El Ministerio de Sanidad va a plantear a las CC.AA., en la reunión de la Comisión de Salud Pública de este jueves, la posibilidad de que vuelvan las mascarillas en función de cuatro diferentes escenarios de riesgo que pudieran darse durante el periodo de incidencia de las enfermedades respiratorias estacionales, tal y como ha avanzado ABC y ha podido confirmar ConSalud.es. Así podría recogerse en el documento definitivo que amparará las medidas consensuadas para la prevención y control para la temporada de virus respiratorios en nuestro país.
Desde la llegada de la pandemia de Covid-19, es la primera vez que se plantea un texto de estas características para aunar los criterios de todas las regiones a lo largo de toda la campaña estacional. No en vano, la ministra Mónica García, remarcó en el CISNS del pasado viernes que su departamento estará atento a que todas las CC.AA. "trabajen en tiempo y forma, según las recomendaciones comunes y evitando el caos que se vivió el invierno pasado"; por ello, insistió en "querer anticiparse y actuar antes de que sea demasiado tarde".
Los diferentes niveles de riesgo que marcarían la obligatoriedad de mascarillas se basarán en los datos del Sistema de Vigilancia de Infecciones Respiratorias Agudas que ya existe en España (Sivira)
En la misma línea, la responsable sanitaria resaltó que "ya sabemos que vacunarse es la mejor manera de evitar el tensionamiento en nuestro sistema sanitario" y aseguró que la meta de su departamento es llegar al 75 por ciento de vacunación en la población de riesgo y al 65 por ciento entre el personal sanitario. "La campaña ya ha comenzado y animo a todos los grupos de riesgo a que acudan a sus centros de referencia, a sus centros de salud para ser vacunados", manifestó.
ESCALONES DE RIESGO
Los diferentes niveles de riesgo que marcarían la obligatoriedad de mascarillas se basarán en los datos del Sistema de Vigilancia de Infecciones Respiratorias Agudas que ya existe en España (Sivira), que mide semanalmente la incidencia de estos virus. El documento preliminar establece que, en un primer escalón (0), el riesgo es “interepidémico o basal” y recomienda utilizar mascarillas y autoaislamiento a todas las personas con síntomas.
En el caso de empleados de residencias de ancianos o de personas con discapacidad, el ministerio insta a reubicarlos lejos de personas vulnerables y, si no es posible, darles cinco días de baja
Igualmente, el escalón 1 se implementaría cuando exista una transmisión baja o moderada y amplía, todos los grupos sociales donde está recomendado el uso -personal sanitario, pacientes y acompañantes en espacios de vulnerabilidad-. En este marco, el plan recomienda a las personas con síntomas limitar sus interacciones (hasta cinco días posteriores al inicio de la sintomatología) y recomienda favorecer su teletrabajo. Asimismo, en el caso de empleados de residencias de ancianos o de personas con discapacidad, el ministerio insta a reubicarlos lejos de personas vulnerables y, si no es posible, darles cinco días de baja.
A su vez, en el escenario 2 de riesgo, el documento que trasladará mañana Sanidad estipula medidas adicionales para las personas con riesgo de desarrollar complicaciones graves -mayores y enfermos crónicos-. Para ellos, se requerirá el uso de mascarillas en espacios interiores, como tiendas, transporte público, supermercados, peluquerías, cines, teatros, gimnasios, etc. En este escenario, la mascarilla se extiende a todos los trabajadores de centros de mayores, y podrían restringirse las visitas a los residentes, pero siempre valorando “la repercusión emocional” que pueda conllevar.
El plan propuesto por Sanidad deja margen a que cada región pueda implementar las medidas adicionales que considere oportunas
Finalmente, alcanzar el nivel 3 de riesgo, “muy alto” o “pandémico”, obligaría a la coordinación entre CC.AA. con reuniones extraordinarias del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud y abrirse a adoptar actuaciones “adicionales y excepcionales que se implementarán de acuerdo a la normativa específica”. No obstante, el plan propuesto por Sanidad deja margen a que cada región pueda implementar las medidas adicionales que considere oportunas.