El cambio de Gobierno presenciado este verano ha permitido que el actual Ejecutivo, liderado por Pedro Sánchez, tenga que ejecutarlas cuentas presupuestarias ideadas por el anterior equipo, presidido por Mariano Rajoy. Ahora, tras la sucesión, el actual presidente tiene la oportunidad de diseñar sus propios presupuestos.
Ha sido durante su visita por Latinoamérica cuando se ha dado a conocer que el Gobierno tiene el objetivo de presentar en noviembre los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2019. De esta manera, quedarían apenas unos meses para que se sepa cuál será el presupuesto con el que contará Carmen Montón para dirigir el Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social.
De contar con el apoyo parlamentario suficiente, los PGE de 2019 podrían aprobarse en febrero, antes de las elecciones europeas, autonómicas y locales
Si se siguieran los pasos habituales, los PGE pasarían a debatirse en ambas cámaras tras su presentación y, de contar con el apoyo parlamentario suficiente, se podrían aprobar en febrero. Es decir, el Gobierno podría tener sus cuentas aprobadas antes de las convocatorias electorales previstas para el año que viene: europeas, autonómicas y locales, en el mes de mayo.
DEPENDE DE LA SENDA DEL DÉFICIT
Antes de ello, el Gobierno tiene pendiente aprobar la senda del déficit para los próximos tres años. Para ello, mantiene conversaciones con Unidos Podemos, con quienes negocian medidas de carácter social, como la eliminación del copago farmacéutico, para que la formación morada dé su apoyo. Sin embargo, el panorama podría interrumpirse.
Podemos y el Ejecutivo central han acordado modificar la Ley de Estabilidad Presupuestaria para quitar al Senado, con mayoría del PP, el poder de veto. La idea del equipo de Pedro Sánchez era aprobarla por la vía rápida, mediante lectura única. No obstante, este paso podría ser obstaculizado por PP y Ciudadanos, que cuentan con mayoría en la Mesa del Congreso.
En este caso, se retrasaría la reforma legislativa. Aún así, el Gobierno podría presentar los PGE de 2019 con la actual senda del déficit, aprobada por el PP el año pasado y que sirvió para elaborar los PGE de 2018. Si esto ocurre, sería difícil que el proyecto incluyera alguna de las medidas sanitarias planteadas por Montón y su equipo.