El Gobierno incluyó finalmente en el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) del año 2023 la esperada rebaja del IVA a los productos de higiene femenina, del actual 10% al 4%. La previsión es que la medida sea efectiva a partir del 1 de enero del próximo año, cuando entren en vigor las próximas cuentas públicas.
Según las estimaciones oficiales, apuntadas por el propio Ejecutivo, esta actuación tendrá un impacto de 24 millones de euros. Ahora, esta cifra ha sido confirmada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Según este organismo, dirigido por Cristina Herrero, el Estado dejará de ingresar 24 millones de euros al año por esta rebaja fiscal. Dicho de otra manera, las mujeres dejarán de pagar este montante económico anualmente.
Así se extrae del informe publicado este martes por la AIReF sobre las líneas fundamentales incluidas por el Gobierno en los PGE del 2023, coincidiendo con la comparecencia de Herrero en la Comisión de Presupuestos en el Congreso de los Diputados.
La rebaja del IVA afectará a productos como compresas, tampones, protegeslips, preservativos o anticonceptivos no medicinales (diafragma, capuchón cervical o espermicidas)
La previsión del Ministerio de Igualdad es que esta rebaja del IVA afecte a productos como las compresas, los tampones, los protegeslips, los preservativos o los anticonceptivos no medicinales (diafragma, capuchón cervical o espermicidas).
En un cálculo realizado por ConSalud.es, esta medida beneficiaría de la siguiente forma: una caja de 16 tampones de marca blanca que cuesta 2,25 euros, pasaría a 2,13 euros, 12 céntimos menos; un paquete con 16 compresas medianas sin alas que cuesta 1,75 euros pasaría a 1,65 euros, ahorrando 10 céntimos; ouna caja de preservativos de 6 unidades, de un precio de 3,14 euros bajaría hasta los 2,96 euros.
“CARENCIAS” EN LOS PGE
Al margen de esta medida concreta, la presidenta de la AIReF ha valorado que el proyecto de PGE para el 2023 cuenta con “carenciasnotables”. Principalmente, ha destacado la “infravaloración de los ingresos de 2022, la no incorporación de medidas, la falta de información sobre la ejecución de los fondos europeos y la falta de integración en una estrategia fiscal a medio plazo”.
Estas deficiencias, según ha precisado, “restan calidad informativa al Presupuesto, le quitan potencia como herramienta de planificación económica y debilitan su función de rendición de cuentas”.
Por ello, han realizadodosrecomendaciones al Gobierno: “recuperar el papel central de los PGE como instrumento de política fiscal y económica y elemento de diseño, planificación, ejecución, control y supervisión de la actividad del sector público; e incorporar y publicar en la eventual prórroga de las medidas una evaluación de su eficacia y eficiencia y especificar las condiciones que desencadenan su prórroga o retirada con el objetivo de que puedan integrarse las medidas en una estrategia fiscal nacional a medio plazo realista y creíble”.