, según los últimos datos de 2022. Esto quiere decir que quedan unas 57.587 personas con infección activa, de las cuales un 29% aún no han recibido un diagnóstico.
La investigación apunta a “intervenciones específicas” en aquellas poblaciones con más prevalencia de infección, como usuarios de drogas por vía parenteral y usuarios de chemsex
Estos resultados se han extraído de una colaboración entre el Ministerio de Sanidad, el Centro Europeo de Enfermedades Infecciosas (ECDC) y la Universidad de Chipre. Para su elaboración se han basado en una novedosa metodología de síntesis de evidencia multiparamétrica (MPES). La investigación apunta a “intervenciones específicas” en aquellas poblaciones con más prevalencia de infección, como usuarios de drogas por vía parenteral y usuarios de chemsex.
El control y erradicación del VHC ha sido posible, en gran parte, por el acceso a tratamientos antivirales de acción directa (AAD). Desde 2015, más de 167.000 pacientes en España han recibido estos tratamientos, con una efectividad terapéutica del 94,73%.
Mientras tanto, Sanidad continúa trabajando para conseguir un diagnóstico precoz y el acceso equitativo a la prevención y tratamiento del VHC. “La Guía de cribado de la infección por el VHC, aprobada en 2020 y revisada en 2022, proporciona un marco integral para el diagnóstico y tratamiento, con especial atención a las personas con riesgo de infección”, apuntan desde el ministerio.
Con motivo de este día, Sanidad se muestra comprometida con la eliminación de esta infección mediante la puesta en marcha de planes de prevención del VIH, infecciones de transmisión sexual, hepatitis virales y tuberculosis. Esta estrategia permitirá una respuesta más coordinada y efectiva para alcanzar el objetivo de eliminar la hepatitis C en España.