Este miércoles 14 de noviembre el candidato a presidente de España y actual presidente en funciones, Pedro Sánchez, afrontará la primera jornada de su debate de investidura. En este primer día del debate Sánchez tendrá la oportunidad de exponer su programa de gobierno ante todos los grupos parlamentarios de la cámara baja (PP, Vox, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y Grupo mixto), y de escuchar también las respuestas y opiniones de todos sus posibles socios y opositores. Desde el partido de Vox se intentó en última instancia llevar al Tribunal Supremo una querella contra esta investidura, con una medida cautelar para que no se celebrase, aunque a primera hora de este miércoles el TS la ha desestimado “al no existir elementos que justifiquen la procedencia de suspensión del acto parlamentario dirigido a la investidura del presidente del Gobierno”.
Un debate que vendrá seguido, el día de mañana jueves, de una votación en la misma cámara, en la que los diputados ofrecerán o no su confianza a Sánchez. Hasta este momento, y si las previsiones no fallan por cambios de última hora, el candidato contaría con los votos suficientes para obtener una mayoría absoluta. Tras negociaciones con los distintos partidos, parece tener garantizados 179 votos a favor, lo que nos dejaría un escenario en el que mañana mismo Sánchez volvería a ser presidente de nuevo.
Pero, por el momento, esta jornada estará marcada por su discurso de investidura. No es la primera vez que el líder socialista se somete a este trámite parlamentario, pues ya lo hizo en enero del año 2020, hace casi cuatro años. En aquel momento el que fuera posteriormente presidente de nuestro país ya dio a conocer cuáles iban a ser sus líneas de gobierno en materia sanitaria. Cabe recordar que ese discurso lo hizo el 4 de enero de 2020. Lógicamente no hubo referencia alguna a la pandemia que llegó a provocar la declaración del Estado de Alarma justo tres meses después, el 14 de marzo.
Hasta este momento el candidato contaría con los votos suficientes para obtener una mayoría absoluta
Sánchez avanzaba que el congreso iba a “avanzar sin demora en la eliminación progresiva de los copagos, empezando por los pensionistas y los hogares con menos recursos y en riesgo de vulnerabilidad”. Esta medida fue llevada a cabo y, de hecho, se blindó en el “Proyecto de Ley por la que se modifican diversas normas para consolidar la equidad, universalidad y cohesión del Sistema Nacional de Salud”, adoptado por el congreso el 22 de junio del pasado año.
Igualmente, el socialista aseguraba que en su mandato se introduciría de manera progresiva la atención a la salud bucodental de la población en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud, con una gestión pública directa. Este mismo lunes se aprobaba esta medida en el Consejo Interterritorial, con una dotación de 68.058.000 euros que se repartirán a las comunidades autónomas.
Del mismo modo, proseguía Sánchez en su momento, “es preciso reorientar las políticas relativas a la industria farmacéutica, priorizando la eficiencia y la transparencia en la fijación de precios. España debe alcanzar una inversión sanitaria equiparable a la de la media de los estados de la zona euro, y lo tenemos que hacer durante esta legislatura, de modo que logremos ese horizonte del 7% del PIB en el año 2023”. En este sentido, ya en la Estadística de Gasto Sanitario Público del año 2021, se ve cómo el gasto sanitario público en ese año ya supuso 87.941 millones de euros, lo que representa el 7,3% del producto interior bruto (PIB).
No es la primera vez que el líder socialista se somete a este trámite parlamentario, pues ya lo hizo en enero del año 2020
Sánchez también prometía en su anterior discurso el derecho a la protección a la salud con un acceso universal al Sistema Nacional de Salud, extendiendo este derecho a las personas ascendientes que llegan desde países extracomunitarios, reagrupadas por sus hijas e hijos con nacionalidad española. La citada Ley de equidad ya hacía también referencia a la ampliación del derecho a la protección de la salud, también de “las personas no registradas ni autorizadas como residentes en España”.
El presidente en funciones señaló en su momento que era preciso “avanzar en ámbitos como la implementación del Marco Estratégico de Actualización de la Atención Primaria, el desarrollo de un sistema de atención temprana, la integración de las necesidades de las enfermedades raras en una planificación global de la cobertura sanitaria o la revisión de la Estrategia de Salud Mental”. La estrategia de salud mental se revisó de hecho el pasado año, incluyendo el primer plan de acción en salud mental 2022-2024, del que ha emanado el servicio de atención a la conducta suicida 024. En cuanto a la AP, destaca el Plan MINAP, dotado con 579.175.000 euros.
Por último, Sánchez finalizaba su intervención haciendo referencia al “mejor capital que tiene nuestro sistema sanitario, que son sus profesionales”. “Vamos a mejorar sus condiciones”, decía. Este ha sido, no obstante, uno de sus temas pendientes, pues los profesionales sanitarios siguen reclamando mejoras en sus condiciones y, de hecho, este asunto está todavía presente en el programa electoral del Partido Socialista. Así, es probable que este semana sea nuevamente recurrente en el discurso que podremos escuchar este mismo miércoles.