Cuatro días ha durado el nombramiento del presidente de Zimbaue, Robert Mugabe, como embajador de Buena Voluntad de la Organización Mundial de la Salud. De paso, la decisión le ha valido al presidente de la organización, Tedros Adhanom, su primer aluvión de críticas internacionales, por lo que, finalmente, ha reculado. "He escuchado cuidadosamente a todos aquellos que han expresado preocupación y escuchado los distintos puntos que han puesto de relieve", ha anunciado en un comunicado.
Tedros anunció en la Conferencia Mundial sobre enfermedades no transmisibles, celebrada en Uruguay la semana pasada, el nombramiento de embajador de Buena Voluntad del dictador para las enfermedades no transmisibles en África, justificando la decisión en el fin de servir de "influencia" en la región en base a que Zimbabue es "un país que coloca la cobertura de la salud universal y la promoción sanitaria en el centro de sus políticas para proporcionar cuidados sanitarios para todos". Además, sostuvo que “debemos construir puentes que nos unan y que nos ayuden a llegar a la meta de la cobertura universal de la salud”.
"He escuchado cuidadosamente a todos aquellos que han expresado preocupación y escuchado los distintos puntos que han puesto de relieve"
CRÍTICAS INTERNACIONALES
La reacción internacional, en cambio, no se hizo esperar, y gobiernos como los de Canadá y Reino Unido, países clave para los programas de la organización, criticaron la decisión. "El nombramiento del presidente Mugabe es sorprendente y decepcionante, en particular a raíz de las actuales sanciones que hay contra él por parte de Estados Unidos y la Unión Europea (UE)", apuntó un portavoz del Ejecutivo británico, quien añadió que el nombramiento “pone en riesgo ensombrecer el trabajo llevado a cabo a nivel global por la OMS sobre enfermedades crónicas”.
Más duras han sido las palabras de organizaciones no gubernamentales como Human Right Watch, quienes acusan que “la corrupción de Mugabe ha diezmado el sistema de salud de su país al extremo de que este viaja al exterior cada vez que necesita recibir un tratamiento”. Por otra parte, denuncian “violaciones de los derechos de alimentación, de reunión, de expresión, así como de reprimir a la oposición y cualquier forma de activismo político que no le favorezca”.
El presidente de Zimbaue, Robert Mugabe,
MARCHA ATRÁS
Ante la ola de reproches, el presidente de la OMS ha revocado su medida. "He consultado con el Gobierno de Zimbabue y he llegado a la conclusión de que esta decisión (de anular el nombramiento) es en el mejor interés de la OMS". En su comunicado, Tedros ha agradecido “a todos los que hicieron oír sus voces y compartieron sus pensamientos. Yo confío en el debate constructivo para ayudar e informar sobre el trabajo para el que fui electo”. También defiende que sus miras están puestas en “crear un movimiento global en favor de la salud y que este debe funcionar para todos e incluir a todos”.
En ese sentido, insiste en su intención de construir un liderazgo político para crear "unidad en torno a la necesidad de llevar salud a todos", para lo cual mantiene su compromiso de "trabajar con todos los países y sus líderes".