El Gobierno ha presentado recientemente el Plan Estratégico de Salud y Medioambiente, un documento elaborado entre los Ministerios de Sanidad, Transición Ecológica y las comunidades autónomas que contempla la puesta en marcha de 420 acciones entre 2022 y 2026 con las que se espera reducir las consecuencias para la salud que tendrá entre los ciudadanos los efectos del cambio climático o las malas prácticas medioambientales.
Una de las líneas estratégicas sobre las que se actuará es la protección frente a los riesgos sanitarios asociados a la exposición a radiación ultravioleta. Para ello, el Gobierno plantea adoptar distintivos dermosaludables, tanto de productos como de entidades, frente al uso del sol. En esta línea, se promoverá también que la población se proteja de forma adecuada de la radiación solar, especialmente en grupos vulnerables como pueden ser los enfermos oncológicos.
El Gobierno evaluará la incidencia de enfermedades relacionadas con la radiación ultravioleta y ampliará los espacios libres de humo en favor de una mejor calidad de los ambientes interiores
Por otra parte, se potenciará la realización de nuevos estudios sobre incidencias de patologías relacionadas con la sobreexposición solar y se evaluarán las tasas de incidencia de enfermedades relacionadas con la radiación ultravioleta, a través de estudios epidemiológicos. En el ámbito de la investigación se estudiarán nuevas estrategias de fotoprotección.
Otra línea sobre la que incidirá el plan es la protección de la salud de los efectos adversos derivados de “cualquier tipo de contaminación del aire interior”, en favor de la calidad de ambientes interiores. En este punto, el Gobierno incluye el refuerzo de las actuaciones para “ampliar los espacios libres de humo” en espacios como “la hostelería, los vehículos privados y otros espacios de uso público al aire libre (paradas de transporte, accesos a diferentes equipamientos públicos, etc.)”.
Del mismo modo, se harán campañas de sensibilización sobre los riesgos para la salud de “la exposición al humo del tabaco en domicilios”. Además, se impulsarán planes de reducción del impacto adverso a la salud humana y al medio ambiente de los plaguicidas usados por las administraciones locales y de otros contaminantes.
LA SALUD EN LA PLANIFICACIÓN URBANA
El impacto de la contaminación acústica también será objeto de estudio. Según contempla el Plan del Gobierno, se creará un grupo de trabajo sobre contaminaciónacústica y salud entre el personal técnico del Ministerio de Sanidad y del Ministerio de Transición Ecológica, así como los organismos de investigación dependientes de la administración, para cooperar en las tareas relacionadas.
Por otra parte, se analizará el efecto de la contaminación acústica nocturna sobre el sueño, sobre el aspecto económico y también se cuantificará cómo afecta a la morbilidad y mortalidad en España. Igualmente, se difundirán los beneficios en salud de “reducir la exposición a la contaminación acústica desde el punto de vista de la promoción de la salud y la salud comunitaria”.
El Plan propone incorporar a profesionales de salud pública en la toma de decisiones relacionadas con el tráfico o el transporte y estimar el impacto de las medidas urbanísticas en el sistema sanitario
Relacionada con esta área, el plan culmina sus actuaciones con el fomento de acciones para crear ciudades más saludables. Para ello, se aplicará el concepto de ‘salud’ en la planificación urbana y rural de forma que se evaluará el impacto de los proyectos urbanísticos y los planes de movilidad y vivienda, entre otros. Además, se promoverá el seguimiento de una movilidad “alternativa al coche privado” como los desplazamientos a pie o el uso de la bicicleta.
Del mismo modo, el Gobierno propone incorporar a profesionales de salud pública en la toma de decisiones relacionadas con el tráfico o el transporte y promover la colaboración público-privada para cumplir los objetivos urbanos de sostenibilidad. También se elaborarán guías y recomendaciones que recojan “los conocimientos en salud pública aplicables al territorio y la planificación urbana”.
Finalmente, el Plan recoge acciones para aumentar el conocimiento existente sobre este asunto, como la estimación del impacto social, los costes económicos y la carga en el sistema sanitario de las medidasurbanísticas “mediante estudios de evaluación de impacto en salud”, o el seguimiento de las tasas de morbilidad y mortalidad a enfermedades atribuibles al entorno.