Hace unas semanas, el ministro de Consumo, Alberto Garzón, avanzó que el sistema de etiquetado frontal nutricional Nutri-Score entraría en vigor en España durante el primer cuatrimestre de 2021. Para ello, elaborará un Real Decreto cuyo proyecto ha dado sus primeros pasos en los últimos días ya que ha entrado en consulta pública previa para que los ciudadanos, las organizaciones y asociaciones que lo consideren participen en el proceso de creación.
Según el documento publicado por el Ministerio de Consumo, que podrá recibir aportaciones hasta el 17 de julio, la norma busca “establecer el marco para presentar una información complementaria a la información nutricional de forma simplificada en el campo visual principal del envase (frontal), con el fin de ayudar al consumidor en la elección de los alimentos más saludables que le permitan tener una dieta equilibrada y acorde a las recomendaciones nutricionales generalmente aceptadas”.
El Ministerio que dirige Garzó prevé que el consumidor “acceda más fácilmente a cestas de la compra y dietas más saludables y equilibradas, favoreciendo la toma de decisiones saludables"
En la misma línea, el departamento que dirige Garzón tiene como objetivo “facilitar al consumidor la comprensión de la información nutricional que figura en las etiquetas de los alimentos, a fin de que pueda elegir la opción más adecuada para su dieta”. Así, a través de esta herramienta de etiquetado se pretende “impulsar un entorno alimentario más saludable”.
En este sentido, el proyecto de RD buscará que el consumidor “acceda más fácilmente a cestas de la compra y dietas más saludables y equilibradas, favoreciendo la toma de decisiones saludables, especialmente en los grupos sociales más desfavorecidos, así como reforzar e impulsar diferentes políticas de salud pública ya existentes, especialmente la reformulación de alimentos y la educación para una alimentación saludable”.
VALOR NUTRICIONAL DE LOS ALIMENTOS
Tal y como ya es conocido, el sistema de etiquetado incorpora el logotipo de Nutri-Score que consiste en el establecimiento de cinco colores (de verde oscuro a naranja oscuro) que estarán asociados a cinco categorías (de la A a la E), las cuales describen a cinco niveles de calidad nutricional. Hasta ahora, este sistema se ha implantado en países como Francia o Bélgica, y en Alemania también se ha iniciado la tramitación correspondiente.
Uno de los objetivos finales de esta norma es el de reducir la prevalencia de obesidad y sobrepeso en la población española, así como las de enfermedades no transmisibles vinculadas
Según Consumo, la clasificación de un alimento en una u otra categoría se realiza mediante el cálculo de una puntuación global relativa al contenido de nutrientes en 100 g de producto: los considerados “menos favorables” desde el punto de vista nutricional (calorías, azúcares, ácidos grasos saturados y sodio) y los “más favorables” (proteínas, fibra alimentaria y porcentaje de frutas, hortalizas, legumbres, frutos secos y aceites de oliva, colza y nuez)”.
FRENO AL SOBREPESO Y LA OBESIDAD
Uno de los objetivos finales de esta norma es el de reducir la prevalencia de obesidad y sobrepeso en la población española, así como las de enfermedades no transmisibles vinculadas. Según una reciente estimación de varias sociedades científicas (SED, SEEN y SEEDO), hasta el 12 % de la población española podría padecer diabetes tipo 2 y obesidad o sobrepreso. También, la SEC publicó los resultados de un estudio nutricional que determinaba que casi un 40 % de los niños entre 3 y 8 años tenían este tipo de problemas.
En este contexto, el Ministerio de Consumo recuerda que el sobrepeso y la obesidad “tienen en la actualidad la consideración de epidemia en los países desarrollados y se sabe que están directamente relacionados con el padecimiento de enfermedades no transmisibles como las cardiovasculares, la diabetes, la osteoartritis y otros trastornos del aparato locomotor y algunos tipos cáncer”.