La Comisión de Sanidad del Senado ha retomado este lunes el abordaje de la salud mental y la prevención del suicidio en nuestro país. Uno de los ámbitos sanitarios que más relevancia viene cobrando en los últimos años ante el incremento de los problemas emocionales en la población. En esta línea, la Cámara alta ha recibido la comparecencia de Jon García Ormaza, psiquiatra de la Red de Salud Mental de Bizkaia, y José Luis Pedreira, psiquiatra del Hospital Universitario La Luz de Madrid.
García Ormaza ha centrado su intervención en la prevención de la conducta suicida, que considera que es un aspecto "educable" en nuestra sociedad. Desde la perspectiva clínica, ha puesto en valor medidas que la evidencia científica considera eficaces para paliar la mortalidad por suicidio, como el "tratamiento psicológico y farmacológico de la depresión mayor, o asegurar la cadena asistencial para que se produzca un seguimiento constante y ningún paciente se pierda en las derivaciones".
"La perspectiva clínica es imprescindible, pero no es suficiente. Si únicamente intentamos justificar la conducta suicida en base a posibles problemas de salud mental, no detectamos a un número importante de personas que mueren por suicidio"
Por otro lado, otras estrategias con menor evidencia que reducen de manera menos significativa estos episodios suicidas son el "screening o cribado en Atención Primaria" de determinados síntomas psicopatológicos -fundamentalmente depresivos-. Pese a todo ello, ha aclarado, las medidas basadas en la perspectiva clínica han de venir acompañadas de otras con una visión más amplia.
"La perspectiva clínica es imprescindible, pero no es suficiente. Si únicamente intentamos justificar la conducta suicida en base a posibles problemas de salud mental, no detectamos a un número importante de personas que mueren por suicidio", ha señalado García, que llama a sumar también una visión desde la "perspectiva de la salud pública". En concreto, se ha referido a medidas en la línea de "ofrecer asesoramiento y restricción de métodos letales, y a la prevención de la conducta suicida con base educativa".
"Sólo reduciendo a la mitad el número de pastillas -psicofármacos- que tenemos en casa, la posibilidad de morir intoxicado por suicidio se reduce un 80%"
El primero de ellos se refiere a la necesidad de conocer qué métodos son utilizados por una persona cuando sufre una crisis suicida. En esta línea, el psicólogo vasco ha enfatizado que 7 de cada 10 personas que van a morir hoy en el mundo por suicidio no se han levantado esta mañana con la intención de quitarse la vida, sino que han sufrido una crisis. "Sólo reduciendo a la mitad el número de pastillas -psicofármacos- que tenemos en casa, la posibilidad de morir intoxicado por suicidio se reduce un 80%", ha ejemplificado, de manera similar a lo que ocurre si controlamos los "lugares habituales de precipitación o arrollamiento" de estas personas.
Asimismo, respecto a la educación como herramienta frente al suicidio, el ponente ha destacado que "los tres mejores predictores de estas conductas son el historial previo, la controlabilidad de la idea suicida y las autolesiones, es decir, infligir al cuerpo un daño con el propósito de regularme emocionalmente". En esa línea, García calcula que en el sur de Europa un 20-30% de adolescentes se ha autolesionado, al menos, una vez en su vida. "El periodo de la infancia y adolescencia es una ventana única para dotar a las personas de habilidades y competencias que pueden evitar que desarrollen autolesiones y conductas suicidas, así como, a buen seguro, mejorar su bienestar emocional y calidad de vida".
SOLUCIÓN DESDE PRIMARIA
Por su parte, José Luis Pedreira, psiquiatra de La Luz, ha puesto el foco en algunos recientes "cambios" en el abordaje de la salud mental en España, como la extensión de la formación MIR, PIR y EIR más allá de los hospitales, o el reconocimiento -hace dos años y con más de 70 años de retraso- de la especialidad de Psiquiatría de la Infancia y la Adolescencia. "Cambios llevados a cabo de una manera muy heterogénea y tremendamente desigual en nuestro país, de los que sufrimos las consecuencias", ha lamentado.
En España se diferencian cinco tipos de determinantes de la salud: factores biológicos-genéticos, ambiente socio-cultural, ambiente físico, cuidados de la salud y estilo de vida
En su intervención ha explicado que en España se diferencian cinco tipos de determinantes de la salud: factores biológicos-genéticos, ambiente socio-cultural, ambiente físico, cuidados de la salud y estilo de vida. Además, el psiquiatra ha puesto sobre la mesa que durante la pandemia de Covid-19 existía "otra ola que se incrementó paulatinamente", en paralelo al propio coronavirus, que respondía al "trauma psíquico y los efectos psicosociales".
De la misma manera, ha hecho llegar a los senadores que existe un 25-30% de personas con alteraciones mentales, pero "no todas pasan por consulta", dado que depende de la "manera de enfermar" de cada una y de su percepción de estar bien o mal. "A la Atención Primaria llega solo alrededor del 23% de estos pacientes afectados, logran ser diagnosticados en torno al 12% y se derivan a Salud Mental alrededor del 6-8%, de los que un 2-3% termina ingresado o con un tratamiento específico", ha expuesto.
Pedreira ha defendido que el buen funcionamiento de la Atención Primaria es esencial para reducir los traslados a urgencias, que implican un "deterioro y mayor riesgo evolutivo" en la situación mental de los pacientes
En esa línea, Pedreira ha defendido que el buen funcionamiento de la Atención Primaria es esencial para reducir los traslados a urgencias, que implican un "deterioro y mayor riesgo evolutivo" en la situación mental de los pacientes, además, de suponer el hecho de que "se desvíe la función fundamental de los servicios de Urgencia".