El nuevo Ministerio de Sanidad de Mónica García se ha apresurado a poner en el foco la limitación del consumo de tabaco entre sus estrategias para esta legislatura. Una adicción que representa la primera causa mundial de muertes y morbilidad evitable en nuestros días. En esta línea, la responsable sanitario anunció la pasada semana que pretende retomar el plan antitabaco de 2021-2025, asimismo abre las puertas a ampliar los espacios sin humo a zonas como las terrazas. Unas estrategias que llevaban tiempo aparcadas en el cajón de su departamento.
En esta línea, el borrador del Plan Integral de Prevención y Control del Tabaquismo, redactado en la época de Salvador Illa, planteaba medidas como la prohibición de fumar en ciertos espacios, regular las nuevas formas de tabaquismo e imponer más impuestos a las cajetillas. Iniciativas que parece que van a tener luz verde en las próximas fechas. "No podemos darle la espalda a la única medida que más años y calidad de vida puede aportar a la población y disminuir el tabaquismo", remarcó García acerca de la idea de ahondar en la estrategia nacional antitabaco.
Sanidad profundizará en la vigente estrategia nacional contra el tabaco, de la mano de la Dirección General de Salud Pública y el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT)
La propia ministra se ha comprometido a “impulsar” todas las políticas públicas que se puedan hacer en la línea de reducir el tabaquismo en nuestro país, siempre de la mano de los expertos. De esta manera, Sanidad profundizará en la vigente estrategia nacional contra el tabaco, de la mano de la Dirección General de Salud Pública y el Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo (CNPT). El objetivo que se ha marcado el departamento es lograr que las generaciones que vienensean personas “libres de tabaco”.
En este sentido, el propia CNPT había instado durante el periodo preelectoral de los últimos comicios del 23-J a que el Gobierno resultante pusiera en marcha el Plan Integral de Tabaquismo durante los primeros 100 días de mandato. Una petición que, en base a las palabras trasladadas por Mónica García, parece más cerca de hacerse realidad por parte del Ministerio de Sanidad, así comopoder ampliarse a “cualquier adicción que afecte a las nuevas generaciones”.
Otra de las acciones que el ministerio podría llevar a cabo es el aumento del precio del tabaco, que para las asociaciones es una de las medidas más efectivas para luchar contra esta adicción. Según contamos en este medio, el precio de la cajetilla apenas ha variado en los últimos diez años, subiendo algo menos de un euro. “Pensar que en los últimos años el precio del tabaco no ha variado es deducir que el interés que hay por reducir el consumo no está a la altura de los problemas de salud que genera”, lamenta el presidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT), el doctor Francisco Pascual.
Según datos de la OMS, un incremento de precios del 33% tiene un coste 15 veces menor que otras medidas consiguiendo el mismo beneficio para la salud, y que un aumento de los precios de un 10% permitiría reducir en un 4% su consumo en países de rentas altas y en un 5% en los de rentas bajas y medias.
De este modo, es de esperar que el comienzo del nuevo año sirva como punto de partida para que el Ministerio de Mónica García de nuevos pasos por formalizar el anunciado plan antitabaco, que finalmente podría traer a toda España la ampliación de los espacios sin humos a las terrazas, el aumento de los impuestos contra el tabaco y el ajuste en la normativa de vapedores y cigarrillos electrónicos. Unas líneas de trabajo que ya se han venido desarrollando en muchos de los países europeos de nuestro entorno.