Por primera vez, el nuevo Plan de Acción incorpora como prioridades el juego patológico, el uso compulsivo de las nuevas tecnologías y el abuso de psicofármacos, que se suman a la atención que se presta desde hace años al consumo de sustancias o drogas como tabaco, alcohol, cannabis, cocaína, heroína o éxtasis.
Estas nuevas prioridades conllevarán una mejora de los programas, de los indicadores de evaluación y de las encuestas de consumo bienales que el Plan Nacional sobre Drogas impulsa entre escolares y la población en general, según señalan desde el Ministerio.
Como novedad también del Plan, este incluye acciones dirigidas a disminuir las barreras de acceso al tratamiento para las mujeres (especialmente las víctimas de violencia de género) y a conocer y asistir mejor los problemas de consumo crónico de la población drogodependiente envejecida.
Incluye acciones dirigidas a disminuir las barreras de acceso al tratamiento para las mujeres (especialmente las víctimas de violencia de género) y a conocer y asistir mejor los problemas de consumo crónico de la población drogodependiente envejecida
“Guiado por las metas de conseguir una sociedad más saludable y segura, el Plan sobre Adicciones 2018-2020 está conformado por 36 acciones destinadas al logro de los tres objetivos fundamentales de la Estrategia Nacional 2017-2024”, explican desde Sanidad, Bienestar Social y Consumo.
De este modo, el primer objetivo es retrasar la edad de inicio al consumo de sustancias y al acceso a comportamientos potencialmente adictivos. En segundo lugar, disminuir estos consumos y comportamientos y, en tercer lugar, reducir los daños asociados y derivados de ellos.
VISIÓN DE GÉNERO Y EQUIDAD
El Plan de Acción sobre Adicciones 2018-2020 incluye la visión de género y la equidad como principios básicos para lograr la mejora de la salud y de la seguridad de la población. Además, incorpora 15 acciones transversales dirigidas a incrementar la coordinación, la gestión de la calidad y el conocimiento. Entre estas acciones transversales destacan la puesta en marcha del Portal Nacional de Buenas Prácticas en reducción de la demanda, la elaboración de que permitan garantizar la equidad en todo el territorio y el impulso de la comunicación, que se contempla como objetivo de todas las acciones para garantizar su impacto.
La monitorización del Plan de Acción se amplía esta vez con un sistema de indicadores permanentes que servirá para valorar los progresos en la consecución de los objetivos finales y, en su caso, alertará de la necesidad de introducir modificaciones en su implementación. Las 36 acciones del Plan se desarrollarán mediante Grupos de Trabajo y Comités de Área, que se convocarán en breve.