La pandemia de Covid-19 ha puesto en evidencia la carencia de los sistemas sanitarios nacionales en lo que respecta a la atención de emergencias sanitarias. Pero también ha resaltado la limitación de competencias que tienen algunos organismos internacionales de gestión de la salud, como las entidades europeas (ECDC y la EMA) o, a nivel mundial, la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).
Sobre esta entidad, el Ministerio de Sanidad se ha pronunciado recientemente al responder a una pregunta parlamentaria planteada por Josune Gorospe, diputada del PNV en el Congreso, relativa a las propuestas del Gobierno para reformar la OMS para que “como institución clave del sistema multilateral mundial se adecue para hacer frente con más eficacia a los retos de salud pública actuales”.
España apoya que la OMS tenga "una base financiera más estable", se eviten duplicidades o que cree "nuevos niveles de alerta antes de que se declare una emergecia internacional"
En su respuesta, a la que ha tenido acceso ConSalud.es, el departamento que dirige Carolina Darias recuerda que el proceso de reforma de esta institución “se emprendió ya en 2018” con el nuevo mandato del Dr. Tedros Adhanom. No obstante, subrayan como la pandemia “ha reforzado la puesta en marcha de Comités y Grupos de Expertos independientes que revisan la gestión y acción de la OMS para establecer sus debilidades y carencias de cara a promover medidas concretas de reforma”.
En este sentido, Sanidad ha avanzado que ya en mayo de 2021 “se espera adoptar una resolución” en el marco de la 74ª Asamblea Mundial de la Salud. Dicho acuerdo se basará en cuatro informes: el del Panel Independiente de Preparación y Respuesta ante una Pandemia (IPPR); del Comité de Revisión del Funcionamiento del Reglamento Sanitario Internacional (2005); del Comité Asesor y de Supervisión Independiente para el Programa de Emergencias Sanitarias de la OMS (IOAC); y de la Junta de Monitoreo de la Preparación Mundial.
CINCO PROPUESTAS DE ESPAÑA
De forma concreta, el Ministerio de Sanidad apunta que en este periodo “ha apoyado los aspectos más importante que están siendo objetos de evaluación”. Se refieren a cinco grandes propuestas de mejora, que son las siguientes:
- Una base financiera más estable.
- Fortalecimiento del Programa de Emergencias con recursos humanos y financieros.
- Mayor coherencia y coordinación, evitar duplicidades y hacer un uso más eficiente de sus escasos recursos.
- Mejor implementación del Reglamento Sanitario Internacional (RSI). Importancia de crear nuevos niveles de alerta antes de que se declare una ESPII (Emergencia de Salud Pública de Importancia Internacional).
- Mejorar la presentación de informes por los Estados y la evaluación de su preparación.
Al margen de estos puntos, desde España indican que apoyan también “el acceso equitativo a vacunas, diagnósticos y tratamientos para enfermedades infecciosas”, destacando así la importancia de la iniciativa Accelerator Access to COVID Tools (ACT), “de la que España es miembro fundador y parte de su Consejo de Facilitación”. Igualmente, quieren destacar “el enfoque de ‘Una Salud’ para incluir las dimensiones humana, animal y ambiental de la salud”.
PARTICIPACIÓN DE ESPAÑA
Para sumar su aportación en el proceso de reforma de la OMS, el Ministerio de Sanidad asegura en esta respuesta que “desde el Gobierno se sigue la evolución de las deliberaciones y negociaciones, mediante la participación en las reuniones de los órganos de gobernanza de la OMS (Consejo Ejecutivo, Asamblea Mundial) y en las reuniones informativas semanales de la OMS y/o otras reuniones temáticas puntuales”.
De la misma forma, aseguran que “se recibe información periódica procedente de la Representación Permanente de España ante la OMS, que participa en las reuniones deliberativas de los Estados Miembros de la Unión Europea (UE) para coordinar posiciones respecto de la Resolución de Reforma”.