Los Objetivos de Desarrollo sostenible (ODS) de la ONU son un conjunto de 17 metas a las que los países de la Unión Europea se han comprometido y que forman parte de la Agenda 2030. Dentro de estos objetivos, la salud y el bienestar son uno de los indicadores más relevantes que los países se han comprometido a mejorar.
Con el objetivo número 3, los países firmantes de la Agenda 2030 se comprometen a "garantizar una vida sana y promover el bienestar de todos en todas las edades". No en vano, prácticamente todos los ODS estarían ligados y dependerían de la salud, pues la carga de las enfermedades tiene altos costos económicos, sociales e individuales. Por ello, "alcanzar el mayor nivel posible de salud es de interés para todos", se afirma desde el Parlamento Europeo.
No obstante, y pese a que es un objetivo primordial, desde la eurocámara se alerta de que el progreso de este objetivo "está fuera las agendas a nivel mundial, y muchas de sus metas pueden no lograrse para 2030". Además, "el progreso varía significativamente entre países, y algunos de ellos se quedan atrás", afirman.
"Este objetivo está fuera las agendas a nivel mundial, y muchas de sus metas pueden no lograrse para 2030"
Así se alerta desde el Parlamento Europeo, que ha realizado una valoración sobre el grado de cumplimiento del objetivo de la salud dentro de los ODS. En los países europeos este objetivo se traduce esencialmente en lograr sistemas de salud más resilientes, accesibles e inclusivos; mejorar la salud reproductiva, materna e infantil; poner fin a las principales epidemias de enfermedades transmisibles; y reducir los trastornos no transmisibles y mentales.
La cámara europea, no obstante, sí que atribuye algunos logros a los países en este sentido, como la reducción de las tasas mundiales de mortalidad materna e infantil y los avances en la lucha contra enfermedades infecciosas como el VIH, la malaria y la tuberculosis. También ha mejorado la cobertura de inmunización, lo que ha contribuido a la disminución de las enfermedades prevenibles, y se han intensificado los esfuerzos para combatir las enfermedades no transimisibles.
"Sin embargo, el progreso hacia el ODS 3, obstaculizado por la pandemia de Covid-19 y las crisis en curso, no es suficiente", añaden. De hecho, un informe de 'Eurostat' de junio de 2024 revela que, en los últimos cinco años, la UE experimentó retrocesos en aproximadamente en la mitad de los indicadores analizados.
"Aunque se habían logrado avances significativos a largo plazo en varias áreas, la pandemia socavó gravemente estos esfuerzos"
Es más, la entidad apunta que, "aunque se habían logrado avances significativos a largo plazo en varias áreas, la pandemia socavó gravemente estos esfuerzos al saturar los sistemas de atención sanitaria". Esto provocó interrupciones y retrasos en el diagnóstico y el tratamiento de enfermedades en todos los países de la UE.
Algunas de las áreas que más han empeorado en estos últimos cinco años han sido, por ejemplo, la esperanza de vida saludable; el estado de la salud autopercibida; las necesidades de atención médica no satisfechas; o las muertes evitables. También han empeorado, por otro lado, las muertes por accidentes de tráfico o el consumo total de antibióticos.
Por el lado contrario, otros indicadores que sí han mejorado han sido los de accidentes mortales en el trabajo o la exposición a la contaminación del aire por partículas. En concreto, el indicador que más ha mejorado ha sido el de consumo de tabaco. En cuanto a este último dato, no obstante, sigue habiendo margen de mejora, pues "aunque el tabaquismo entre los europeos disminuyó entre 2006 y 2020, el número de fumadores sigue siendo alto: el 26% de la población general y el 29% de los europeos de entre 15 y 24 años fuman". En definitiva, todavía queda mucho margen de mejora para poder lograr este objetivo, vital para la población mundial.